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Diez notas sobre el Diez: El comienzo del amor xeneize

Como homenaje a Diego Maradona, y a todo lo que nos dio como futboleros que somos, AGNOTICIAS publicará una serie de artículos titulados «Diez notas sobre el Diez». Periodistas de nuestra redacción, y columnistas invitados desgranarán cada día, una historia distinta recordando el genio del fútbol mundial.

El comienzo del amor xeneize

Miguel Brindisi; el «Cabezón» Oscar Ruggeri; Roberto Mouzo; Osvaldo «Pichi» Escudero; el uruguayo Ariel Krasouski; el «Mono» Hugo Perotti; el «Loco» Hugo Gatti y Marcelo Trobbiani, algunos de los nombres que junto al Diez en Boca se consagraron campeones del histórico Torneo Metropolitano de 1981.

Principios de una década donde, en un futuro no muy lejano, se acercarían dos hechos históricos para todo el país. Pero antes de eso, surgía un amor eterno, verdadero y fuerte, Maradona y el hincha Xeneize comenzaban su historia.

Corría febrero del 81 y el flamante presidente del club Boca Juniors, Martín Benito Noel, rompía el mercado de pases incorporando a la plantilla del club de la Rivera a un joven que la descosia en Argentinos Juniors, ni más ni menos que Diego Armando Maradona.

Silvio Marzolini era el nombre del cerebro y artífice que desde el banco como DT llevó al Boca del 81 consagrarse campeón. Un equipo que metía miedo desde la primera fecha, el Xeneize debutó ante Talleres y dio el primer paso con una goleada 4 a 1 con dos tantos de Brindisi y dos de Maradona.

Aquel equipo dirigido por el histórico lateral izquierdo estuvo invicto hasta la fecha 11 cuando cayó 1 a 0 ante Vélez.

El Diego, con tan sólo 21 años ya demostraba su caracter en la cancha. Incluso se le plantó a sus compañeros en el entretiempo del cruce ante Newell’s en la fecha 8. Indignado porque no le daban la pelota, el Diez tiró la camiseta al piso y amagó con irse del club, pero fueron las palabras de los defensores José María Suárez y Vicente Pernía las que calmaron la situación. ¿Qué le dijeron? «La camiseta de Boca no se tira al suelo. es una falta de respeto. No te la pongas porque la tiraste y no vas a entrar. La próxima vez, te golpeamos».

Sin callarse y con esa sed de más que tenía Maradona volvió a cuestionar. «Mirá que nosotros conocemos a La 12 mejor que vos y no te damos la pelota siempre porque estás con una marca encima. Y si te la quitan, te van a insultar desde los cuatro costados del estadio. Es para protegerte», recordó Suárez en el medio Infobae.

Ese partido terminó en empate 2-2 con un gol de él sobre el final.

Un Boca sólido, 34 fechas y un campeonato agónico

De las 34 fechas, el club de la Ribera ganó 20 encuentros y tan sólo sufrió la derrota en 4. Con 60 goles fue el segundo club, con mayor cantidad de tantos.

De esa canastada de goles, 33 fueron de la poderosa sociedad entre el recién llegado de «El Bicho» y de Miguel Angel Brindisi. Maradona marcó 17 goles y Brindisi 16.

Siendo una figura indiscutible en ese Boca campeón, Maradona dejó eclipsado al resto de compañeros también de alto renombre.

El Torneo Metropolitano de 1981 no se definió si no hasta la última fecha. Con un agónico empate 1-1 ante Racing, el Xeneize quedó a tan sólo un punto del escolta Ferrocarril Oeste.

Si bien el campeonato se definió en la última fecha, tres partidos antes, ante Ferro, ya se vaticinaba la consagración. Un Ferro superior cayó ante un solo gol de Perotti. ¿La asistencia? Un pase fenomenal del Diego que lo dejó cara a cara con el arquero y se transformó en uno de los festejos más recordados en la Bombonera. Los hinchas de la popular sur festejaron el gol en una avalancha que quedó grabada en la historia boquense.

Con 50 puntos acumulados, Boca, alzó la copa de aquel torneo y se convirtió en el primer y único título de Maradona con el club. Una estrella más que suficiente para dar inicio a una historia de amor eterna.

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