Pelé la lucho mucho, se resistió hasta último momento a que el cáncer le ganara el partido. Hoy, finalmente y medio de muestras de dolor de todo el mundo futbolero, dejó de existir.
Edson Arantes Do Nascimento, «Pelé». «O Rei», el chiquillo nacido en la pobreza y que llegó a estar en los más alto del fútbol mundial. Pelé vio llorar a su padre tras el «Maracanazo» de la Copa Mundial de Fútbol de 1950 y le prometió que ganaría el título, por lo que se esforzó para lograrlo.
Y así lo hizo. Desde su Santos natal, saltó a la Selección mayor, donde debutó a los 16 años. Unos meses más tarde, junto a Garrincha y compañía, levantaba la Copa Jules Rimet en Suecia 1958. A partir de allí, todo lo que siempre se contó. La fama, la gloria, los títulos…
Disputó cuatro Copas Mundiales, de las que fue campeón en 1958, 1962 y 1970, siendo el futbolista que más veces y más joven la ha obtenido. Anotó un total de 12 goles en Mundiales y fue elegido como mejor jugador en 1970 y el mejor jugador joven en 1958.
Pelé inició su carrera como profesional en 1956 club en el que militó hasta 1974 y con el que ganó un título de la Supercopa de Campeones Intercontinentales, dos de la Copa Intercontinental, dos de la Copa Libertadores de América, seis del Brasileirão, cuatro del Torneo Río-São Paulo y diez del Campeonato Paulista.
Hoy, a los 82 años, Pelé dejó de existir víctima de un cáncer de colon contra el que luchó denodadamente los últimos tiempos. Su muerte enluta al deporte universal. Se fue un grande, se fue «O Rei».
