En el marco del Día Mundial del Libro, una fecha que celebra el poder transformador de la lectura, conversamos con Nélida, ex bibliotecaria con una gran trayectoria, quien comparte su mirada sobre el rol de los libros en nuestras vidas y el vínculo con los lectores.
Alguna vez leí que un libro es un universo portátil, y debo admitir que esa visión me gustó mucho. Luego, en la Feria del Libro de Córdoba, en el año 2021, encontré otra definición que también me cautivó: un libro es, en realidad, un organismo vivo. Además de gustarme, me pareció sumamente acertada. Cuando leemos, recorremos universos en un abrir y cerrar de ojos. Hacemos amigos, mejores amigos, hermanos y enemigos. Reímos, lloramos y, sobre todas las cosas, sentimos.

El 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro, una fecha conmemorativa para promover la lectura y el acceso a la cultura. Esta celebración es un reconocimiento a la importancia de los libros y los derechos de los autores. La fecha fue elegida por la UNESCO en 1995, en parte porque coincide con la muerte de varios autores destacados, como Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, todos fallecidos el 23 de abril de 1616.
En este contexto, AGNoticias dialogó con Nélida ex bibliotecaria de la Popular Sarmiento Alta Gracia; y de la Biblioteca Nacional, Sede Juan Filloy Córdoba. Con ella, conversamos acerca de la lectura y como se vive hoy en día.
Una entrada a un nuevo universo
Nélida comenzó diciendo que la lectura nos abre las puertas a un universo que, según ella, empieza incluso antes de saber leer palabras. “Hay lectores de todas las edades y autores para todo tipo de lectores. Y cuando digo de todas las edades, piensen en los más peques”, expresó. “Aunque no lo creamos, estamos leyendo desde el momento en que nacemos los gestos de quienes nos cuidan.”
Desde su lugar en bibliotecas, la mujer fue testigo de cómo los libros pueden transformarse en herramientas de exploración y crecimiento. “La lectura es y siempre ha sido una puerta abierta a un paisaje desconocido, que invita a transitarlo; y que puede generar un sinfín de emociones y sensaciones”, expresa.
“La lectura te habilita el buen habla, la buena ortografía, estimula el pensamiento y, por sobre todo, te cuenta que el mundo no gira solo en torno a vos. Que hay otros mundos, historias, personajes, culturas, miradas diversas.”
La idea en la lectura, es siempre estar abiertos a la libre exploración. “Propongo que cada quien pueda encontrar ese autor o autora que lo inspire para seguir con la lectura. Es difícil recomendar porque mis gustos, seguramente, no son los tuyos”, explicó. En esa línea, Nélida confesó que a ella le encantan “las novelas con tintes filosóficos, históricos, ensayos, sociología, filosofía”.
A la hora de aconsejar a aquellos que quieren empezar a leer, el mensaje es claro:
“Visiten una biblioteca o una librería. Que se den el tiempo de estar, mirar, leer, y vayan buscando aquello que pueda despertar su interés. Y si no tienen la más pálida idea —me ha pasado como bibliotecaria— que pidan asesoramiento a las personas que trabajan allí.”
Nélida también destaca el rol fundamental que cumple la lectura en el proceso educativo: “Estimula el desarrollo del pensamiento crítico, y a su vez puede ser una gran ventana por donde mirar el mundo.”
¿Cómo promover la lectura?
En este punto, la bibliotecaria dio un par de consejos que pueden resultar útiles: “Empezando por casa, teniendo libros a la vista; leyéndoles a los peques desde temprana edad; cantando, dibujando, pintando. Si sos una biblioteca, sacando los libros a la calle, para que la gente los pueda ver. Llevar a los niños, para que puedan entrar en contacto directo con los libros, tocarlos, mirarlos, olerlos.” También recordó con cariño: “Cuando los jardines visitaban la biblioteca, era un placer ver la algarabía que estallaba al entrar al espacio dedicado a las infancias.”
Para muchas personas resulta fácil decir que ya no hay gente que lee. Pero me atrevo a decir que eso no es cierto. Somos muchos quienes, aún hoy, seguimos apasionados por la lectura, disfrutamos de un nuevo libro y lo seguiremos haciendo por un largo, laaaargo tiempo. Larga vida a la literatura, larga vida a los libros.


