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La rebelión de los gastronómicos llevó la situación al límite

La rebelión de los gastronómicos llevó la situación al límite

Los gastronómicos de Alta Gracia han cerrado filas y manifestaron su oposición a las medidas de restricción dictaminadas por el Gobierno.

El sector de gastronómicos de nuestra ciudad sigue en pie de guerra. «No hay negocio que subsista con cuatro o cinco meses con las puertas cerradas», fue una de las frases más escuchadas anoche.

Todo ello ocurrió en el local de Arquestrato ubicado en la zona de El Alto. Su dueño decidió abrir su negocio. Por la mañana, las autoridades le labraron un acta. Ante el reiterado accionar de tener su establecimiento abierto, por la noche se dispuso su clausura.

Esto motivo que muchas personas se llegaran hasta el lugar en apoyo al comerciante. Incluso se notó la presencia de varios dueños de otros establecimientos, en solidaridad con el propietario de Arquestrato. «Vinimos a apoyar a Gastón. Los gastronómicos nos propusimos ir a cada lugar a apoyar. Ustedes se dieron cuenta, el Pueblo se paró. La gente está cansada, se dieron cuenta que lo único que cerraron fueron los bares. Necesitamos que la ley sea justa. O cierran todos, o no cierra nadie», dijo uno de ellos. «No es una rebeldía, no pedimos otra cosa más que trabajar», agregó.

Hoy continuará la historia con otro capítulo. El dueño de Arquestrato deberá concurrir a hacer su descargo a ámbitos municipales. Pero el resto de los bares y restaurantes prometen seguir adelante en la actitud, aún a contramano de las leyes, y apoyándose en su necesidad.

nakasone