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Malvinas, o cuando la guerra se hizo canción

Una recorrida por las canciones que nacieron a partir de la gesta de Malvinas.
Por Juan Carlos Gamero

La Guerra de Malvinas movió muchos sentimientos en la sociedad. La música no fue ajena a ello, y especialmente el rock se hizo presente en expresiones artísticas que hasta hoy escuchamos. Por ello, en estas jornadas tan especiales decidimos reeditar esta nota.

Paradójicamente, el conflicto bélico de aquel lejano y doloroso 1982 tuvo un efecto rebote en la cultura nacional. Lo que hasta unos días antes era malo, feo y prohibido pasó a ser prioritario, lindo y bueno. Entonces, las radios desempolvaron los viejos discos censurados por la dictadura y comenzaron a escucharse canciones en castellano. Algunas radios, incluso, debieron salir desesperadamente a buscar música a otro lado porque literalmente no la tenían en sus discotecas.

Para los más jóvenes y desprevenidos, hablamos de 1982. No había internet, ni apps para descargar música. Ni siquiera pen drives donde almacenar temas musicales. Las radios pasaban música poniendo al aire discos de vinilo y alguno que otro casete. Las discotecas eran armarios o habitaciones repletas de discos que hoy son una reliquia y que se cotizan como en bolsa en las ferias de vinilos.

La guerra y la música

Si bien los músicos nacionales se hicieron ver con temas homenaje a Malvinas a partir del 82, siempre hubo adelantados que no necesitaron de un conflicto bélico para cantarle a nuestras heladas y lejanas tierras australes.

Don Atahualpa Yupanqui (¡cuándo no, maestro!) ya había escrito «La hermanita perdida» once años antes de que Galtieri decidiera enviar las tropas a Malvinas.

Malvinas, tierra cautiva,
de un rubio tiempo pirata.
Patagonia te suspira.
Toda la Pampa te llama.
Seguirán las mil banderas
del mar, azules y blancas,
pero queremos ver una
sobre tus piedras, clavada.
Para llenarte de criollos.
Para curtirte la cara
hasta que logres el gesto
tradicional de la Patria.

A aquella canción de Atahualpa que tan bellamente interpretaron Lolita Torres con Ariel Ramírez, se le fueron sumando, con la guerra ya convertida en un hecho concreto, muchos temas más. Del rock sobre todo, pero también desde la canción popular y del folclore.

A la hora de repasar páginas nacidas en el folclore argentino sobre Malvinas, la guerra y sus héroes, encontramos unas cuantas.

En nuestra ciudad, Pablo Lobos compuso «Puerto Argentino«, una bellísima composición dedicada a Malvinas y a los muchachos que allí combatieron.

Sí la verdad me apuñaló, no fué porque quisiera yo, y el frío no me dejó ni pensar… si luchaba por mi tierra o luchaba por la guerra no lo sé… Sólo sé que nos mandaban.. sólo sé que nos mataban… 
Ví la mañana enlutarse por retazos, color ámbar y de muertos olvidados..y de ese aire que encarnó aquí en mi garganta, para gritarle al silencio en el oído.. gritando por el mundo que está vivo.. y por los que hoy no están conmigo.

En «2 de Abril», de Juanón Lucero hace un homenaje a su manera a los héroes de Malvinas; «Un soldado correntino» se llama el tema de El Pampa Oberá; «El héroe olvidado» es un recitado de Carlos Ramón Fernández; el relator de jineteadas y cantor criollo Matías Cattáneo grabó «El loco de Malvinas»; tal vez (y sin tal vez), la canción que el folclore le regaló a la memoria de Malvinas fue «La carta perdida», interpretada por Soledad.

El rock dijo presente

La lista es larga, larguísima. Temas musicales que homenajean a Malvinas y a nuestros soldados, surgidos desde el rock sonaron y suenan cada 2 de abril. Algunos mucho más conocidos que otros, por supuesto. Pero hay de todo y en todos los ritmos.

Desde «La Isla de la buena memoria» de Alejandro Lerner, o del sentido «Reina Madre» de Raúl Porchetto, hasta «Nido de almas» de Malón o «No quiero ir a la guerra», de Flema. El abanico es amplio en ritmos, poesías, voces y calidad musical. Pero todo es válido, absolutamente válido a la hora del homenaje y la memoria.

«Iluminados por el fuego», del gran León Gieco integra la galería de las más conocidas. Un listado donde entrarían «Vencedores Vencidos» de los Redonditos, «Gente del Sur», de Rata Blanca, «Héroes de Malvinas» de Ciro y los Persas o «Comunicado 166″ de Los Violadores.

Pero como dijimos la lista es larga y variopinta. Tren Loco grabó su potente «Acorazado Belgrano», Bulldog hizo lo propio con «La historia de Ramón»; «Memorias de la guerra» fue el tema del poco conocido grupo Embajada Boliviana; Attaque 77 cantó «2 de Abril» mientras que Callejeros hizo «No volvieron más».

¿Continuamos? Almafuerte atronó con «El visitante»; Bulldog volvió a la carga con «Violadores«, Apocalipsis grabó «1982» y Charly (tendría que haber estado en la galería principal, claro) nos regaló «No bombardeen Buenos Aires».

Antihéroes editó «Don Lunfardo y el Sr. Otario«, particular nombre para un tema homenaje a Malvinas. Tanto como «Un balcón no es lo mismo que un un bombardeo«, tema de Científicos del Palo. Fito Páez hizo «La canción del soldado y Rosita Pazos», mientras que la Bersuit grabó «El viento trae una copla».

Piero con «Las hermanitas Malvinas», La Perra que los Parió con «Malvinas», «Angeles caídos» de Attaque y «Aquellos otros» de Alejandro Lerner podrían completar esta lista de canciones homenaje a la gesta de Malvinas.

También hubo adelantados

Pero en el mundo del rock también hubo canciones que hablaban de paz, que fueron escritas, cantadas y grabadas antes de la guerra y que luego se revalorizaron cuando el conflicto literalmente nos estalló en las manos. «Solo le pido a Dios», de León Gieco apareció en 1978 como uno de los cortes del «4to. LP», mientras que «Algo de Paz», de Raúl Porchetto fue parte del histórico disco «Metegol», editado en 1980.

Ambos temas fueron censurados y escondidos en el fondo de las discotecas cuando aparecieron. Sus letras fueron prohibidas y paradójicamente fue la guerra la que les corrió el velo para que sus mensajes se multiplicaran por millones de gargantas cantándolos.

Hoy, a 38 años de la guerra del Atlántico Sur, con sus heridas aún abiertas, sus héroes, sus caídos y sus historias escritas a sangre y fuego, podemos decir que el conflicto bélico dejó como legado, entre otras cosas, un importante acervo cultural en canciones y poesías.
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