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A 15 meses del pedido de una silla motorizada, Jere sigue sin respuesta

A 15 meses del pedido de una silla motorizada, Jere sigue sin respuesta

Jeremías Domínguez tiene 6 años y vive en Santa Ana.  Padece una patología llamada artrogriposis congénita múltiple. Para independizarse, necesita una silla motorizada, que parece nunca llegar.

Hace 15 meses, se hizo pública la historia de Jere. Se trata de un niño con artrogriposis congénita múltiple, una enfermedad que afecta las articulaciones, limitando su flexibilidad en los pies y en los brazos.

El niño fue diagnosticado durante el segundo mes de gestación. El 26 de Agosto de 2019, la fisiatra de Jeremías hizo el pedido de una silla motorizada especialmente caracterizada para él, con joystick en el lado izquierdo ya que utiliza solo la mano izquierda.

“La obra social OSMEDICA me rechazó el pedido y me hizo perder mucho tiempo” cuenta Gabriela Ferreyra, su madre. Además agregó que de la obra social le hizo una serie de pruebas de distintas sillas, informándole mediante una carta documento que ellos podían proporcionar una silla común pero no motorizada.

Jeremías necesita la silla motorizada para movilizarse por sí mismo. En febrero del 2020 se volvió hacer el pedido, pero hasta el día de hoy no recibieron respuestas. “Anda a las rastras, sus manos no dan más de tanto dar apoyo, sus pies están con hematomas. Últimamente viene perdiendo el equilibrio” expresó Gabriela. “Jere es un niño activo, no se queda quieto, no lo puedo tener en la cama. Él quiere jugar andar con su hermanos”

15 meses después

A dos años del pedido de la fisiatra, Jeremías aún no tiene su silla motorizada. Su madre explicó que el niño empezó el colegio hace poco, pero que va con una silla de ruedas común. «Es muy chiquita, no es cómoda. Está todo el día encerrado viendo televisión, no quiere salir, no quiere ir al parque. Todo sería mejor con la silla»

La silla le brindaría a Jeremías, la posibilidad de independizarse, sobre todo en la escuela y para salir de la casa. «La posición de el, cada vez es peor. Creo que la silla mejoraría su calidad de vida. Los médicos volvieron a negarme la silla, quieren que esté parado con un aparato»

Me dijeron que lo iba a castigar el resto de su vida con una silla de ruedas. Quieren que esté parado con un aparato. El puede estar un ratito, pero sus piernas se cansan.

Por otra parte, Gabriela recalcó que al niño le donaron una silla, pero esta no era de su tamaño. «Es grande y en realidad es prestada. No puedo modificarla. Ya su posición está mal»

Ante cualquier consulta o donación, comunicarse al 351 7348159 (Gabriela Ferreyra, mamá de Jeremías) o al 351 2577527 (Fernando Domínguez, papá de Jeremías).

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