AG Noticias le da la bienvenida a una nueva sección que buscará contar las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. En esta oportunidad, dialogamos con Candelaria quien hace casi tres años y medio que esta trabajando de Au Pair en Long Island, New York.
AG Noticias le abre sus puertas a una nueva sección en nuestro portal informativo bajo el nombre «Altagracienses por el Mundo». Un espacio dónde buscaremos acercarles a los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Candelaria Torres.
Candelaria transitó gran parte de su niñez en nuestra ciudad y finalizó el secundario en el colegio Anglo Americano. Siempre estuvo presente en ella la idea de viajar pero no a cualquier lugar, sino específicamente a Estados Unidos.
«Desde que tenía 11 años yo dije que iba a vivir en Estados Unidos. La verdad que no sé si lo hubiera hecho por cualquier otro país en el momento que lo hice. Pero sabiendo que me iba a venir a vivir acá, era motivación suficiente. También sabiendo que no lo hacía buscando oportunidades, sino que me iba con algo servido. Honestamente yo no iba a venir hasta que terminara la carrera, que me faltaba un año para terminarla, pero después la vida tenía otros planes y decidí animarme».
La joven emprendió su viaje a medidados del año 2019. Hace ya tres años y medio que esta viviendo y trabajando en este país y en este momento reside en Long Island, New York. Sin embargo, visitó de manera temporal otros estados tales como: Florida, Carolina del Sur, Massachusetts y Pensilvania. Fuera de Estados Unidos, conoció las Bahamas.
¿Cómo fue transitar la pandemia?
Como es bien sabido, la pandemia del Covid19, conocido comúnmente como Coronavirus, se ha expandido a varias regiones alrededor del mundo. Estados Unidos no quedó exenta. En este contexto, Candelaria expresó: «Fue lo más difícil que me tocó vivir. Me sentía muy sola, sin ningún familiar, tampoco podía ver a las amigas que hice acá porque no las dejaban salir. No sólo eso sino que la familia con la que me estoy hospedando tuvo un bebé nuevo.
Ahora es el amor de mi vida, pero en ese momento fue un cambio brusco porque todos estábamos todo el tiempo adentro de la casa. A eso sumémosle el bebé y una enfermera que estuvo cuidandolo por dos meses. Era mucha gente en la casa y todo se volvió demasiado. Por eso después empecé terapia con alguien de Argentina que me ayudó muchísimo«.
Asimismo, en relación a los protocolos declaró: «Ahora a nadie más le importa la pandemia y nadie quiere saber nada. No hay restricciones de ningún tipo y personalmente no me tuve que quedar por tiempo indefinido en ningún lado. Aunque tengo conocidos que sí».
La experiencia de ser «Au Pair
Candelaria arribó a Estados Unidos bajo el programa «Au Pair». Se trata de un programa de intercambio cultural que brinda la posibilidad de pasar un tiempo en el extranjero, aprender sobre una cultura diferente y mejorar las habilidades en un idioma a cambio del cuidado de niños y pequeñas tareas domésticas. El término “Au Pair” viene del francés y significa “a la par”, lo que quiere decir que la Familia Anfitriona y el Au Pair se tratan como iguales.
La joven es niñera de tres niños pequeños llamados James, Nora y Charlie y por el momento ese es su trabajo. Aunque también utiliza algunas herramientas de la carrera de Diseño Gráfico y las está implementando actualmente. «Lo último que hice fue esta carrera que me gustó muchísimo y sé que voy a seguir dedicandome a eso. Estoy trabajando para una chica haciendo Social Media Content y también para una agencia de Argentina«.
Con respecto a lo que representa ser Au Pair, ella explicó que se logró adaptar súper rápido ya que consideraba que estaba muy preparada para ello. «La experiencia va a depender de como la tomes. Yo creo que no hay nadie que se arrepienta, pero sí saber que una viene acá a trabajar y a cobrar practicamente nada de plata. Obvio se puede vivir porque no tenés que pagar, pero siempre te van a decir 45 horas y vas a terminar trabajando 50″.
