AG Noticias
Altagracienses por el Mundo

La historia de Karim: «En Italia logré lo que en Argentina te lleva años, aunque acá les falta pasión»

La historia de Karim: "En Italia logré lo que en Argentina te lleva años, aunque acá les falta pasión"

En esta sección te invitamos a conocer las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. Hoy dialogamos con Karim quien está viviendo en Italia y trabaja como guardia de seguridad en eventos y soldador industrial. Además, ha capturado la atención de las redes sociales con un video en el que compara el fútbol de barrio en Italia y Argentina. En el mismo, no solo ilustra las diferencias culturales en el deporte, sino también el contraste entre el ritmo de vida en ambos países.

En AGNoticias la sección «Altagracienses por el Mundo» ya es un clásico de nuestro portal informativo. Un espacio dónde les acercamos los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más al altagraciense Karim Morales.

Karim nació en Alta Gracia y parte de su infancia y adolescencia las vivió en nuestra ciudad. Sin embargo, siempre soñó con viajar y decidió hacerlo tanto para tramitar la ciudadanía como para buscar una mejor calidad de vida.

«El primer motivo fue saber que podía tramitar mi ciudadanía italiana y que con ella me puedo mover libremente por toda Europa. Además, quería buscar una mejor calidad de vida. En Alta Gracia se vive bien, pero como en todas partes de Argentina se tiene que trabajar mucho y la remuneración no alcanza para ciertos gustos. Es mucho lo que se trabaja para lo poco que se gana».

Actualmente está viviendo en Italia donde vivió un par de meses primero en un pueblito oculto en una colina. Allí consiguió tramitar la ciudadanía y trabajó en la cosecha de oliva. «Luego de dos meses me cambié de pueblo. Conseguí trabajo en una fábrica como soldador industrial y también como guardia para fiestas, eventos y boliches. Ambas las llevé a cabo en Alta Gracia, Córdoba».

«En ese pueblo estuve 7 meses y ahora estoy transcurriendo mi primer mes en Térmoli. Una localidad de Italia muy parecida a Mar del Plata. Estoy muy cómodo acá porque me queda cerca de estos dos trabajos».

Combinando sus dos profesiones en la soldadura y como guardia de seguridad

Karim lleva ya 13 años dedicándose a la soldadura, y 9 años trabajando como guardia en boliches, fiestas y eventos. «Estas dos profesiones han sido las más constantes en mi vida laboral, aunque he trabajado en muchos otros rubros a lo largo de los años».

No obstante, ha pasado por distintos trabajos, desde supermercados, restaurantes, tareas de limpieza, pintura y en el sector de la construcción.

«A pesar de esa diversidad, la soldadura y la seguridad han sido mis dos principales ocupaciones, y sigo ejerciéndolas aquí en Italia, donde he encontrado la posibilidad de continuar con ambas actividades».

¿Cómo es la realidad de conseguir trabajo y vivienda en el extranjero?

Emigrar en busca de nuevas oportunidades lleva tiempo. La incertidumbre de no saber si se podrá conseguir trabajo y vivir con una mínima seguridad pesa a la hora de tomar la decisión.

Basándose en su experiencia personal, el altagraciense sostuvo que la mudanza a Italia no fue complicada. Viajó junto a su hermano, cuñada, y esposa. «Antes de llegar, ya habíamos coordinado con una persona que se dedica a conseguir alquileres para viajeros. Apenas arribamos, ya teníamos un lugar».

A continuación contó que, en comparación con Argentina, es muchísimo más fácil encontrar alquiler en Italia. Incluso las viviendas suelen estar completamente amobladas, incluyendo vajillas, acolchados, heladeras, ollas y sartenes.

«No hace falta comprar nada adicional. Los requisitos para alquilar son mínimos y, si te encuentras en un pueblo pequeño y apartado, como nos pasó a nosotros al principio, es probable que ni siquiera te pidan documentación. Te alquilan de palabra: pagas y listo. Además, los precios son muy accesibles considerando todo lo que traen».

En cuanto al trabajo, tampoco tuvieron grandes dificultades. «Somos cuatro personas jóvenes y en todos los lugares a los que íbamos, estaban interesados ​​en contratarnos. Hay mucha gente dispuesta a ayudar, con buen corazón, dispuesta a darte una mano».

