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Elecciones 2021

Martín Gill: “En plena pandemia, la Nación realizó 460 obras en Córdoba”

Martín Gill: “En plena pandemia, la Nación realizó 460 obras en Córdoba”

Martín Gill. Intendente de la ciudad de Villa María en uso de licencia. Actual Secretario de Obras Públicas del Gobierno Nacional. Dos veces Rector de la Universidad Nacional de Villa María y ex Secretario de Políticas Universitarias de la Nación.

Martín Gill encabeza la boleta de candidatos a Diputados por el Frente de Todos en nuestra provincia. AGNoticias dialogó con él, sin tamices ni medias tintas a la hora de las definiciones y las propuestas.

¿Qué lectura se hace de las PASO a estas alturas?

En el orden nacional, claramente la elección ha estado cruzada, por el escenario que ha quedado en torno a la pandemia. Y también a la pandemia económica que viene en Argentina desde hace cinco años como mínimo. Esa es una realidad. La gente hace mucho la viene pasando mal. Primero, porque durante el año 2018/2019 la crisis económica se profundizó enormemente, el país dejó de crecer, la inflación trepó a un nivel estructural por sobre el 50%. La mitad de los niños cayó en la línea de pobreza. El país se endeudó a niveles insostenibles para su pago y para su recupero.

Pero hubo elecciones y…

En esa Argentina, donde la gente la pasaba muy mal, asumió Alberto Fernández con la esperanza de volver a encender la economía, y la esperanza de ponerla en movimiento, de generar trabajo, de construir un país distinto; y al día 99 llegó una pandemia que hizo que el mundo se parara. Más allá de los esfuerzos que son públicos, notorios del Estado procurando y tratando de cuidar la vida de los argentinos. De construir hospitales, de conseguir respiradores, de conseguir la vacuna y de llevar adelante esta tarea, todo fue complicado. La gente hacía mucho tiempo que no la pasaba bien y en todo el mundo, los oficialismos fueron de alguna manera ‘sancionados’, o tuvieron una dificultad electoral en cuanto al contexto de pandemia. Entonces esa es una realidad que acá no podemos desoír.

Desconocer esa realidad sería hacer un análisis parcial…

Exactamente, es una realidad que no podemos desoír. Esa realidad encontró un gobierno que se sintió interpelado por las urnas. El presidente, el día domingo no se enojó con los argentinos. En todo caso se enojó consigo mismo, con su equipo, con este desafío que nos ha planteado a todos este tipo de gestión en tres grandes líneas. Por un lado, aquellas cosas que no se pudieron hacer por la pandemia y forman parte de nuestra estrategia y decisión de
gobierno en diciembre de 2019. Por otro lado, aquellas situaciones o aquellas realidades que empezaron a llevarse adelante, que quizá se nota en la macroeconomía donde hay indicadores muy importantes de una reactivación económica sostenida, pero que todavía no se ven en el bolsillo de la gente. La gente pide que rápidamente se profundicen para que se vean. Y en tercer lugar, que aquellas cosas que no se hayan hecho bien, se corrijan, se cambien y se hagan bien.

Una elección como la que pasó también sirve de espejo para esas cosas…

Por supuesto. Nuestro objetivo no es ganar las elecciones el 14 de noviembre; por supuesto que como proyecto político aspiramos a tener el mejor resultado posible, porque lo necesita el presidente y porque forma parte de una cuestión accesoria a lo verdaderamente principal, que es que a este gobierno todavía le queda por recorrer más tiempo del que ha transitado. Y en los próximos dos años y 3 meses, el gobierno de Alberto Fernández tiene una responsabilidad primaria que es hacer un país distinto, un país federal.

¿Qué es hacer un país federal, ya que está en boga ese término?

