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Editorial

Antidemocracia y el peligro del neofascismo

Antidemocracia y el peligro del neofascismo

Los últimos días fueron muy convulsos a nivel político en diferentes partes del globo. Elecciones en Estados Unidos, asunción presidencial en Bolivia, marchas opositoras al gobierno en diferentes puntos de nuestro país. En todos estos eventos políticos vemos muy marcada la presencia de un grupo que, a priori, parece democrático y levanta el estandarte de la libertad, pero luego de un análisis de hechos notamos que a la larga son un peligro para la sociedad por sus sesgos de antidemocracia y neofascismo.

Estados Unidos

Represión policial en los Estados Unidos en las marchas por el asesinato de George Floyd

«You’re fired» fue la frase que atiborró las redes sociales de los ciudadanos del país norteamericano. Donald Trump deberá dejar la Casa Blanca luego de su derrota ante Joe Biden, el candidato presidencial demócrata. Este hecho dejó a la luz la antidemocracia del presidente número 45 de los Estados Unidos, que hace un tiempo no se comprometía a un cambio de mando pacifico si perdía las elecciones.

Pero Donald Trump, en sus años de gobierno logró, algo que enciende las alarmas. Este personaje racista es el líder de un grupo de racistas que parece haber renacido en Estados Unidos. El odio a los inmigrantes musulmanes y latinos, la impunidad con que la policía asesina a ciudadanos afroamericanos. Como dice el New York Times: «El señor Trump ha tratado de avivar el miedo y el resentimiento de los blancos, presentándose a sí mismo como un protector de un antiguo orden que las encuestas muestran que gran parte de Estados Unidos cree que perpetúa el racismo arraigado y quiere ir más allá».

Steve Bannon, el estratega político de Trump, ha llegado a declarar que pondría cabezas en picas como una advertencia a los burócratas federales. «O te quedas con el programa o te vas». En Estados Unidos los neofascistas seguirán existiendo aún con Biden, ya no tienen miedo de esconder su racismo ni su antidemocracia. Es una llama que ya se ha encendido.

Argentina

Muñecos con la cara de Alberto y Cristina en la marcha del 8n en Córdoba

En nuestro país, el pasado 8 de noviembre se realizó la octava marcha contra el presidente Alberto Fernández. En esta ocasión el reclamo se basó en la decisión de la Corte Suprema que sostuvo que la Constitución sólo admite designar jueces por concursos. Esto repercute en tres jueces que investigan causas contra Cristina Kirchner, quienes llegaron a ese lugar con traslados «a dedo», sin concursos, evadiendo el reglamento constitucional.

Pero esto termina siendo una pantalla para algunos grupos reaccionarios que tratan de hacer política sectorial a partir de la manipulación del descontento de alguna gente

En Córdoba, uno de los epicentros de la convocatoria, se vieron dos muñecos con la cara del presidente y la vice presidenta de la Nación colgados en una horca. En Bariloche aparecieron personas vestidas con la típica ropa del Ku Klux Klan. En Buenos Aires, periodistas fueron agredidos.

Personas disfrazadas del Ku Klux Klan en Bariloche

Es irónico declarar que estas marchas son por «la República y las Instituciones», como dicen los manifestantes. Aún así, seguramente muchas personas que no están de acuerdo con el gobierno de Fernández también repudien estos hechos. El problema está en naturalizarlos. Y así como sucede en Estados Unidos, estos grupos de odio comienzan a sentirse avalados si no se les pone un freno.

Bolivia

Bolivia recuperó su democracia: asumió el presidente electo Luis Arce
Bolivia recuperó su democracia: asumió el presidente electo Luis Arce

El pasado domingo, el nuevo presidente de Bolivia Luis Arce asumió ante la asamblea legislativa del país. En un acto pacífico y festivo, fueron muchos los representantes de otros paises los que viajaron para hacerse presentes. Entre ellos, nuestro presidente Alberto Fernández y el rey de España Felipe VI.

Evo Morales, hasta hoy exiliado en Argentina, logró retornar a su país luego de un golpe de Estado comandado por los grupos conservadores de ultraderecha bolivianos. Un año pasó de ese desgraciado hecho. Un año de un gobierno de facto liderado por Jeanine Áñez terminó. Pero quedan los archivos de la policía quitando la bandera de los pueblos originarios de su uniforme en un claro acto de racismo. Quedan los asesinatos y actos cometidos contra la Constitución boliviana por este grupo de antidemocratas.

En otro acto de intolerancia, durante la sesión del Congreso hubo varios legisladores de un partido de derecha vinculado al anterior gobierno de facto que se levantó y no se quedó para la jura de Arce.

La antidemocracia y el fascismo logró llegar al poder de Bolivia, pero fue derrotado por el pueblo.

Debemos estar atentos a estos grupos nacientes que cada vez tienen menos vergüenza de mostrar su lado vil e inhumano. No podemos permitir una nueva oleada de fascismo ni de racismo. Como sociedad nos toca replantearnos hacia donde estamos yendo. Lograr entender que el odio genera más odio y nunca fue el camino del progreso.

nakasone