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Raúl Barceló: «Jorge Cupeiro fue un piloto brillante que se subió a todo, y ganó en todo»

Raúl Barceló: "Jorge Cupeiro fue un piloto brillante que se subió a todo, y ganó en todo"

La muerte de Jorge Cupeiro, conocida en las últimas horas significa una pérdida muy grande para la historia misma del deporte mecánico nacional.

Jorge Cupeiro fue referente de los años sesenta. Integró la Misión Argentina que hizo historia con los Torino en Nürburgring. Además, condujo el legendario Chevitú, uno de los autos que cambió la historia del Turismo Carretera.

El mítico Chevitú en los años sesenta
Nuestro colega y amigo, Raúl Barceló nos acerca generosamente sus palabras en homenaje al gran piloto que dejó de existir a sus 83 años. Esto nos dejó, a modo de testimonio, Raúl Barceló:

La muerte de Jorge Cupeiro se convierte en un símbolo de una época que se va. Una etapa que fue muy rica y muy fuerte en el automovilismo argentino.

Si bien Jorge Cupeiro no fue un clásico «piloto Berta», o sea un piloto que visitaba Alta Gracia con asiduidad como lo hicieron muchos otros. Supo comentarme hace poco: «con la amistad que tengo con Oreste, nunca manejé un auto de él». De cualquier forma, la única oportunidad de modo indirecto que tuvo, fue durante las 84 Horas de Nürburgring, integrando el equipo cuando manejó el Torino Nº 2.

Jorge Cupeiro fue un emblema del motociclismo a fines de los cincuenta y después, un piloto polifacético que brilló en todo lo que se subió. Ganó en el Turismo Standard, en el Anexo J, en Turismo Carretera, ganó en la Fórmula 1 nacional, corrió en monopostos a nivel internacional. Corrió en Sport Prototipo nacional y en temporadas internacionales.

Se subió en todo, y ganó en todo. Era un piloto brillante, exquisito que tal vez no tuvo continuidad en las categorías, que le permitiese consagrarse Campeón. Se lo va a recordar por mucho, pero sobre por su incursión con el famoso Chevitú a mediados de los sesenta. Significó el comienzo de la modernidad del Turismo Carretera y del automovilismo argentino.

Nos debía una visita a Alta Gracia. No pudo estar en 2019 en el evento de los 50 años de la Misión Argentina porque estaba en Estados Unidos. Se disculpó con nosotros como organizadores mi veces y prometió «la próxima voy a estar». Desgraciadamente ya no podremos tenerlo. Un abrazo eterno a Jorge Cupeiro, un gran amigo de Oreste Berta.

nakasone