Las sustancias y los artefactos estaban ocultos en paquetes de yerba dentro de un bolso. Un escáner lo delató. Ocurrió en el sector MD II de la cárcel de Bouwer. El hombre quedó detenido a instancias de una fiscalía de lucha contra el narcomenudeo.
Un pastor evangelista quedó detenido en las últimas luego de ser sorprendido mientras intentaba ingresar dosis de marihuana y de cocaína. Además de celulares y chips, escondidos en paquetes, al Complejo Carcelario Padre Lucchesse, más conocido como la Cárcel de Bouwer.
Fuentes oficiales confirmaron que todo se produjo el pasado martes en el marco de un control de rutina efectuado por personal penitenciario en el sector MD (Módulo de Mediana Seguridad) II, de Bouwer.
Así las cosas, unos guardias controlaron a un pastor evangelista, que trabaja en el “Ministerio Carcelario Unidos en Cristo”, y procedieron a requisarle un bolso de mano.
Mediante el escáner, los penitenciarios detectaron que allí dentro había aparatos electrónicos, lo que está prohibido por normas internas, del reglamento carcelario.
Al requisar ya el bolso en profundidad, los uniformados encontraron, escondidos en paquetes de yerba, tres celulares, un cargador, una batería y cuatro chips, indicaron las fuentes consultadas.
Además se hallaron dosis de cocaína y de marihuana.
La sospecha es que esas sustancias iban a llegar a manos de internos para su reventa, según indicaron los voceros.
El hallazgo en sí no causó sorpresa en ámbitos oficiales. Lo que sí despertó suspicacias es que se trata de un pastor de 69 años que dirige una congregación religiosa entre los internos desde hace largo tiempo.
Trascendió que tiene alta ascendencia sobre los presos.
Desde el Servicio Penitenciario de Córdoba dieron parte a la Justicia y a la Fuerza Policial Antinarcotráfico que concurrió a secuestrar la droga, horas después.
El pastor quedó detenido a disposición de la fiscalía N° 1 de Lucha contra el Narcomenudeo.
Por directivas de la fiscalía, se procedió a requisar el auto del acusado (estaba estacionado en la playa del presidio), pero no se halló ningún otro elemento.
Celulares muros adentro
De manera periódica, guardias secuestran toda clase de drogas (entre marihuana, cocaína y pastillas), además de celulares, cargadores y chips para teléfonos en requisas y controles en las distintas cárceles de la provincia de Córdoba.
El tema de los celulares no es para nada menor: más allá de que es algo que no está permitido (existen teléfonos fijos para que los internos se contacten con seres queridos); en los últimos tiempos, se ha detectado su uso para cometer estafas de todo tipo hacia víctimas fuera del penal.
Varias han sido las investigaciones de fiscalías de Córdoba y de otros puntos de la Argentina que, en el marco de causas por estafas de todo tipo, terminaron con procedimientos y allanamientos en celdas y cárceles cordobesas. Incluso, se detectó que, aún estando presos, había narcos que seguían controlando el accionar de su banda.
San Francisco: Narcos con máquinas para contar billetes
Por otro lado, una compleja banda dedicada al narcomenudeo y que tenía su base de operaciones en la ciudad de San Francisco, aunque actuaba también en poblaciones cercanas, fue finalmente desarticulada, informaron desde el Ministerio Público Fiscal (MPF). Como resultado de varios operativos, se detuvo a cinco hombres y a tres mujeres.
Se indicó que la mayoría de los acusados eran familiares entre sí.
En los procedimientos se secuestraron 4.183 dosis de cocaína y varias dosis de marihuana.
Si bien la causa llevaba tres meses de investigaciones por parte de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), se destacó el trabajo de los perros detectores de drogas del grupo K-9 de la misma fuerza.
En los operativos, el olfato de los perros adiestrados fue clave para hallar las miles de dosis de drogas.
La banda tenía base en San Francisco, pero actuaba también en la vecina Frontera (Santa Fe), como así también en Freyre, Brinkmann y hasta en Villa María.
Además de la droga, se secuestró: un arma de fuego, cinco automóviles, dos motocicletas, 1.146.060 pesos, 1.700 euros y 520 dólares, además de una máquina de contar billetes.
El total de lo decomisado ascendería a la cifra de 12.855.960 pesos.
Fuente: La Voz
