La pandemia por el coronavirus dejó en evidencia la precarización laboral, una problemática presente desde hace décadas en Argentina y en el mundo, la cual se agudiza en tiempos de Covid-19.
Desde AG Noticias dialogamos con el abogado laboralista Franco Costas, quien explicó que la precarización laboral es «el trabajo no registrado. Es la situación del trabajador que no está regularizado ante las entidades correspondientes como Afip y Anses».
Dentro de la precarización laboral existen subcategorías. Un trabajador puede estar registrado pero a su vez tener una situación irregular. Por ejemplo, cuando un empleador inscribe una fecha de ingreso diferente a la real o cuando registran un salario que no corresponde al que cobra realmente el trabajador. «Los empleados en blanco pueden percibir irregularidades que se enmarcan dentro de la precarización laboral» explica Costas.
Marco legal
El trabajador en negro o precarizado está amparado por las normas dentro del derecho laboral -ley de contrato de trabajo N° 20.744-. «Al haber una relación de trabajo y una prestación de servicio hacia otra persona, ya se considera existente un contrato de trabajo, por mas que no esté realizado de manera formal» sostiene el letrado.
Asimismo, dentro del ámbito legal existe la legislación N° 24.013, la cual corresponde a la ley de empleo. La misma establece multas para los empleadores que tienen a un trabajador de forma precariza, sin regulación: «dicha legislación engloba al trabajador en negro que no está inscripto; como así también al trabajador en blanco que tiene determinadas irregularidades«.
Mercado laboral y empleo informal
«El trabajo precarizado es una constante en Argentina desde hace años. No solamente los empleadores del sector privado tienen trabajadores en negro, sino que cada vez más se ve a los municipios o al Estado provincial que contrata a gente de manera irregular: no registrándolos o registrándolos deficientemente» afirma Costas. Y agrega: «es una situación que se prolonga y que se ve cada vez más en el sector público, por eso actualmente está tan arraigado al ámbito laboral».
Mantener a un trabajador implica muchos recursos económicos. No solo lo que es salario y aportes. Sino también lo que implica el seguro social del trabajador frente a un eventual accidente de trabajo: «todas estas aristas hacen que un empleador busque alternativas, que no son del todo regulares o legales, para abaratar costos. Es una forma de obtener rentabilidad en el negocio» manifiesta el profesional.
¿El monotributo forma parte la precarización laboral?
«Si y no. El monotributo en cuanto a figura legal existe y es totalmente válida en el caso de los trabajadores independientes y autónomos. Lo que sucede, en muchos casos, es que se utiliza esta figura por parte del empleador para enmarcar lo que sería un trabajo no registrado. Es decir, ponen a un trabajador como monotributista cuando en realidad está en relación de dependencia» explica el abogado.
Dicha herramienta es muy utilizada en el ámbito público cuando contratan a profesionales independientes y los registran como monotributistas. Mientras que en realidad cumplen horarios y no tienen dependencia técnica ya que responden a un superior que da las órdenes.
Teletrabajo y profesionales freelance
Las nuevas tecnologías modificaron las modalidades tradicionales de trabajo. Con la llegada de la pandemia por el coronavirus, diferentes profesiones y tareas tuvieron que amoldarse a la modalidad de teletrabajo.
«Hoy en día estamos padeciendo con estas nuevas modalidades de trabajo que surgen y que van a seguir a partir de la pandemia. Lo que sucede en este caso es un salto de regulación. Actualmente tenemos una ley de contrato de trabajo que está moldeada en base a un trabajador presencial que cumple sus horarios detrás de un mostrador o en una fábrica. Pero no para un trabajador que cumple su función desde su casa» comenta Costas.
«A veces, se suele pensar que es una cierta flexibilización laboral. En muchos casos no consideran ‘trabajo’ a la tarea de prestar servicios laborales desde la casa de cada empleado. Lo cierto es que hoy vemos trabajadores que cumplen horarios de la misma forma pero desde sus hogares» manifiesta el letrado laboralista.
Y explica: «actualmente no hay herramientas legales que prevean las distintas vicisitudes que puedan surgir desde el teletrabajo. No hay una regulación específica para este tipo de modalidad«.
El caso de Rappi, Glovo y Pedidos Ya
«A mi modo de ver, son modalidades diferentes de trabajo. Existe la figura de un empleador casi invisible, ya que es la aplicación la que te va dirigiendo. Sin embargo detrás de cada aplicación hay personas y por ende, hay responsabilidades» considera Costas.
Este tipo de empleo tiene aristas diferentes a lo que es un relación de dependencia tal y como la conocemos. Por tal motivo, por parte de las empresas (Rappi, Glovo, Pedidos Ya) eluden responsabilidades; por ejemplo el pago de aportes o la cobertura del trabajador frente a un eventual accidente.
«Los trabajadores tienen que llegar en determinado tiempo a entregar un pedido, tienen que circular por la calle y enfrentar cuestiones del tránsito. Están constantemente expuestos a un accidente laboral. Frente a esto no tienen ninguna cobertura de salud, solamente la que puedan tener ellos de manera personal» afirma.
Pos pandemia, ¿se va a agudizar la precarización laboral?
«Si, totalmente. El empleo se va a ver afectado por determinadas cuestiones como los despidos y las suspensiones«.
Al inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, el Presidente Alberto Fernández decretó el DNU 329 / 2020, el cual prohíbe los despidos durante la cuarentena. Sin embargo, Costas explica que este decreto «no engloba a los trabajadores en negro o precarizados. Los trabajadores informales carecen de protecciones por parte de las legislaciones del Estado«.
«Si bien son apropiadas las disposiciones que protege el trabajo de los empleados, las mismas no abarcan a toda la población de trabajadores precarizados» sostiene el abogado.
