Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)
Por el simple hecho de su significado universal, la evaluación ya es un título que tiene peso propio; y no sólo por la Educación, sino porque para todos, adultos y niños, es un término que nos genera y evoca variadas significaciones personales.
Hoy encontramos, entre la diversidad de temas que tienen que ver con Educación, este concepto, EVALUACIÓN, tan necesario e importante, pero que a su vez nos trae tantos interrogantes e incomodidades en muchos aspectos.
Puede ser en el cómo y cuál es la mejor manera de abordarla, es que en nuestros días y ante los cambios sociales que nos atraviesan, ya no es simplemente la Prueba con su resultado para validar una promoción; es un sinfín de información que nos brinda esta instancia, que si nos detenemos en su lectura, en su interpretación, en su observación, nos pone frente a problemáticas o necesidades que ya no sólo miran al evaluado.
Su retroalimentación nos direcciona a otros emergentes: la propuesta de enseñanza aprendizaje; los factores socio – emocionales (tanto de familias y niños) que hoy tienen un espacio en la escuela reflejan los pre-conceptos generacionales en torno a la misma y que influyen a la hora de lograr acuerdos institucionales. Acuerdos en relación a frecuencia, sentido, estrategias didácticas que acompañen esta instancia evaluativa; a los contenidos, con sus capacidades y habilidades como también registros en función de la trayectoria escolar del estudiante.
En el contexto social la Evaluación nos condiciona. Podríamos decir que, en un sentido figurativo, habilita para ser parte de. Su aprobación conlleva la concepción de éxito, de establecer categorías, de actitudes que lejos de incluir promueven la exclusión. Y seguramente muchas personas recordarán experiencias que han dejado huella en lo que a este tema se refiere. Y es por esto que incluso tal vez, llega una edad en la que ya no queremos pasar por una evaluación que dé cuenta de lo que puedo o no puedo hacer; de lo que comprendí o no; pero sí emitimos juicios en la vida cotidiana que implícitamente tienen un carácter evaluativo.
Avancemos en conclusiones
Pero la reseña del párrafo anterior no pretende generar una justificación del papel de la Evaluación en la Escuela de hoy. SÍ PRETENDE GENERAR UNA REFLEXIÓN DE LA IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN FORMATIVA; LA QUE NO SOLAMENTE PONE SU ACENTO EN LA RESOLUCIÓN DE ACTIVIDADES QUE PONGAN EN JUEGO LOS SABERES QUE SE CORRESPONDEN A CONTENIDOS PROCEDIMENTALES, SINO TAMBIÉN EN LO ACTITUDINAL.
EN LA MIRADA DEL ERROR COMO LA POSIBILIDAD DE REVISAR LO QUE SE PUEDE MEJORAR; EN LAS CAPACIDADES Y VALORES QUE INTERVIENEN EN UNA INSTANCIA DE EVALUACIÓN. TAMBIEN EN LA NO COMPARACIÓN DE RESULTADOS, EN LAS RESPUESTAS GENERALIZADAS (a las que a veces se recurre) PARA NO GENERAR INCOMODIDAD POR LA CALIFICACIÓN DISPUESTA. TODO ESTE PROCESO QUE OCURRE EN EL AULA HACE PARTÍCIPES Y PARTE AL DOCENTE Y ESTUDIANTE.
Un tema tan importante y relevante para la Educación incluye muchos más aspectos que deberíamos tratar Pero quienes nos desempeñamos como educadores podemos encontrar aportes muy interesantes de autores como Rebeca Anijovich, Miguel A. Santos Guerra, Mariana Maggio, y en el portal de Calidad e Igualdad educativa del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba.
Como familia, es muy importante el diálogo que podamos promover ante los momentos en que habrá o hubo una instancia de evaluación. Acompañar poniendo en común sentimientos o emociones generados según el resultado o expectativas, pudiendo ayudar al proceso de autoevaluación o retroalimentación de lo que habría que tener en cuenta si deseamos obtener un rendimiento diferente; no solo por una validación sino también por un crecimiento personal. Sin dudas esto influirá de manera directa en la autoestima que construya el niño sobre sí mismo, y que será un pilar fundamental para la vida.
No me olvido de mencionar que según la definición de la RAE, evaluar hace referencia a “determinar el valor de algo, calificar, examinar”. Ante tantos avances sociales y en derechos adquiridos en favor de nosotros, las personas, EVALUAR HOY NO ES LO MISMO QUE ANTES.
Feliz Día del Trabajador!!!