Es hacer un país que abandone definitivamente el recurso de especulación financiera como variante de crecimiento; y vuelva a poner el acento en el trabajo, en la producción, vuelvo a ponerlo en la industria porque en el año 2019 la Argentina era una timba financiera con lo que hacía el Estado. Y hubo récord, el récord de endeudamiento de 100.000 millones de dólares; el récord de fuga internacional de esos recursos, como se dio en esa operación que puso en jaque los próximos 10 años de crecimiento en la Argentina.

Esos dineros eran herramientas financieras para la actividad productiva y sustrato comercial. Porque cualquier empresario que tenga un capital y lo pone a generar trabajo, también calcula tener una rentabilidad en la inversión que realiza. Pero cuando de pronto, esos fondos los puede poner en un banco para que le den 100% de interés, como fueron las tasas que se hicieron en ese momento… eso ‘desalienta’ la producción, y esto lo que sucedía en Argentina.

“Durante un año y ocho meses, los peores de la historia, la Nación trabajó poniendo en marcha nada menos que 460 obras en cada rincón de la provincia de Córdoba. La única verdad es la realidad”.

¿Hoy como evalúa la situación?

Hay una realidad completamente diferente. Por eso creo que la industria se ha recuperado a diferencia del primer trimestre 2018 cuándo se generó el proceso de descomposición de la economía nacional con el macrismo. Ya no solo se recuperó de la pandemia, se están recuperando niveles mucho más grandes. Los invito a que recorran las industrias que están en la zona de Alta Gracia y seguramente cada uno de los empresarios va a decir como estaba en 2019 y cómo está hoy. Se puede tener problemas por supuesto, pero hay un Estado que protege la industria nacional, la estimula y la promueve.

Volvamos al concepto de federalismo del Frente de Todos…

El presidente ha sido claro en su visión federal. Federalismo es cuando cualquier persona que se encuentre en un rincón de la Argentina tenga la posibilidad de estudiar, trabajar, acceder a la vivienda, desarrollarse, tener acceso a los servicios básicos, educación; que pueda vivir de manera muy plena su proyecto de vida. Eso es un proyecto federal.

Ahora, cuando los grandes conurbanos se llenan de sueños y de frustraciones, de Argentinos que tienen que emigrar de su lugar en busca de un sueño, de una promesa, de una expectativa que acá fracasa, ese es un país concentrado, cómo es el que dejó Mauricio Macri cuando por ejemplo, para el distrito más rico de América Latina que es la ciudad de Buenos Aires, modificó la coparticipación. Es cómo sacarle el pan de la mesa de los pobres para llevarla a la mesa de los ricos, eso es lo que sucedió en Argentina. Y eso es también lo que el presidente Alberto Fernández ha comenzado a desarmar.

¿Se trata de un nuevo sistema de reparto?

Por supuesto. Yo vengo de un sistema que es el universitario. Y la creación de universidades, es una de las experiencias más profundas de construir un país federal, implica generar oportunidades en cada rincón del país, como viene haciendo este proyecto político que ha creado universidades en todo el país. Durante el gobierno de Mauricio Macri, se paralizaban las obras en las universidades, una sola obra en cuatro años. Nosotros hemos puesto en marcha ya más de 100 obras en el primer año de gestión. Y esas obras no son solo un laboratorio, una biblioteca, un aula, sino significan el sueño de miles y miles de argentinos que, en cada rincón del país, van a poder estudiar, estudiando van a poder crecer, van a tener una comunidad social afectiva, van a empezar a generar oportunidades. Entonces ¿hace falta un debate?. Sí ¿profundamente federal? sí.

¿Cómo viene Nación con la obra pública?

De eso estaba hablando. Una sola obra en la provincia de Córdoba en el año 2019 activa… y hoy son 460 obras en todo el territorio provincial. En definitiva, es eso de lo que estamos hablando. Cada una de esas obras representa y marca la construcción de una Córdoba también mucho más federal.

Schiaretismo vs gobierno nacional ¿Es solo para las urnas o lo considera una postura política?

