El doctor Lucas Figueroa y el director médico del geriátrico Santa Lucía de Saldán, Marcelo Lázaro, fueron indagados ayer por el fiscal Andrés Godoy. Este proceso se desenvuelve es en el marco de la investigación por el brote de contagios ocurrido en esa institución en abril.
El brote fue el primero de magnitud en Córdoba y dejó más de 70 personas contagiadas y al menos una decena de pacientes fallecidos.
Situación de los médicos acusados
Ambos profesionales fueron imputados el viernes pasado por el fiscal Andrés Godoy. La causa es por el presunto delito de “propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”.
Los médicos negaron los hechos y se abstuvieron de continuar declarando. Así lo confirmó a Radio Universidad el abogado Hernán Tagle Gavier, defensor de Lázaro.
“Mi cliente fue convocado por la fiscalía y se le ha intimado y puesto en conocimiento de los hechos que se le imputan. Ha negado los hechos y se ha abstenido de continuar declarando por recomendación técnica de su defensa. Como ya fue objeto de una presentación anterior, los profesionales aplicaron de manera estricta los protocolos médicos y sanitarios que se requieren para estos casos”, aseguró el letrado.
Críticas y rechazo a las imputaciones
Las imputaciones realizadas por el titular de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (Ufes), fueron fuertemente criticadas. El fiscal Godoy tomó esa medida antes de indagar a los propios involucrados y sin consultar al Comité consultivo y operativo en prácticas médicas, sanitarias y bioética (COPRAMESAB). Éste fue creado en 2005 por el Superior Tribunal de Justicia de Córdoba para estos casos.
Además, el proceso generó el rechazo absoluto de la comunidad médica de Córdoba. La misma se manifestó en contra de la medida en todas las ciudades de la provincia.
Fuente: Cba24n.
