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Confirmaron que las balas que mataron a la concejal brasileña eran de la policía

Marielle Franco fue asesinada en el centro de Río de Janeiro cuando salía de un acto político. La concejal de izquierda había denunciado en las últimas semanas un incremento de violencia policial en los barrios marginales.

Franco, de 38 años, del Partido Socialismo y Libertad, fue abatida a bordo de un vehículo en el centro de la ciudad cuando regresaba de un acto de empoderamiento de mujeres negras. En el atentado murió también el chofer del auto.

Hoy se confirmó que las balas que usaron los asesinos de la concejal y su chofer Anderson Gomes pertenecían a la Policía Federal, lo que le agrega más fuerza a la hipótesis de que agentes de seguridad estén por detrás del ataque perpetrado el miércoles.

La conmoción nacional sobre la ejecución de la dirigente social de las favelas coincide hoy con el primer mes de la intervención militar decretada por el presidente Michel Temer para que el Ejército se haga cargo de la seguridad pública y, por ende, maneje a la policía local.

El nuevo dato fue determinado por fuentes de la Policía Civil (investigaciones) de Río de Janeiro, en base a los resultados de las pericias en los 14 balazos disparados contra el automóvil en el que viajaba la dirigente.

Las balas 9 mm, según informó el noticiero de la TV Globo, habían sido adquiridas en 2006 por la Policía Federal en Brasilia a la empresa de armamento CBC.

El mismo lote fue utilizado en 2015 en la peor masacre registrada en Osasco, Gran San Pablo, cuando fueron asesinadas 23 personas en una noche en un barrio, en un caso marcado por la actuación de policías paulistas de civil que ejecutan a las personas que son investigados en forma oficial.

Miles de personas se manifestaron anoche en San Pablo y Río de Janeiro para pedir justicia y denunciar a la mafia policial por el hecho, debido a que la concejal Franco había acusado a un batallón de construir fosas comunes para ejecutar a jóvenes de las favelas.

Fuente: La Nueva Mañana y El País

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