En este 2 de abril, queremos recordar la cronología de la Guerra de Malvinas. Una batalla con un trasfondo que no respondía unicamente al deseo soberanía nacional.
El 2 de abril de 1982 la dictadura cívico-militar inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Con este simbolismo de soberanía nacional, que fue apoyado por un importante sector de la población, la dictadura intentaba ocultar la gravísima situación social, política y económica a la que había conducido su gobierno.
El suceso histórico fue anunciado por el General Leopoldo Galtieri en Plaza de Mayo, bajo la popular frase de «¡Si quieren venir, que vengan!»:
Posteriormente, el 3 de abril se informa oficialmente que las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur estaban bajo soberanía argentina. Mientras tanto, Londres resuelve el envío de la Task Force al Atlántico Sur y las Naciones Unidas se posiciona. Más precisamente, fue el Consejo de Seguridad del ente internacional quien aprueba la Resolución 504 y exige el retiro argentino de las islas y el comienzo de las negociaciones.
En cuanto a la Argentina, el general Mario Benjamín Menéndez es nombrado gobernador militar de las Islas Malvinas.
El 5 de marzo del mismo año, renuncia del canciller inglés, lord Carrington. La escuadra británica parte de su apostadero en Portsmouth. Y la Comunidad Económica Europea respalda la decisión inglesa de aplicar sanciones económicas a la Argentina. En tanto, Argentina suma un respaldo latino: Perú.
En busca de diplomacia
El 6 de abril, a raíz de una designación del presidente Ronald Reagan para interceder en el conflicto, el general Alexander Haig se reúne con el canciller argentino, Nicanor Costa Méndez. Días después, Haig se reúne con Margaret Tatcher quien se muestra intransigente.
Ese 9 de abril, se anuncia que la fuerza naval inglesa navega a la altura de las islas Azores.
El Secretario de Estado de la Casa Blanca (Haig) mantuvo su reunión con el general Galtieri, mientras que en nuestro país se desarrollaba una manifestación popular de apoyo a la recuperación de las Islas Malvinas.
Finalmente, ninguna de las conversaciones había llegado a una solución. Entonces, Juan Pablo II exhortó a ambos países a deponer actitudes extremas.
Leopoldo Galtieri y Alexander Haig 
Margaret Tatcher y Alexander Haig
El comienzo de una guerra
Haig anuncia que ambas posiciones son irrevocables. Gran Bretaña reacciona y da la orden que las naves de la Task Force bloqueen las islas. Mientras que la flota del Mar Argentino permanece en sus apostaderos. Mientras y entre medio, se anuncia el pedido de aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca ante la OEA.
Días después, el 25 de abril, marinos británicos retoman las Georgias del Sur y capturan a 190 prisioneros argentinos. El teniente de navio, el dictador Alfredo Astiz, firma la rendición de los efectivos sin oponer resistencia.
El 30 de abril las autoridades argentina disponen que las aeronaves y buques británicos sean considerados hostiles. Rápidamente, el 1 de mayo, el Estado Mayor Conjunto difunde las acciones bélicas en el Atlántico Sur: la aviación británica ataca en cuatro ocasiones a Puerto Argentino. Pero los intentos de desembarco son rechazados por las fuerzas argentinas. Como resultado, una fragata inglesa resulta averiada y cinco aviones Harrier son destruidos.
Mientras tanto, se convoca para batallar a los jóvenes de la clase 1961.
El hundimiento del Belgrano
El 2 de mayo de 1982, se produjo el hundimiento del ARA General Belgrano, a consecuencia del ataque del submarino nuclear británico HMS Conqueror. El hundimiento del crucero argentino permitió a los británicos la superioridad naval en la zona. Como consecuencia, 323 argentinos fallecieron —prácticamente la mitad de las bajas de ese país en todo el conflicto—. Este hecho generó una polémica en ambos países, al haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el Gobierno británico alrededor de las islas.
Diario Crónica informaba de los 123 sobrevivientes 
La Nación puntualizaba la zona del bombardeo.
El conflicto bélico, continúa
El 4 de mayo, aviones navales argentinos Super Etendard, equipados con misiles Exocet, hunden al destructor inglés Sheffield: provocando 20 muertos. Posteriormente, el 14 de mayo llegan a Buenos Aires los 189 argentinos capturados en las Georgias. Ese mismo día, un ataque nocturno británico en las islas provocan la destrucción de 11 aeronaves argentinas destruidas en tierra.
Al día siguiente, embarcaciones británicas cañonean Puerto Calderón, en la isla de Borbón, afectando a 10 aviones argentinos.
El hostigamiento aéreo y la superioridad tecnológica de los británicos comienza a sentirse. Mientras que, el contexto internacional intenta gestionar el cese al fuego. La ONU y el gobierno peruano intentaron gestionar la paz, pero las iniciativas resultaron inútiles.
Los soldados fallecidos se apilan y la guerra parece que nunca va a terminar. Este deseo tuvo el papa Juan Pablo II quien el 28 de mayo formuló un encendido reclamo por una paz justa y honrosa. Pero los pedidos no son escuchados.
Se acerca el final
El 11 de junio llega a la Argentina Juan Pablo II con la intención de convocar una reunión de paz. Pero al día siguiente, las tropas inglesas avanzan hacia Puerto Argentino en busca de la batalla final. En la misión, 400 argentinos son tomados prisioneros. Posteriormente, las fuerzas británicas penetran las defensas argentinas.
Finalmente, los generales Jeremy Moore y Mario Benjamín Menéndez, respectivamente comandante de las fuerzas británicas y gobernador militar de las islas Malvinas, acuerdan el alto al fuego y la rendición.
Por Belén Altamira
