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Para recordar, reírse y también llorar: cinco películas de Robin Williams

Platea preferencial es una columna pensada para hablar de cine. Saliendo del lado formal y periodístico de AG Noticias; la columna se propone a recomendar películas, comentar films y a brindar «datos color» de actrices y actores pertenecientes a Hollywood, cine argentino y cine independiente. En esta ocasión, recomendaremos cinco películas del aclamado comediante Robin Williams.

Robin Williams fue un memorable comediante estadounidense que falleció en 2014 a los 63 años de edad. Carismático y muy divertido, este actor ha construido una industria en torno a las películas familiares cómicas. Quizás sea uno de los actores más talentosos y más populares para algunas generaciones, por eso repasamos su filmografía y recomendamos cinco películas para ver durante este domingo.

Papá por siempre (1993)

Para quienes crecieron en los 2000, Papá por siempre puede considerarse una de esas películas que remiten a la infancia. Se trata de una comedia familiar, con un drama de fondo que tiene como estelar a un gran padre. Aquí tenemos a nuestro protagonista Daniel Hillard que se separa de su esposa y lucha por pasar más tiempo con sus tres hijos. Al ver que la justicia no responde a su pedido, Daniel decide disfrazarse de nana para entrar a su antiguo hogar y ver el día a día de los niños. Una comedia divertida, y con un hermoso mensaje acerca de las familias no tradicionales o disfuncionales. El film dura 125 minutos.

Patch Adams (1998)

Para continuar, una película dramática. Basada en la historia real del Dr. «Patch» Adams, aquí seguimos la vida de un médico que ayuda a niños de un peculiar modo: a través de la risa. Pese a ser una película muy emotiva por los temas que aborda, también es necesario destacar que este film es el que mejor retrata como la risoterapia también puede ayudar en tratamientos de curación largos y complejos. Si bien tiene momentos para reír, este largometraje se inclina más para aquellos fanáticos sensibles que disfrutan de llorar con alguna película. El film dura 115 minutos.

Aladdín (1992)

Si bien es raro destacar a actores por sus personajes animados, en este caso podemos hacer una excepción. ¿Quién no recuerda al amigable genio de la lámpara que ayudó a Aladdín? Este personaje se volvió uno de los más icónicos dentro de las filas de Disney, siendo parte de la infancia de miles y miles de personas. En cuanto a la historia de Aladdín… Aquí seguimos la historia de un joven ladrón que, luego de cruzarse con una lámpara, comienza a vivir un mundo de aventuras y magia. El film dura 90 minutos.

Jumanji (1995)

Basada en un libro del 81, Jumanji trae una propuesta muy interesante a la pantalla grande. Se trata de un juego de mesa ‘maldito’, que acarrea muchos peligros relacionados a la selva. Además de ser novedosa, Jumanji cuenta con recursos en la trama que ayudan a hacerla totalmente interesante; como por ejemplo, las líneas temporales que maneja. Tenemos el pasado de nuestro protagonista, el presente y posteriormente, el futuro. Las líneas se cruzan una y otra vez en el relato, creando tensión en los personajes y en el ambiente. También la película genera gran euforia y expectativa a medida que avanza, ya que el juego se va tornando más salvaje minuto a minuto. El film dura 104 minutos.

Más allá de los sueños (1998)

Otra obra maestra del gran Robin Williams. Una película colmada de fantasía, pero sobre todo de mucho arte. Este largometraje relata lo que pasa al llegar al cielo. Alejándose un poco de las creencias religiosas, utiliza la idea del ‘más allá’ para crear un mundo colorido y feliz. Pese a que la premisa nos indica algo maravilloso, la película también aborda temáticas fuertes como el duelo, la muerte y la pérdida. Quizás no sea el film más adecuado para todas las edades, pero sí es una película impecable y hermosa que vale la pena ver, al menos una vez en la vida. El film dura 108 minutos.

Mención honorífica: El hombre bicentenario (1999)

Finalmente, una mención honorífica hacia esta película de Ciencia Ficción. El hombre bicentenario es una historia que sigue la vida de Andrew, un robot que puede sentir emociones. No hay mucho más que decir, una premisa básica pero muy emotiva, como un homenaje a las inteligencias artificiales. El film dura 132 minutos.

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