AG Noticias le da la bienvenida a una nueva sección que buscará contar las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. En esta ocasión, dialogamos con Francisco quien logró recibirse de Ingeniero Edile con esta doble titulación tanto de la Facultad de Arquitectura de la UNC como de la Universidad de Salerno en Italia. Hoy está residiendo allí hace ya un año y cuatro meses junto a su novia ucraniana Mariya. Nos cuenta sus experiencias y cómo fue el proceso educativo de estudiar en el exterior.
AG Noticias le abre sus puertas a una nueva sección en nuestro portal informativo bajo el nombre «Altagracienses por el Mundo». Un espacio dónde buscaremos acercarles a los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más al altagraciense Francisco Martínez Wuilleumier.
Francisco transitó su niñez y escolarización en Alta Gracia, más precisamente en el Instituto El Obraje. Puntualmente sus deseos por viajar y conocer Italia aparecieron mucho antes. “Siempre había querido venir y nunca había podido tener la posibilidad de salir de la Argentina. Conocí Chile a través de la Universidad. Desde el vuelo que me tomé para venir hasta acá fue único y todo nuevo”.
En este sentido sostuvo que la decisión se dio en el momento que el estaba realizando la tesis en la facultad de Arquitectura de Córdoba. Allí surgió la posibilidad de venir a estudiar a Italia gracias a un convenio que tiene la Universidad Nacional de Córdoba con la Universidad de Salerno en Italia. “Me metí en la convocatoria y a los dos meses y medio salí seleccionado. Dejé la tesis en pausa y me aboqué a hacer todos los papeles para poder venir. Con el tiempo me fui preparando y cerrando cosas. Estuve desde septiembre del 2021 gestionando todo”.
Desde el 21 de febrero está residiendo en Salerno y hasta el momento no tuvo la posibilidad de vivir en otro sitio de Europa. “Sí he podido hacer viajes cortos de turista en Budapest, Bulgaria y Republica Checa. Fueron viajes cortos porque lo principal es el trabajo ya que al estar tanto tiempo lejos y con la economía como la nuestra, a veces te lleva a mezclar estudio y trabajo a la fuerza».
Pandemia del Covid-19 en Europa
Brevemente comentó que no tuvo que atravesar mucho de la pandemia. Solamente le exigieron realizar varios estudios y análisis para poder subir al avión. «Después tuve que tramitar el Certificado Anti-Covid de la Unión Europea. Creo que también me coloqué una tercera dosis antes de venir, pero más allá de eso nada. Cuando llegué acá ya había pasado todo y se estaba terminando».
A continuación agregó que durante el primer semestre de cursado era obligatorio el uso de barbijo dentro de el salón. «Ya era se estaba terminando todo acá en Italia. Mientras en la Argentina todavía estaba, en este país de Europa ya estábamos en el final del Covid».
Máster de doble titulación en la Universidad Nacional de Córdoba/Universidad de Salerno y recibida
¿Qué es una doble titulación? El joven explicó que se trata de un convenio que existe entre la Facultad de Aquitectura de la Universidad de Córdoba y el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Salerno.
«Dejé mi tesis en pausa en Argentina, vine acá a Salerno e hice un par de materias. Luego rendí los exámenes en italiano de manera oral y una vez que los terminé hice la tesis. Fue todo un desarrollo de alrededor de cinco/seis meses que y después tuve que exponerla en italiano ante un tribunal».
El 17 de abril del 2023 se recibió con el título de Ingeniero Edile Arquitectura. «Una vez que te lo dan, con el análitico de la universidad italiana, tramitás el título de Arquitecto en Argentina. Básicamente es de doble titulación porque te dan ambos títulos de ambos países«.
Sobre su recibida expresó que fue una experiencia única pero que lamentó mucho que su familia no pudiera estar debido a la situación económica de Argentina. «Lo mismo compartí ese momento con dos amigos que me acompañaron en este viaje, una chica que también quedó seleccionada de Córdoba y un chico de El Bolsón. Nos hicimos grandes amigos y compartimos un montón de cosas en este año y pico. Lo disfruté mucho».
