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Tango y Opinión

Tango y Opinión. Hoy: «Los precursores»

Tango y Opinión. Hoy: "Los precursores"
Por Raúl Pourtau, exclusivo para AGNoticias

El tango posee grandes atributos que le han permitido, a través de todos los tiempos, una auténtica identificación con nuestra cultura reconocida en distintos países del mundo.

Hablar de tango inmediatamente es mencionar  a la Argentina como la cuna de esta música. Es más, en la década de los 60 del siglo pasado, la Unesco declaró al tango como Patrimonio Cultural de la Humanidad. ¡Cómo no sentirnos orgullosos de tan importante logro!

Pero hagamos un poco de historia… Nuestra música empezó tenuemente a manifestarse en los últimos años del siglo 19.

Músicos humildes y rudimentarios pusieron sus escasos recursos artísticos para deletrear los primeros acordes, sin que ni remotamente consideraran que eran los precursores de una música que recorrería todo el planeta llevando el mensaje de nuestra cultura.

Primero fueron esfuerzos individuales, luego se conformaron tríos o cuartetos, preferentemente con flauta, violín y guitarras. También pianistas actuaban en locales del submundo porteño en locales en los que se practicaba la que sería la danza tan admirada por el mundo entero, incluso hasta hoy.

Palermo fue un lugar en el que se ubicaban el «tambito», el «velódromo», el «kiosquito»,  “lo de Hansen» y tantos otros que eran los reductos del tango donde concurrían los compadritos del suburbio y las patotas de las familias principales en las noches de diversión. Y en los que no faltaban tampoco los tumultos que a veces terminaban en hechos de extrema violencia

En esos salones amenizaban esas reuniones los pequeños conjuntos integrados por músicos que con posterioridad alcanzarían gran popularidad. Tales los casos de Roberto Firpo, Juan Carlos Bazán, Ernesto Ponzio y muchos otros.

La historia de nuestra música ofrece una extensa temática. Por ejemplo otros lugares de esparcimiento, otros medios de difusión, el papel del piano como  instrumento solista o integrando conjuntos. O  la aparición de un misterioso instrumento que sería el más representativo de todos…

Misterioso porque no se sabe cómo llegó a nuestro país habiendo nacido en Alemania, y no precisamente para integrar un género musical tan disímil y en un país tan distante de su lugar de origen. Si, hablamos del bandoneón.

Es mucho lo que ha quedado en el tintero sobre estos tiempos iniciáticos. Estamos recorriendo el periodo desde el supuesto origen del 2×4 hasta los primeros años del siglo 20.

Sintetizando, nuestro género está buscando el camino de la consolidación de su prolongada historia. Faltan muchos hechos y sus diversos protagonistas. No debemos olvidar q aún debemos recorrer un largo camino que nos conduzca a más de un siglo de música y poesía urbana. Y a eso nos iremos dedicando en estas columnas domingueras.

A todo esto, los acontecimientos se fueron internando al nuevo siglo en el marco de un tango que avanza sin cesar. Las novedades con nuevos aportes musicales que ofrecen intérpretes con mayores conocimientos técnicos. Las partituras no serían solo lejanas aspiraciones, ya que el estudio sería una actividad habitual. En este ambiente nuevas obras saldrían a ofrecerse al público tanguero, los temas clásicos irían apareciendo con frecuencia y las grandes figuras ocuparían la galería de los grandes de la historia de nuestra música.

Gardel, De Caro, Canaro, Maffia, Arolas… La aparición del tango que alcanzó una popularidad excepcional. La Cumparsita cuya autoría se debe al compositor uruguayo Gerardo Matos Rodríguez, otros títulos como El Choclo, 9 de Julio, Cuesta Abajo y mucho más gozaron de la preferencia popular. La lamentable muerte del incomparable Carlos Gardel marcaría un antes y un después en el proceso histórico tanguero. Ya diremos porque.

Por ahora, y como primera entrega, simplemente quisimos hacer una recorrida a vuelo de pájaro de los orígenes, primeros años y tiempos dorados de nuestra música ciudadana. Habrá mucho, mucho más para ir contando…

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