Es una postura electoral, no me caben dudas. Es una estrategia para la construcción pragmática del discurso electoral. Buscar donde poder sacar un voto, digamos. Yo vengo de una línea de ideas políticas que significa que yo no digo cualquier cosa para sacar un voto. Prefiero ‘morir con las botas puestas’ que cambiar mi idea en función de generar un voto.

«No hay nadie en el gobierno de Córdoba, nadie que no reconozca en privado lo que el gobierno de Alberto Fernández aún en la peor crisis económica, y en la peor crisis de salud, hizo por la provincia de Córdoba«.

Que ha dado vuelta la página de desencuentros y no ha coaccionado ni condicionado nunca al gobierno de Córdoba a cambio de un beneficio o a cambio de reparar un error que pudo existir. Ha sido lo más, no digo la palabra generoso porque también sería injusto marcarlo así, ha sido justo con la provincia de Córdoba, dándole lo que se merece. Y esto yo lo puedo contar desde 500 acciones que ha tenido el gobierno.

Lo puedo contar desde su ‘actividad’ turística, donde el PreViaje encontró a Córdoba como el segundo destino de viaje más importante del país, para reactivar e invertir en la actividad turística. Lo puedo contar en las obras, lo puedo contar en la planta de Bajo Grande, que es la planta depuradora más grande del interior del país donde había un convenio de cofinanciamiento 70-30, y cómo la provincia tenía dificultades económicas, cuando iba el 47% de ejecución de la obra, Nación decidió asumir el 100% para que Córdoba tenga cloacas en ductos troncales. Antes hubo obras que se prometieron y no se hicieron, y que este gobierno ha reiniciado como la autovía Holmberg – Río Cuarto o la autovía de paso de Villa María por solo nombrar algunas.

Por otra parte, Córdoba tiene tres grandes polos y este gobierno ha vuelto a ponerla de pie con un programa sostenido de inversiones en la industria para defensa y reincorporación de trabajadores.

En el tema industrial, este gobierno nacional ha asistido a los industriales y comerciantes cordobeses con el ATP, con la inversión más alta de la historia permitiendo atravesar el momento más crítico de la crisis, y permitiendo acceder al crédito de mercado subsidiado. El gobierno se está moviendo en materia de desarrollo social. En una Córdoba donde nos duele la pobreza, ha llegado este Estado nacional asistiendo todos los meses con aportes integrales; es un Estado que auxilia y acompaña, generando trabajo, que es lo que le va a cambiar la vida a la gente, porque el plan no se la va a cambiar nunca.

¿Cómo está el tema de la caja de jubilaciones, siempre tan problemático?

La caja de jubilaciones ha sido el talón de aquiles de la relación de la Provincia con la Nación. ¿Por qué no se habla de la caja de jubilación en esta campaña? ¿Por qué no se habla de este tema?

No sé, dígame usted…

Me parece que está invisibilizado porque el gobierno de Alberto Fernández desde que asumió, transfirió a las administraciones provinciales de las 23 jurisdicciones, más la ciudad de Buenos Aires, 57 mil millones de pesos para cubrir los déficit de las cajas de jubilaciones provinciales. Casi el 50% de esa transferencia, vinieron para Córdoba, a donde llegaron más de $24 mil millones. ¿Y por qué tanto? Porque en el Caso de Córdoba, el gobierno de Alberto Fernández decidió pagar las promesas incumplidas de Mauricio Macri de los aportes de 2018, del 2019 y comenzar a pagar el 2020. Es cómo que pagó tres años en un solo año. Y en ese sentido, es que la Caja de Jubilaciones va a dar superávit de manera corriente, por la extraordinaria cantidad de aportes que se otorgaron desde el gobierno nacional.