Hoy en día trabaja en un restaurante para juntar más dinero, pero continúa en la búsqueda de esta profesión que lo apasiona.
«Estoy tirando currículums y la verdad que te responden. Lo mismo a veces hay que decir que no porque lo que te quieren pagar son dos mangos. Pero el trabajo está y podés hacer lo que te gusta en lugares hermosos. En Alta Gracia trabajé en una pasantía y en Córdoba tuve la oportunidad también como arquitecto en algunos estudios, aunque nunca de manera profesional».
El proceso educativo en el extranjero
Estudiar en el extranjero siempre es un desafío y la persona usualmente tiene que tomarse su tiempo para adaptarse al cambio. «Pasas de compartir asados y mates con amigos y familia a estar completamente sólo. Es un giro completo y uno como persona tarda en acomodarse. Pero una vez adpatado es hermoso el proceso«.
El altagraciense remarcó el hecho de que todo esto para él no solo fue un mero proceso educativo, sino también de vida y de cultura. «El hacer los papeles, acostrumbrarse al idioma, a las costumbres que tienen y a los modos de vivir. Son las pequeñas cosas que hacen al todo».
Posteriormente contó que ellos como estudiantes se sintieron muy acompañados tanto pot las coordinadoras italianas como argentinas quienes los ayudaron en el proceso.
«Nunca nos faltó nada pero no es fácil. Uno entra al aula y pasas de hablar en español a escuchar y leer todo en italiano. En el inicio como que no te encontrás porque lees, no entendés y empezas a decir: ¿Será para mí esto? Nunca en el sentido de abandonar, sino de sentarse a estudiar mucho más. La experiencia de todo esto en sí es enriquecedora. Siento que en un año crecí muchísimo y en cinco años en la facu nunca había aprendido tanto como al estar acá que aprendí italiano, arquitectura e ingeniería. Tantos contenidos en tan poco tiempo».
La relación con Mariya: su novia ucraniana que conoció en Italia
A fines de noviembre del año pasado, Francisco conoció a quien hoy es su novia Mariya. Nació en Ucrania pero vive desde los cuatro años en Italia. «Ella es lo más lindo de Italia. La verdad que es hermosa y cuando la concí fue un cambio muy grande porque gracias a ella pude conocer y vivir un montón de experiencias».
Con respectó a esto último, el altagraciense aseguró que haber podido encontrar a una persona así tan lejos de Argentina fue algo hermoso. No sólo eso, sino también comprender la situación geopolítica de su país, su cultura y el por qué de muchas cosas que uno a veces solamentes las ve en televisión.
«Me hizo sentir parte de la sociedad y la comunidad italiana. Si bien buscaba lo educativo, también buscaba el hecho de permanecer acá. Tuve la suerte de quedar en la doble titulación, pero sino quedaba quería venir lo mismo porque es un sueño para mí esto. Estoy muy agradecido con Mariya porque me hizo ver muchas cosas del país que sino la hubiera conocido, me las hubiera perdido«.
Además subrayó el hecho de que su pareja fue un pilar muy importante del proceso de tesis. Él tenía muchas ganas de escribir este trabajo final enteramente en italiano y ella fue quien estuvo cada día presente en el proceso ayudándolo con la traducción párrafo a párrafo hasta terminarla. «Fue un gran gesto de su parte. Acá fue mi familia y la que me apoyó con todas las compras, elegir el traje. Uno deja a sus seres queridos, llega a un país desconocido y se siente perdido. Pero existen personas y hechos que hacen que el emigrar sea mucho más ameno».
Vida en Salerno, Italia: idioma, comida y trato como argentino
En relación a los aspectos que hacen a la vida en este país, el altagraciense declaró que aprender el idioma fue algo muy desafiante, pero que es algo que le gusta mucho de Italia. «En Argentina lo había estudiado dos años pero cuando llegué parecía que no sabía nada. Me costó dos meses soltarme a hablar hasta que lo hice a la fuerza. Después me fuí contagiando de la velocidad del idioma. Es hermoso hablarlo porque hasta se te pega el gesticular con las manos. Nunca fuí tanto de los idiomas, pero el italiano me encanta muchísimo«.