«Creo que, en Italia, la mayoría de los trabajadores son extranjeros, así que encontrar empleo no es complicado. Por supuesto, depende de la actitud de cada uno. Yo siempre fui positivo y, gracias a eso, nunca tuve problemas para conseguir trabajo, ni en Argentina ni aquí en Italia».

El día a día de un argentino viviendo en Italia

Para Karim, la vida diaria en Italia está llena de desafíos y nuevas experiencias. Desde adaptarse al clima y la cultura local hasta aprender el idioma y navegar por diferentes trámites, cada día trae algo nuevo.

Este expresó que lo que más le ha gustado de Italia es la seguridad y la calidad de vida. «Acá podes caminar tranquilo. No tenés miedo de entrar a ningún barrio peligroso o cosas así de las que uno ya sabe que se tiene que cuidar allá en Argentina».

«La calidad de vida es buena. Los alquileres son accesibles acorde a tu sueldo y con menos de 40 euros te podes vestir de los pies a la cabeza. Eso es menos de un día de trabajo acá en Italia».

Sobre la vida en este país, explicó que ser argentino en Italia tiene un plus especial debido a que los italianos sienten un gran afecto por Argentina, en parte por la admiración a figuras como Maradona. «Aquí se celebran muchas fiestas argentinas en diferentes lugares, lo que crea un ambiente familiar y acogedor para los argentinos. Sin duda, elegir Italia como destino es una muy buena opción».

Seguido de esto, señaló que con el idioma le pasó que llegó con un nivel muy básico de italiano, apenas conocía algunas frases. Sin embargo, al relacionarse con la gente, fue mejorando poco a poco. «La verdad es que aprender italiano no fue tan difícil ni me preocupaba demasiado, porque sabía que tarde o temprano, con la práctica diaria, iba a poder entenderlo».

«Hubo situaciones complicadas, especialmente al comenzar a trabajar en la fábrica donde estoy ahora. Al principio, me costó adaptarme a las máquinas, ya que las pantallas mostraban palabras abreviadas en italiano. Además, tuve dificultades con los nombres de las herramientas, las indicaciones y las medidas. Pero, después de un par de semanas, ya me había familiarizado y lograba captar mejor todo».

Por otra parte, sobre la gastronomía mencionó que está sobrevalorada y que no hay que dejarse engañar por lo que uno ve en Instagram. «Para mí, las pizzas argentinas son mejores, y ni hablar de la carne: mil veces mejor en Argentina. Las pastas aquí son buenas, pero no me impresionan tanto. Además, el pan no me gusta; es duro y gomoso».

«Desde mi punto de vista, la panadería argentina no tiene nada que envidiarle. Las facturas son escasas, y solo hay cornetos, que son un tipo de medialuna, pero no son nada del otro mundo. Aquí, todo se sirve con Nutella y crema de pistacho, algo que no es de mi agrado, y para colmo, no conocen el dulce de leche; tengo que comprarlo por internet».

Finalmente en relación al clima aclaró que todo depende de la región en la que uno se encuentre, pero que en general es muy similar al de Argentina. «Esto hace que la adaptación sea más llevadera y, en mi caso, estoy muy contento con eso».

Comparando experiencias: de Argentina a Italia

Acerca las experiencias y lecciones que le dejó el emigrar, para Karim ha sido lograr en pocos meses lo que en Argentina lleva años. No obstante, le da mucha tristeza el haberse ido. «En Italia, se trabaja igual de duro que allá, pero lo que más me afectaba en Argentina era trabajar toda la semana y aún así no poder darme ciertos gustos».

«Allá solo tenía mi moto, mientras que acá, trabajando de la misma manera, en menos de tres meses pude comprar mi primer auto, algo que siempre soñé y no podía creer cuando lo logré. A veces todavía no caigo en la cuenta de que estoy manejando mi propio auto por las rutas de Italia. Es algo que nunca imaginé».

El altagraciense agregó que lo que allá costaba tanto tiempo y dinero, aquí es mucho más accesible, hasta el valor de las monedas hace la diferencia. Sin embargo, hay algo que en Italia falta y en Argentina sobra: la pasión.

