En esta sección te invitamos a conocer las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. AGNoticias dialogó con Eugenia quien es profesora de danza, bailarina e instructora de pilates en España. La joven se abre camino en la escena artística de Barcelona con su entrega y pasión por este arte. En la nota nos relata más sobre su día a día y las nuevas experiencias que está viviendo.
En AGNoticias la sección «Altagracienses por el Mundo» ya es un clásico de nuestro portal informativo. Un espacio dónde les acercamos los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Eugenia Molina.
Eugenia nació, creció y se formó profesionalmente en Alta Gracia. No obstante, en un momento de su vida, se planteó el hecho de ampliar sus horizontes y animarse a dar el siguiente paso. Contó que tomó la decisión de emigrar debido a la situación del país, las ganas de cambiar de aire y crecer en su profesión.
«Mi pareja también ya se había ido y no pudo quedarse por la pandemia, pero tenía la idea de volver a intentarlo, así que ir juntos empezó a ser una posibilidad. Antes de todo esto, la verdad que nunca se me había cruzado por la cabeza hacerlo, porque sentía que estaba fuera de mis posibilidades; lo veía como un imposible».

La altagraciense ha estado viviendo en Barcelona durante un año y ocho meses, luego de haber trabajado en Ibiza durante siete en la temporada alta. En ese periodo, desempeñó varias tareas en un restaurante, como cocinar, lavar, limpiar y atender al público, trabajando largas horas diarias.
«Gracias a esos ahorros, pudo viajar extensamente por Italia y algunos destinos en España, como Formentera, Madrid, Valencia y Barcelona. Tras establecerme en Barcelona, continué explorando lugares como Burgos, Sevilla, Benidorm, además de Francia y el Reino Unido. Igualmente tengo planes de seguir viajando».
La bailarina altagraciense que atravesó fronteras con su pasión por la danza y pilates
Eugenia relató que, desde pequeña, su vida ha estado ligada al arte. «Bailo desde chica», recordó, aludiendo a sus primeros pasos en el mundo artístico que incluyeron canto, baile y hasta algunas clases de teatro.

Con el tiempo, el baile se consolidó como su verdadera vocación, llevándola a egresar del Profesorado de Danza de la Universidad Provincial de Córdoba. En su trayectoria se destacó el aprendizaje con grandes maestros de la ciudad, como Silvia Álvarez y Walter Vergara, quienes fueron clave en su formación profesional.
Durante los últimos años, combinó la danza con su labor como instructora de pilates, experiencia que comenzó en el gimnasio «Centro Active» de Alta Gracia, donde encontró un espacio para capacitarse y crecer en el ámbito del fitness.
Hoy, instalada en Barcelona, se siente afortunada de poder trabajar en lo que ama. «Me considero una bendecida por poder trabajar como profesora de danza, bailarina e instructora de pilates«, afirmó y destacó que gracias a su carrera ha podido recorrer distintos lugares, participando en shows y capacitándose con reconocidos profesionales.
¿Cómo es la realidad de conseguir trabajo y vivienda en el extranjero?
Emigrar en busca de nuevas oportunidades lleva tiempo. La incertidumbre de no saber si se podrá conseguir trabajo y vivir con una mínima seguridad pesa a la hora de tomar la decisión.
Basándose en su experiencia personal, la altagraciense sostuvo que existe la creencia de que todo es fácil y rápido, pero nada está más lejos de la realidad. «Aunque el sector de la hostelería ofrece oportunidades, la mayoría de los trabajos requieren tener residencia legal en España, lo cual puede convertirse en un obstáculo para muchos recién llegados».

«La realidad es que trabajo hay pero, como todo, consigue quien se mueve y busca. En el 90% de los trabajos te piden papeles y mucha gente se viene sin papeles y se encuentra con una realidad muy dura«.
Por otro lado, la vivienda también representa una situación algo complicada. La joven expresó que en lugares como Ibiza, conseguir un lugar es casi imposible, mientras que en Barcelona, aunque hay más opciones, también es todo un desafío. «Acá se acostumbra a compartir piso: te alquilan la habitación y compartís espacios comunes».
«Nosotros compartimos piso y, por el momento, seguiremos así. Para acceder a un departamento, te piden muchas cosas, como meses de adelanto, fianza, seguro, inmobiliaria, ciertos ingresos mensuales, etc. En las afueras de Barcelona se consiguen lugares más baratos, pero por mi trabajo y comodidad necesito estar en la ciudad».