Lo mismo afirmó de la gastronomía italiana. «No será el asado que nos podemos comer todos los fines de semana pero la comida italiana es única. Me acuerdo cuando estaba por subirme al vuelo yo decía que quería llegar y comerme un buen plato de pastas o una pizza. Es muy rica sobre todo acá en la costa Amalfitana».
Por otro lado, acerca del trato que ha recibido como extranjero, el joven manifestó que fue adecuado. Sobre todo en el sur de Italia porque asocian a la Argentina con la selección, Maradona, Messi, entre otros. «Lo relacionan con el fútbol y la aceptación cultural viene por ese lado. Nunca me pasó ninguna cosa fea o mala. Puede ocurrir, como en todos lados, el toparse con alguien que te trate mal, pero el italiano suele tratar muy bien al argentino«.
Lecciones adquiridas en el camino y consejos para aquellos que estén pensando en viajar
Francisco nunca había tenido la posibilidad de vivir o de conocer el extranjero hasta ahora. Por ello señaló que desde un principio la experiencia fue nueva e incluía muchísimos miedos.
«Nunca había estado en un aeropuerto. Fue algo muy fuerte y había momentos en donde me cuestionaba si ir y muchas dudas pasaban por mi cabeza. Mi papá me dijo que si yo no me tomaba ese avióndespués te vas a arrepentir. Hoy hablando con él le decía que tenía mucha razón en eso que me dijo. Me hubiera arrepentido de muchas cosas«.
Para el joven esto significó un cambio muy grande en su vida. «Te mueve el suelo. Tenés que venir, hacer documentos, estudiar, encontrar casa, vivir sólo y empezar a administrarte por tus propios medios con otra moneda. Luego todo se perfecciona y mejora. Hasta los momentos más duros son hermosos después por el aprendizaje que te deja«.
Vivir en otro país de por sí es todo un reto. Por este motivo advirtió que aunque parezca que no todo está resuelto, uno tiene que animarse porque, tarde o temprano, cada cosa caerá en su lugar.
«Tenía mucho miedo y sentía que me faltaban cosas por cerrar en Argentina. Pero decidí a vivir esta experiencia. No estoy para nada desilucionado, al contrario, estoy orgulloso por la decisión que tomé. La vida hace que cada cosa lleve a la otra. Por ejemplo, yo no tenía la plata para el vuelo y justo cuatro semanas antes gané un premio de un concurso de arquitectura. Gracias a eso llegué con lo gusto a pagar el avión. Tenés que dejarte estar y vas a ver como todo se encamina. Sí vos realmente tenés que irte a esa parte del mundo, las cosas se van a dar. Sí estás seguro y crees en vos mismo, hacelo».
«No pretendo volver a Argentina porque no creo que sea un lugar donde pueda desarrollar mis objetivos de vida»
Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. Francisco planea volver a Argentina pero solo como turista.
«Es un país hermoso al igual que las personas y lo afirmo porque tengo a todos mis seres queridos allá. No sé si esto que voy a decir a continuación aplica a todo el mundo o será tan así, pero personalmente yo sentía que lo que quería para mi vida, nunca lo iba a encontrar en Argentina. Lo que hice fue también fue parte de un proyecto de vida. Me establecí y tramité los documentos para quedarme en Italia».
Asimismo concluyó que eso no hace que el país sea malo, solamente que sentía que la Argentina no era para él. «Me dió todo pero percibía que tenía que buscar la parte que me faltaba en otra parte del mundo y ahora la encontré. Obviamente que extraño a mi familia, pero en Italia encontré el amor y un montón de cosas. Pienso volver de turista dentro de un par de meses a recorrer Argentina con mi novia y hacerle conocer nuestras costumbres«.