Entonces hay que ser justos, hay que discutir las cosas que hay que discutir, por supuesto, en un marco de diálogo y respeto; pero no hay que mentir, no hay que distorsionar ni cambiar el discurso en función de los tiempos y de los procesos electorales. Al menos nosotros, se que siempre vamos a tener el mismo eje discursivo, y donde estemos, vamos a trabajar por Córdoba y por los cordobeses. No nos queda ningún otro interés, como lo pudimos hacer siendo Secretario de Obras Públicas durante un año y ocho meses, los peores de la historia, poniendo en marcha 460 obras en cada rincón de la provincia de Córdoba. Cómo dice el General “la única verdad es la realidad”. La verdad siempre existe y termina aflorando”

Si está relación Nación-Provincia se traslada a las regiones, a lo local, al Departamento Santa María ¿Cómo es el diálogo?

Con todos los intendentes es permanente el diálogo. De hecho, con el ministro Sosa (Obras Públicas de Córdoba) y con Marcos ahí en Alta Gracia, hemos tenido numerosos encuentros para destrabar y solucionar una obra que va a venir con financiamiento del BID de un crédito encabezado por la Secretaría de Obras Públicas, pero que contará con el trabajo conjunto de nación, provincia y municipio, y será una obra muy importante para la ciudad de Alta Gracia como es el acceso norte. Y tenemos una agenda de trabajo importante con Marcos, como la estamos teniendo con Anisacate, Malagueño y con las localidades más pequeñas del Departamento. Nosotros trabajamos permanentemente el diálogo con todos, y tratamos constantemente de asistir, de colaborar. Ese es nuestro objetivo y nuestro norte. Nunca vamos a condicionarlo a un proceso electoral ni a los debates, ni a los tiempos ni a los discursos.

“El Peronismo de Córdoba tiene que darse un profundo debate interno si quiere tener a la justicia social como columna vertebral, la producción y el empleo. Que no dé igual cualquier modelo”.

Las preguntas son: ¿hay espacio para ese debate? ¿cuántos peronismos hay en Córdoba?

En los últimos discursos pareciera que peronistas somos todos. Yo creo que hay muchos que consideramos que tenemos el mismo origen, el movimiento justicialista, que hemos nacido de una misma matriz, de un mismo pensamiento. Pero hay matices. Hoy no nos sentimos parte del mismo presente, y el desafío es darnos el debate que nos permita, sobre las ideas, sentirnos parte de un mismo futuro. Creo que ese es el desafío que tenemos, y que en ese debate no nos puede dar lo mismo un modelo económico que concentre la riqueza en Buenos Aires, que incrementa la pobreza concentrando la riqueza en sectores más poderosos a costa de los sectores más débiles; que no alienta la producción y la industria en función de medidas que la destruyen y que la paralizan, y terminan convirtiéndola en puntos de distribución de productos importados más que en centros de producción y de trabajo

No nos puede dar lo mismo un país que endeuda a los argentinos y los hipoteca con una deuda insostenible; que no invierte en obras ni en programas sociales y de generación de empleo, y que solo piensa en pagar la deuda y sostener un tipo de cambio irrisorio por donde se mire. Necesitamos que el país tome las banderas del Justicialismo, que las adecue al tiempo que estamos transitando, que las adapte a los nuevos desafíos y que bajo esa premisa reconozca la justicia social, el trabajo, el empleo, la producción y la construcción de un país más federal que es un país más justo.

¿Y esto, trasladado a Córdoba?

Y lo mismo va a suceder en Córdoba, y tenemos que tener la convicción de que nunca tenemos que abandonar nuestro objetivo de hacer una Córdoba más equitativa, más integral. Con la potencialidad de siempre y que el tiempo ha fortalecido. Córdoba tiene una capacidad productiva, industrial, tecnológica, de servicios, cultural, universitaria, que hace que tenga la matriz necesaria para ser la mejor provincia del país. Ojalá seamos muchos los que estemos de ese lado y podamos decirle a los cordobeses no sólo lo que el ¡ proyecto político justicialista hizo en los últimos 25 años, sino lo que vamos a hacer en los próximo 20 años para poder hacer una Córdoba mejor día a día. Ese debate seguramente lo vamos a dar a partir del día 15 de noviembre.

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