En una decisión que aclaró es personal, y que no representa un pedido del bloque de la UCR, el concejal Roberto Brunengo hizo pública su renuncia al aumento en su sueldo.
Brunengo elevó al Intendente Facundo Torres una carta, solicitando «instruya al Sr. Secretario de Hacienda se abstenga de aplicar el art. 3 de la Ordenanza 10700, y hasta tanto haya un nuevo acuerdo con el SITRAMAG y sea sancionada una norma producto del mismo, en mi dieta (sueldo) como concejal de Alta Gracia».
En la fundamentación de su decisión, el concejal dice que «motiva esta decisión acompañar el enorme esfuerzo que hoy hacen vastos sectores de nuestra sociedad ante una crisis económica de profundas dimensiones», y solicita que lo que le correspondiera de aumento sea destinado a los insumos para los niños que concurren a las Guarderías municipales.
A favor de Brunengo hay que decir que hace ya bastante tiempo presentó un proyecto para que no se aplique directamente la cláusula gatillo a la planta política cada vez que hay un aumento de sueldo de los empleados municipales (cláusula que se puso en vigencia durante la intendencia de Mario Bonfigli), proyecto que aún no tuvo tratamiento legislativo.
En su contra, decir que Brunengo forma parte -como integrante de la alianza política Cambiemos- de quienes conducen las riendas de este país, quienes han reconocido la crisis en la que está sumergida la Argentina.
Germán Rodríguez, sin medias tintas
Con respecto a los demás integrantes del bloque de UCR, su presidente Germán Rodríguez declaró en nombre de sus pares: «En primer lugar, me tomó por sorpresa la nota de Roberto al Intendente. Sobre todo porque el martes tuvimos reunión de bloque y él estuvo presente. Por alguna cuestión personal, de carácter individualista, ni siquiera mencionó el tema. Lo podríamos haber charlado, de alguna manera».
Por otra parte, Rodríguez no dudó a la hora de calificar el pedido de su par: «Si bien es un gesto el renunciar al aumento de la dieta, es un gesto que tiene más de oportunista y demagógico que términos de buscar una solución a una política pública, ya que en términos numéricos no tiene impacto. Si lo hubiéramos podido conversar tal vez hubiéramos podido encontrarle una salida a esta cuestión, para ayudar a los merenderos y encontrar un gesto frente a la situación inflacionaria que están viviendo los asalariados de Alta Gracia de mayor nivel de contundencia. Reitero, creo que es un gesto que tiene mucho más de individualista y de demagógico que en términos de encontrar una solución contudente a una política pública en favor de los merenderos o comedores infantiles».