Deportivo Norte consiguió una victoria tan agónica como épica ante Calera Central. El gol lo consiguió Walter Godoy, en tiempo de descuento.
Fue un partido tremendo, duro, sin la cuota de buen fútbol de otras noches, pero con la emoción a flor de piel. Un encuentro donde nada estuvo dicho hasta el silbatazo final. Tanto que el gol llegó cuando el tiempo reglamentario estaba largamente excedido.
Y el gol llegó como no podía ser de otra manera, en un partido cerrado, trabado. Por eso el tanto llegó de atropellada, con la pelota pidiendo permiso para entrar en el arco. Pero ¿saben qué? todos los goles valen igual, sean de taco o de atropellada. Y este valió un triunfo que fue doblemente valioso.
Porque la victoria hizo que se volviera a sumar de a tres, y porque el empate de Villa Azalais también terminó jugando a favor del Depo (igualó en cero de local, ante Villa Siburu). Ahora, la diferencia con el puntero es de solo dos unidades.
A la hora de los méritos, no habría que dejar pasar por alto la enorme atajada in extremis de Tomy Güizzo, cuando el partido estaba en cero, previo al gol de Godoy. Fue una atajada que se festejó como un gol y que terminó determinando el marcador final del partido.
Deportivo Norte formó con Tomás Güizzo; Ubaldo Miralles (Fernando Aguirres), Walter Godoy, Matías Illanes y Alexis Rudulfo; Lautaro Romero, Lucas Oliva (Julián Tapia), Brian Verón y Agustín Rudulfo; Bruno Juncos y José Pesci.
Esta vez, el Depo no tuvo el juego lucido de otros partidos, no fue el equipo que regala lujos. Pero a cambio, le entregó a su gente hasta la última gota de sudor, y no se dio por vencido nunca. Y eso, a la hora de pelear por cosas en serio, es un extra que hace falta y que marca la diferencia a favor de quienes tienen claros los objetivos. El Depo ganó, y sigue ilusionando a toda una ciudad.
La próxima fecha, Deportivo Norte será visitante de El Carmen en Montecristo.
