Miriam Medina es una mujer oriunda de Alta Gracia que vive en Barrio Don Bosco. La cuarentena dejó a Miriam sin trabajo, con un hijo con parálisis cerebral a su cargo. Sin embargo, logró salir adelante y emprender una verdulería.
“Es un guerrero de la vida” expresa Miriam al hablar de Benjamín, su hijo de 10 años y el motivo por el cual su nueva verdulería se llama “Benja”. Al iniciar la pandemia, la llamaron de su trabajo para decirle que le iban a guardar su lugar, pero que no fuese más. Además, tenía que cuidar a su pequeño hijo.
Al cobrar la asignación universal por hijo, compró un cajón de pollo. Con el acompañamiento de su marido, hicieron milanesas y las vendieron entre su familia. Así lograron comprar los primeros cajones de papa y cebolla y otro cajón de pollo.
Posteriormente, Miriam fue una de las beneficiadas para cobrar el Ingreso Familiar de Emergencias. Con ese dinero, logró comprar más verdura, más pollo y algunas bebidas. Así estableció un pequeño emprendimiento en el cual también hace bolsones de fruta y verdura fresca.
“No pretendo hacerme rica, sino tener para comer todos los días y para los gastos de mi hijo” reveló Miriam. Además agregó que si logra cobrar el tercer IFE va a usar la mitad para la verdulería, y la otra mitad para comprar leche y pañales para Benjamín.
“Benja es un gran guerrero. Él es el que me incentiva todos los días. Si él puede, nosotros también” concluyó Miriam.