Un nuevo comienzo en Barcelona
Para Eugenia, la vida diaria en Barcelona está llena de desafíos y nuevas experiencias. Desde adaptarse al clima y la cultura local hasta aprender el idioma y manejar las situaciones cotidianas, cada día trae algo nuevo.
La profesora señaló que vivir en Barcelona representa una experiencia multicultural única. «Barcelona tiene una mezcla cultural impresionante. Literalmente, te cruzás con gente de todo el mundo», comentó.
Esta diversidad cultural, en la que se encuentra rodeada de distintos idiomas y costumbres, le ha permitido abrir su mente y crecer cómo persona. La seguridad también le ofrece cierta tranquilidad: «Quizás hay más carteristas o robos de descuido, pero no te van a matar por un celular».


Otro aspecto que destacó es lo económico: «Los precios casi no varían desde que llegamos, y si trabajas bien, podes vivir tranquilo y ahorrar».
Sobre el clima, mencionó que es muy parecido al nuestro, solo que con más humedad. Acto seguido, contó que al estar en Cataluña, todo está en catalán: cartelería, calles, estaciones, productos y demás. «Mucha gente, especialmente mayor, te habla solo en catalán, pero es muy parecido al castellano, y al final el ojo y el oído se acostumbran».
La gastronomía local también le ha resultado muy rica, y ha encontrado productos argentinos como empanadas y dulce de leche, lo cual le permite sentir un poco de su país.
Por último, declaró que se siente muy bien recibida. «Me han tratado excelente; he conocido a gente maravillosa que me ha ayudado mucho.”


Lecciones y experiencias de adaptación
Acerca las experiencias y lecciones que le dejó el emigrar, Eugenia considera que ha ganado una gran fortaleza y capacidad de adaptación.
Al principio, en Ibiza, tuvo que trabajar en empleos que no le gustaban, incluso dejando de lado la danza. Pero con su llegada a Barcelona, decidió enfocarse en su pasión, aunque esto significó empezar de cero.
«Nadie te regala nada, y tenés que moverte. Trabajé muy duro y en cosas que no me gustaban porque necesitaba dinero, y ese año casi no bailé. En mi día libre aprovechaba para tomar clases. En cambio, cuando llegué a Barcelona, no conocía a nadie, así que tuve que salir a conocer gente, tocar puertas y ser paciente«.
La joven aseguró que los sudamericanos son, por lo general, personas muy trabajadoras y comprometidas. «Eso se valora mucho acá. De a poco, te vas haciendo tu lugar siempre con ganas, humildad y mucho compromiso».


Consejos para aquellos que están pensando en vivir en otro país
Al pedirle un consejo para quienes tienen la intención de emprender esta aventura, Eugenia explicó que la decisión de partir nunca es sencilla y que las cosas rara vez resultan como uno espera.
«No hay que adelantarse a los hechos, sino ir paso a paso. Buscar información, leer, preguntar a personas sobre su experiencia y asesorarse bien con los trámites. Un solo papel puede retrasar muchas cosas, y el tema de los trámites es de lo más tedioso», aconsejó.


A continuación la altagraciense subrayó que la salud mental es indispensable para transitar ese proceso. «El precio de irte lejos de lo que conoces es caro; yo lloré mucho, adaptarse no es fácil, y siento que sigo adaptándome. Hay que ser pacientes, hablar y compartir cómo te sentís para mantener la mente fuerte».
Pese a lo duro que puede ser, la profesora también cree que la experiencia vale la pena para quienes están dispuestos a afrontar este camino.
¿Volver a Argentina?
Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. Eugenia extraña a Argentina en todo momento. En especial a su familia y amigos.
«De Argentina extraño todo, pero lo más duro es estar lejos de los afectos, de la familia y amigos. Emigrar implica aceptar la distancia y la ausencia en momentos importantes«.


Finalmente, al consultarle por una posible vuelta al país, su respuesta es clara: «Por ahora, solo de visita, pero nunca se sabe«. Aunque extraña profundamente a Argentina, la situación actual la lleva a valorar la estabilidad y las oportunidades que ha encontrado en el extranjero.
Al mismo tiempo, la joven reconoció que en su campo profesional, Barcelona le ha abierto un sinfín de posibilidades que serían difíciles de alcanzar en Argentina. «Desde que estoy aquí, he tenido la oportunidad de viajar por Europa bailando y tomar clases con los mejores del mundo».
Hoy en día, su principal objetivo es continuar capacitándose en lo que más le apasiona. Con el tiempo, analizará si regresar o no, pero por el momento, su vida y sus objetivos están en Barcelona. «Quiero seguir creciendo en lo que me gusta. Más adelante, analizaré si quedarme o volverme, pero por ahora mi vida está acá».


