Ella es cinturón negro 4° Dan (cuarta categoría dentro de las nueve que existen entre los cinturones negros) y se dedica hace 12 años a enseñar Taekwondo y aproximadamente 10 que inculca y enseña el arte marcial en nuestra ciudad.
Una mujer que destaca en un ámbito considerado exclusivamente para hombres brindó sus palabras a AGNoticias y contó un poco de como vive lo que es hoy, su trabajo, su pasión y su estilo de vida.
¿Cómo fue su inicio en este ámbito?
Me fue difícil pero no imposible. Hoy en día doy gracias a haber tomado este camino que me permite hacer lo que amo y ayudar a los demás. Muchas veces ocupando lugares o funciones que no hacen al arte marcial en sí. Hablo de ser compañera, confidente, psicóloga y mamá de los propios alumnos.
Ahondando más en sus inicios comentó que en ese entonces el hecho de que una mujer fuese instructora de artes marciales era “raro y poco aceptado”. Había una creencia errada que por el hecho de ser mujer “no te podías dedicar a un trabajo donde mayoritariamente hay hombres”.
¿Le costó llegar al lugar que ocupa hoy?
Hacerme de carácter me tomo tiempo y afianzarme tomando un lugar cada vez más notable también. Hoy en día gracias a ese primer paso, puedo ver en esta disciplina muchas mujeres entrenando y dedicándose a dar clases.
Como dato curioso contó que del total del alumnado que comenzaron con ella solo el 10% o 15% aproximadamente eran mujeres, y de esa pequeña cantidad solo Mabel logró alcanzar el rango de 4to Dan.
La instructora cuenta con una trayectoria muy grande, con reconocimientos provinciales y nacionales. Entre ellos se destacan, el “Pin de Oro” al Mejor Profesor a Nivel Nacional que brinda la escuela Chul Hak San, a la cual ella pertenece. Este mérito lo consiguió tres años seguidos lo que le permitió acceder al reconocimiento más alto que entrega la escuela, que es el “Pin de Eiriz” a la Trayectoria.
Cómo consigna del Día Internacional de la Mujer, la pregunta principal fue: ¿Qué significa para vos este día?
Significa un día para valorar y destacar el accionar de la mujer en nuestra sociedad. Que a mucho sudor y accionar ha venido ocupando lugares que en un principio eran de los hombres. Poniéndolos casi a un mismo nivel de acción y efectividad.
