AG Noticias le da la bienvenida a una nueva sección que buscará contar las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. En esta ocasión, dialogamos con Esteban quien hace ya cinco años consecutivos que vive en Olot, la ciudad de los volcanes, paisajes verdes y luminosos en España.
AG Noticias le abre sus puertas a una nueva sección en nuestro portal informativo bajo el nombre «Altagracienses por el Mundo». Un espacio dónde buscamos acercarles a los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más al altagraciense Esteban Ricaldone.
Esteban vivió gran parte de su vida en nuestra ciudad. Sin embargo, por las vueltas de la vida, decidió irse del país en principio solo por una temporada para ahorrar dinero e invertir allá. «En esa época no tenía trabajo, pero cuando empecé a vivir acá me gustaron mucho las condiciones de vida. Con más trabajo, mejor nivel de vida y menos inseguridad. Busqué la manera de quedarme de forma permanente».
Antes de España se quedó por unos meses en Italia durante el año 2008 ya que tenía por objetivo conseguir los papeles de la ciudadanía. No obstante, no le gustó genuinamente para vivir y tampoco había mucho trabajo. «De ahí me vine a España, estuve un año y medio durante un tiempo haciendo temporadas de verano aquí. Luego me volvía a la Argentina para el verano de allá y ahora llevo desde el 2018 instalado en Olot».
¿Cómo fue transitar la pandemia?
Como es bien sabido, la pandemia del Covid19, conocido comúnmente como Coronavirus, se expandió a varias regiones alrededor del mundo. España fue el segundo país europeo con más infecciones y muertes por la pandemia.
En este contexto, el hombre explicó que la pandemia fue un momento difícil de atravesar dado que recién se había separado. A su vez, dado que su vivienda se encontraba en el medio de los bosques de esta localidad española, pasó gran parte de su tiempo en soledad. «Lo mismo tuve la ventaja de poder vivir entre la naturaleza».
«Pude salir a caminar y trabajar en la huerta con animales que es mi pasión y mi profesión. Ya estaba instalado acá con mi perro y unas ovejas. Como me tuve que quedar sin poder salir armé huerta y compré gallinas y eso me mantuvo ocupado por suerte porque se hizo muy largo el confinamiento«.
A su vez, toda a situación pandémica derivó en que varias personas se quedaran sin trabajo. El altagraciense en ese momento trabajaba en el Área de I +D de una empresa farmacéutica. «Suspendieron todos los estudios y a mí me dejaron sin trabajo porque no estaba fijo todavía«.
Afortunadamente todo fue volviendo de a poco a la normalidad y afirmó que ya casi no hay protocolos de sanidad por el Covid 19. «Hasta hace una semana se usaba la mascarilla en el transporte público, pero ya no porque no índices de incidencia del virus».
Trabajo y proyectos futuros
Esteban se recibió de Agrónomo Apicultor y durante varios años trabajó de esto en la Argentina. Cuando llegó a España se dió con que allí era un poco más complicado vivir de esto y estuvo intentando varias veces, pero no lo consiguió. «He estado trabajando como chófer de camión un año porque no hay muchos aquí. Igualmente ahora lo estoy dejando para intentar de nuevo con otra estrategia y otros proyectos orientados más a lo educativo que de producción».
Lo que tiene en mente ahora que comienza marzo en pocos días, es hacer lo que verdaderamente le apasiona. «Quiero reflotar la huerta que tengo para producir verduras y aromáticas de producción ecológica y agregarle un plantel de patos para producir huevos. Acá son muy apreciados por si sabor en los restoranes».
Asimismo, otro de los proyectos que dejó en «stand-by» hace ya un tiempo es uno que busca ayudar a las escuelas a instalar y mantener un huerto educativo. Inclusive para esto ya cuenta con el apoyo de una entidad del Estado que se dedica a gestionar becas, cursos y demás cuestiones educativas.
El altagraciense aseguró que la idea les gustó mucho y hasta le ayudaron a redactar debidamente el proyecto. Resta lo más importante que es ir por los colegios y conseguir que las cooperadoras de cada uno o la misma institución acepten y estén dispuestos a pagarle luego.
«Hay colegios que, en algunas materias prácticas, tienen que hacer en una huerta. Pero ocurre que no saben ni cómo empezar o algunos ya tienen y en verano cuando se van de vacaciones se seca todo. Por eso es el servicio que queremos prestar, aparte de algunas charlas o cursos de capacitación que puedan hacer a los maestros/as».
La vida entre el aire puro de montaña, bosques y animales
Olot se ubica en España y es conocida como «la ciudad de los volcanes» debido a que está rodeada de cuatro conos volcánicos (el Montsacopa, Montolivet, las Bisaroques y la Garrinada).
Además, posee casas modernistas y avenidas arboladas, paisajes verdes y luminosos. Los cráteres apagados circundantes le han dado personalidad a esta población gerundense. Más las rutas senderistas por la zona de la Garrotxa.
Esteban contó que su casa se ubica en la Vall de Bianya el cual es un valle hermoso con montaña, bosques y arroyos. De hecho esa es una de las cosas que más le gustan de vivir allí: «Los paisajes son muy lindos. Conservan mucho el bosque y se encargan de cuidar la naturaleza más que en la Argentina. Después pasa que también las distancias son muy cortas y eso te permite estar en la montaña y en la playa en 40 minutos. Eso en verano es impagable».
A pesar de que él pasó por un momento díficil, dejó en claro lo mismo que Olot está muy bien para vivir ya que hay mucho trabajo. A lo que agregó que el idioma a veces un poco puede representar un impedimento. «Se habla catalán y eso te frena a veces para tener oportunidades si no lo hablas o entendés».
Con respecto al trato hacia los extranjeros, explicó que salvo algunas personas de la zona que son muy cerradas de mente y estructuradas, en general tienen buena onda. «Hay de todo como en todos lados».
En cuanto al clima, el hombre declaró que «es muy parecido, lo que cambia es la distribución de las lluvias ya que llueve más en primavera-otoño y en verano casi nada, por eso hace un frío más húmedo que cuesta un poco acostumbrarse».
También la comida es una parte importante a tener en cuenta cuando uno se va de viaje o decide quedarse por un tiempo prolongado en otro país. «En Olot se come muy bien y muy variado. Podés comer, por ejemplo, en un bar cualquiera donde hacen menús para trabajadores de verdaderos manjares tales como paellas y carnes estofadas por un precio muy accesible«.
«Vivir afuera te hace más fuerte y más resolutivo»
El altagraciense reflexionó que vivir en el extranjero «te cambia la manera de ser y de pensar porque te tenés que hacer más fuerte y más resolutivo para abrirte camino. Pero también es duro porque llevas la pena siempre de gente que no ves más y formaba parte de tu vida«.
Finalmente, señaló que de Argentina extraña verdaderamente a su gente, familia obviamente, amigos, y también hablar con la gente que a veces uno ni conoce pero con la que se puede conectar fácilmente. No obstante, sostuvo que no está en sus planes volver a vivir en el país. «De visita si ya tengo muchas ganas y apenas pueda me haré un viaje».