«Las fiestas acá son bastante apagadas, la música no es tan animada, y entre las 2 y las 3:30 de la madrugada ya se termina todo, cada uno a su casa. No se baila, no hay esa euforia, ni siquiera hay una previa ni un after. Las canchas de fútbol suelen estar vacías«.

Respecto a esto último, afirmó que de vez en cuando se llega a ver a alguien jugando en canchas de barrio, pero son pocos días y pronto desaparece la actividad. «En Alta Gracia, por ejemplo, tenés que llamar un lunes para poder reservar la cancha para jugar de jueves a domingo, ¡si no, no conseguís turno!».

Incluso Karim difundió un video en redes sociales ilustrando esta realidad. «Ni hablar del ambiente que se genera alrededor de las canchas allá: el asado, la familia que va a verte jugar, gritar un gol como si fuera la final de un Mundial. Esa pasión por el fútbol, ​​la intensidad de vivir esos momentos, aquí no existe».

Consejos para aquellos que están pensando en vivir en otro país

Por otro lado, aconsejó que lo mejor para los que quieran viajar por el mundo es que se animen y elijan el lugar al que siempre hayan querido ir. «La vida es una sola, y no tiene sentido lamentarse cuando seamos mayores, pensando: ¿Por qué no fui cuando pude a ese?».

«Personalmente, lo más difícil de emigrar, considerando la situación actual en Argentina, es justamente dar el primer paso: salir del país. Comprar el pasaje es lo más complicado».

Luego relató que en su caso junto a su familia, vendieron todo para poder viajar. «La moto, el auto, la cámara de fotos y hasta la empresa que mi hermano y su mujer habían construido con tanto esfuerzo, una empresa de fogoneros. Se tuvo que vender para poder hacer realidad nuestro viaje».

«Si tu deseo de emigrar es tan fuerte y no podes hacerlo porque no alcanzas a cubrir el costo de los pasajes, mi consejo es que pidas ayuda y vendas todo lo que sea necesario. Nosotros llegamos aquí con un bolso y una mochila, y en dos semanas ya habíamos adquirido muchas cosas. Algunas nos las regalaron, y otras costaron muy poco».

Por último manifestó que no hay que tener miedo a la hora de desprenderse de lo material ni al idioma. «Las cosas van y vienen. Les aseguro que acá las cosas llegan mejor y más rápido. Tampoco le teman al idioma, porque a la fuerza se aprende. Y si en algún momento extrañan demasiado, recuerden que no es difícil volver; aquí también es más fácil encontrar vuelos accesibles si decides regresar».

¿Volver a Argentina?

Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. Karim aseguró que extraña la comida de nuestro país, la pasión que tenemos como argentinos y a su familia y amigos.

«La vida cotidiana es diferente. La gente parece vivir en automático y hasta los domingos se trabaja como si fuera lunes; no hay descanso. Las reuniones familiares son poco frecuentes y los parques suelen estar vacíos. Acá, disfrutar de una bebida en las plazas no es algo común, y hay muy pocos niños jugando en las calles. Extraño también a mis amigos y familiares, aunque sean pocos, y siempre los llevo en mi corazón».

Sin embargo, ante la pregunta de si planea volver en algún momento, expresó que si regresa a Argentina será solo de visita. «Soy una persona con pocos amigos; prefiero la calidad a la cantidad. Mi familia no es muy numerosa y, en general, les da igual si regreso o no, así que no tengo mucha motivación para volver. Sé que algún día lo haré, pero solo de visita; no sé cuándo, pero así será».

«Extraño mucho a mi hermano menor y me gustaría que viniera a vivir conmigo. Cuando él lo decida, aquí lo esperaré. También está mi padre, aunque no somos muy unidos. No nos llevamos mal, pero cada uno vive su vida».

Finalmente sostuvo que lo primero que quiere hacer en este lugar es adquirir más conocimientos y luego, después de Italia, ya sí irse a otro país. «No sé cuál aún, pero gracias a Dios, mi profesión de soldador es muy buscada y bien remunerada en toda Europa, así que podré ejercerla donde decida ir».}

«Todo lo anterior, por supuesto, contando con el apoyo de mi esposa. Llevamos cuatro años juntos y un año de casados. Es mi única compañía, la amo mucho y siempre está a mi lado. También cuento con el apoyo de mi hermano mayor, que está aquí y siempre me ayuda».

nakasone