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Tres rincones en las Sierras Chicas para conectar con la naturaleza

Tres rincones en las Sierras Chicas para conectar con la naturaleza

A pocos kilómetros de la capital cordobesa se puede llegar a rincones ideales para pasar el día, hacer actividad física y disfrutar del entorno natural.

La ciudad de Córdoba tiene una de las mejores ventajas para cualquier persona que le guste viajar y hacerse algunas escapadas, aunque sea para ir y volver en el día: a su alrededor cuenta con rincones maravillosos que vale la pena visitar

A pocos kilómetros ya podemos alejarnos de la ciudad y estar disfrutando del aire serrano, de sus atractivos y propuestas.

En este sentido, una de las zonas más prolíficas en cuanto a destinos turísticos son las Sierras Chicas que están conectadas ágilmente a través de la ruta E-53 y nos permiten estar ahí en pocos minutos.

Por eso, elegimos tres lugares de esta zona de la provincia para tener a mano cuando nos agarran ganas de hacernos una escapadita.

Cerro Pan de Azúcar

Este es uno de los íconos de las sierras cordobesas. Con sus 1.260 metros sobre el nivel del mar y su particular forma puntiaguda que lo hace fácilmente identificable, es un símbolo que se erige en el cordón de las Sierras Chicas.

Para llegar a su base se puede ir por la ciudad de Cosquín o por la de Villa Allende, ingresando por un camino de tierra que es la ruta provincial 54.

Luego de zigzaguear por las sierras, se arriba a la base del cerro donde hay varios locales de productos regionales y restaurantes para no solo disfrutar de una comida, sino para pasear y llevarse algún regalito.

Pero la aventura comienza al momento de ascender al Pan de Azúcar, que se puede hacer caminando o a través de una telesilla. Por supuesto que también se puede combinar ambas opciones.

El ascenso y descenso en telesilla tiene un costo, pero para subir y bajar caminando, el acceso es gratuito y lleva unos 40 minutos y un poco menos para bajarlo. Se trata de una subida bastante empinada, pero que, a ritmo pausado, se puede hacer sin demasiada dificultad.

La recompensa es una vista completa del cordón montañoso y las localidades vecinas. ¡Vale la pena!

Reserva Los Quebrachitos 

Creada en el año 1999, la Reserva Municipal Hídrica Recreativa Natural Los Quebrachitos es uno de los bastiones naturales más importantes de las Sierras Chicas

Es un área protegida de casi 5.000 hectáreas cuyo objetivo de creación fue promover actividades de conservación, educación e investigación sobre los recursos naturales locales

“Los Quebrachitos”, en alusión a los horco quebrachos que le dieron nombre, ya casi no son su característica más distintiva, pero en su interior se encuentran las nacientes de los arroyos Cabana y Las Ensenadas, tributarios ambos del arroyo Unquillo y afluentes de los ríos Saldán y Suquía. Esa es una de sus principales riquezas.

Para llegar hay que ir hasta la localidad de Unquillo. Se puede hacer en colectivo interurbano y una vez en Unquillo, se toma un colectivo urbano para llegar a la entrada.

Entre sus atractivos está la emblemática Capilla Buffo, que resalta por su arquitectura y donde se pueden hacer visitas guiadas. 

Además de esto, la reserva propone dos paseos: uno más corto y de mediana intensidad y otro más largo con una demanda física más importante. 

Es un recorrido sumamente atractivo, que va acompañando el curso del agua y presenta pequeños saltos y sombras amplias para relajarse y pasar el día.

Tres rincones en las Sierras Chicas para conectar con la naturaleza

Río Chavascate, en Agua de Oro

En algunos lugares se lo menciona como San Cristóbal, en otros como Chavascate, este río va surcando las Sierras Chicas y es en Agua de Oro donde adquiere dos caras que vale la pena apreciar.

Esta localidad es una de las que se encuentra sobre la ruta E53, a unos 45 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Es una hora aproximadamente yendo en auto y un poco más de tiempo, en colectivo, pero hay varias opciones que salen desde la terminal.

La ruta atraviesa también el río y bajando hacia la izquierda se presenta pedregoso y rodeado de una arboleda frondosa. Una costanera larga con muchos lugares para elegir y quedarse.

Hacia la derecha, las piedras son más grandes y forman ollitas más interesantes que permiten darse un chapuzón. Acá también hay variadas opciones para elegir la de mayor preferencia y los árboles brindan buena sombra para quienes eligen refugiarse del sol.

Estas son apenas tres propuestas que se pueden encontrar en las Sierras Chicas, pero hay muchas otras que conjugan tranquilidad, bellos paisajes, movida cultural y propuestas gastronómicas destacadas. Todo para una salida perfecta.

Fuente: La Nueva Mañana

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