Por Belén Montoya – Platea preferencial es una columna pensada para hablar de cine. Saliendo del lado formal de AGNoticias, la columna se propone a recomendar películas, comentar films y a brindar «datos color» de actrices y actores pertenecientes a Hollywood, cine argentino y cine independiente. En esta ocasión, hablaremos de Cuando acecha la maldad, una película de terror argentino dirigida por Démian Rugna que promete quedarse en la mente de muchos espectadores.
Alerta spoilers: si no viste esta película -que aún sigue en cines- y queres hacerlo… ¡Volve más tarde! / También informamos que se trata de un largometraje extremadamente violento con escenas explícitas. Si pensas que es mucho para vos, no la veas.
Primer punto clave: la trama
El protagonista de la historia es Pedro –Ezequiel Rodríguez-, un trabajador de campo quien junto a su hermano descubre a un hombre en estado de descomposición. Se trata de un «encarnado», una persona que en su cuerpo contiene al anticristo. En el cuerpo de ese moribundo se encuentra latente la amenaza de un mal capaz de provocar muerte y locura a su paso. Con esa premisa, inicia ‘Cuando acecha la maldad’ (2023). Desde el momento cero, nuestros personajes nos presentan la historia como sombría, casi una pesadilla. La película empieza potente, en un ritmo que se mantiene hasta el acto final. Ver esta película, desde el momento cero, es toda una experiencia.
El folk horror en escenario rural
Sin duda alguna, el subgénero que predomina en esta película es el folk horror. Se trata de una de las tantas divisiones del terror, que agrupa a todas aquellas producciones que se encuadran en un escenario rural y tratan de maldiciones, tradiciones o actos paganos, etc. Algo que se me hizo increíble para adentrarme en la historia, es que no se pone en tela de juicio si lo que está pasando con el anticristo es real o no. Desde el momento cero, el universo de la película plantea todos los hechos como reales. El tema de la maldad se trata como si fuese una leyenda urbana que en el punto de los hechos, en el plano del aquí y ahora, está presente. Y nadie lo cuestiona, los personajes simplemente quieren revertir lo que está ocurriendo. Quizás este punto es un setenta por ciento de la trama. El otro treinta por ciento que complementa y acompaña muy bien, es el terror psicológico. Sentimientos como el miedo, la angustia, la ira y la desesperación acompañan a los personajes todo el tiempo, dando una sensación tensa al espectador. Sin duda alguna, Rugna se pasó en el ambiente hóstil y desolador que creó para este film.
Démian Rugna, padre de Aterrados y Cuando acecha la maldad
Para este apartado voy a usar una de mis frases favoritas del cine: ‘Aterrados’ (2017) tuvo que correr para que Cuando acecha la maldad pueda caminar. Cuando salió Aterrados fue un boom en Argentina, un país que no estaba acostumbrado a tener producciones de terror propias. Pero ambas películas tienen en sí la impronta de Rugna, un director que no sólo juega con el terror psicológico, sino que va más allá dando escenas colmadas de sangre, posesiones, muertos que vuelven a la vida, etc. Se trata de un director que utiliza recursos clásicos del mundo del horror pero les da una identidad argentina, ya sea por el realzamiento de las locaciones bonaerenses o incluso por las mismas costumbres que predominan en nuestro país y son parte de la historia. Lo que Rugna propone es novedoso y se siente fresco, yendo más allá del clásico ABC del terror.
¿Vale la pena ver Cuando acecha la maldad? – Por Belén Montoya
Que experiencia ver esta película. Hace mucho no me asustaba así y es el primer largometraje del género que me genera dolor de estómago -un clásico del mundo del horror-. Quizás si me gustaría advertir que no es de esas películas para ver y sorprenderse. Lean las advertencias. El director no pensó en un público sensible, por ende hay que saber que se trata de un film extremadamente violento con escenas explícitas. Si son de este nicho del terror, fanáticos también de Midsommar por ejemplo, aseguro que es una película brillante. No escatima en recursos, los personajes tienen un rol marcado en la trama y un papel fundamental. El final es de lo más inquietante que he visto en un largo tiempo. Y bueno, muchas veces buscamos qué ver en producciones extranjeras, lo mencioné en mi columna de Blondi (2023). Tenemos -me incluyo plenamente- esa mala costumbre. Pero aseguro que esta película no tienen nada que envidiarle al cine de terror Estadounidense o Asiático. Contundente, inquietante y sobre todo trascendental. Se seguirá hablando de este film con el pasar de los años. Si consideran que son el público al que apunta esta película, no duden en ir al cine. ¡Aguante el cine de terror argentino! El film tiene una duración de 99 minutos.