No obstante y al fin de cuentas, consiguió conocer muchos lugares y personas. No solo eso, sino que se conoció a sí misma. «Hice el trabajo de analizarme, obvio mucha ayuda de mi terapeuta».
«Recomiendo mucho que otras chicas vengan con cero expectativas y completamente abiertas a sumergirse en la cultura porque a fin de cuentas de ahí es que se saca más jugo«.
La vida en Estados Unidos y el cariño por las Raíces Argentinas
Candelaria nos brindó más detalles de su experiencia de vida por este país y aseguró que le costó un poco adaptarse a la cultura capitalista. En el sentido de que muchas veces para demostrar cariño o apreciación se regalan objetos y plata.
«Pero el tiempo de calidad con el otro, sólo charlando, no se ve mucho con la gente de acá. Eso te hace sentir un poco en soledad. Lo mismo en este país hay muchas oportunidades en todo sentido, por ejemplo para trabajar o mejorar la calidad de vida de uno«.
A continuación explicó que no tuvo ningún trato extraño por ser Argentina o por ser extranjera. «Si hay mucho racismo. Eso me impresionó porque la verdad nunca había visto racismo a este nivel, pero suerte nunca para conmigo«.
A su vez, la comida es otro aspecto relevante durante esta experiencia. «Acá no tiene nada de especial. Hay mucha variedad, se encuentra comida italiana, mexicana, griega lo que quieras. Me gusta mucho lo que sí el café que hay acá«.
En cuanto al clima, Candelaria sostuvo que el invierno se hace mucho más tolerable ya que todos los lugares están completamente calefaccionados.
«El auto también. Yo lo puedo prender desde lejos y cuando llego el auto ya está calentito. En cambio en Argentina es más difícil que todos los lugares estén calefaccionados. Me acostubré a usar camperones gigantes, gorros y guantes que mucho no me gustaban antes al igual que el frío. Pero sino los usas literal se te quiebra la piel de las manos. Están súper preparados cuando nieva porque apenas empieza a nevar salen con las palas a limpiar las calles, o ponerle sal a las calles para que se derrita. Pero es un embole ir a trabajar cuando nieva«.
Sin embargo, la primavera, el otoño y el verano son mas tolerables y bellos. «Relamente Estados Unidos tiene las estaciones muy marcadas pero ocurre que el invierno se extiende un poco más. Debido a que estamos más arriba del Ecuador que la distancia que hay entre el Ecuador y Córdoba y el Ecuador y Nueva York es mucho más lejos.
El otoño es muy hermoso con muchos colores: rojos, amarillos, naranjas y marrones. Los árboles adoptan todos esos colores. La primavera es linda al igual que todos lados. Hay muchas flores y mucha época de alergías. He visto niños con toda la cara hinchada y eso es algo que allá yo no había visto».
Por otro lado, la joven opinó que extraña mucho de Argentina sobre todo a su familia, los amigos y a las personas en general. Al mismo, algo en lo que coinciden que extrañan todos los altagracienses con los que hemos dialogado, es la comida. «En mi opinión tiene mucho más sabor».
Sobre las experiencias obtenidas a lo largo de estos años, Candelaria declaró que si uno quiere vivir afuera, las oportunidades están pero tienen que estar dispuesto a empaparse en esa nueva cultura. «Por ahí hay gente que viene muy cerrada y no llegan muy lejos».
Finalmente concluyó aseverando todavía no está en sus planes regresar a Argentina porque su vida está en Estados Unidos, pero que no se cierra la posibilidad completamente.
«A veces la vida planea otras cosas para uno y no me cierro a la posibilidad. He aprendido a confiar en Dios y en sus planes, y hasta ahora me ha llevado a cumplir todos mis sueños, y voy a seguir trabajando en pos de eso. Cuidar a estos chicos es lo que voy a seguir haciendo pero una vez que ellos ya no me necesiten me voy a volcar completamente al trabajo en diseño, en medios, me gusta mucho el diseño de impresión, revistas, libros, y es lo que voy a perseguir».
