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«Giggi» Tello, con 28 años estuvo en la Antártida y a bordo del ARA Libertad

Cecilia Tello o “Giggi” como la llaman sus compañeros, amigos y familiares, nació en Córdoba Capital en el Barrio General Paz. Creció junto a su mamá Rita Cecilia y sus abuelos Marta y José.

Desde el 2016, Giggi se encuentra viviendo en la zona del Puerto de Mar del Plata con su mamá, cerca de su destino en la Banda de Música del Área Naval Atlántica, en la Base Naval de dicha ciudad.

La Cabo Primero Cecilia Tello contó que las Fuerzas Armadas siempre llamaron su atención por la experiencia relatada de primera mano por su abuelo José, quien hablaba con entusiasmo de sus mejores años vividos en la Base Aeronaval Comandante Espora cuando hizo el Servicio Militar Obligatorio y participó en la Guerra de Malvinas.

Me acuerdo que fue mi abuela después de escuchar por radio acerca de las inscripciones la que me incentivó y me acompañó a la Delegación Naval de Córdoba. A los dos segundos estaba convencida y el desafío fue preparar en pocas semanas el examen de ingreso”, relató.

Preparó los exámenes día y noche, y rindió. Luego de un mes llegó el esperado llamado:

No podía creerlo y me entró una alegría tremenda, pero cuando llegó la hora de partir me agarró mucho miedo de estar sola. Aún recuerdo las palabras de mamá que tocaron lo más hondo de mi orgullo cuando me vio flaquear y dudar me dijo: ‘No podés bajarte del barco, hija, sin haberte antes subido’, así fue como me subí al colectivo rumbo a Buenos Aires” relató Giggi.

Y agregó: “Desde que pisé la escuela, desde el minuto cero que llegué me dije ‘esto es lo que quiero para mi vida’, y me enamoré de la Armada hasta el día de hoy”.

La música en la vida de Cecilia

Mientras estudiaba, Giggi fue conociendo las especialidades para desarrollarse en su carrera como Suboficial. Entre ellas, hizo una prueba en el Gabinete de Música. Sabía muy poco, había tocado la flauta dulce en la secundaria pero nunca imaginó ese destino para ella.

“No sabía leer partituras, menos tocar un instrumento, así que me esforcé un montón por aprender; pasaba horas sentada estudiando y practicando una y otra vez. Tuve excelentes profesores que me enseñaron a querer la música”, destacó.

Hoy, Cecilia es ejecutante de dos instrumentos de viento-madera: la flauta traversa y el flautín o píccolo. “La música de las bandas militares no sólo llenan y complementan un momento en alguna ceremonia o celebración, sino que expresa sentimientos de aliento y uno siente una fuerte emoción al escucharla”, confiesa.

Su primer destino al egresar en el 2013 como Cabo Segundo fue la Escuela Naval Militar en Río Santiago, institución donde se forman los futuros oficiales de Marina de la Armada Argentina. Allí formó parte de la Banda de Música por 2 años y en el 2016 le tocó pase a su actual destino en Mar del Plata y, con él, una inesperada convocatoria del Ministerio de Defensa.

Concierto por la paz en la Antártida

Cecilia Tello fue convocada junto a 14 músicos más de la Marina a ser parte de la Banda Conjunta Militar compuesta por músicos de los tres Fuerzas Armadas, sumando un total de 45. Ella es la flautista que representa a la Armada. El “Concierto por la paz en la Antártida” fue el primero proyecto de los músicos militares, conmemorando los más de 100 años de presencia argentina ininterrumpida en el continente blanco.

Con la Banda Conjunta Militar, a fines del 2016, Cecilia viajó a tocar en la base antártica Marambio. “Éramos una mini banda sinfónica. Fue una experiencia hermosa conocer la Antártida y tocar mientras nevaba; y fue un verdadero honor conocer a tantos músicos y a tanta gente”, expresó.

En el “Concierto por la paz en la Antártida” los músicos ejecutaron un repertorio de himnos, marchas y canciones militares.

Posteriormente convocaron la para grabar un disco compacto: “Sonidos de la Patria”. Del disco participaron varios artistas reconocidos como Raúl Lavié y Germán Nieto. Cecilia hizo su aporte solista al disco.

Después de estas experiencias, continuó su actividad en la Banda de Música del Área Naval Atlántica en Mar del Plata. Allí, además de su trabajo habitual en ceremonias, siguió estudiando y perfeccionándose hasta que otro sueño se le presentó: navegar en la fragata ARA “Libertad”.

Giggi recorrió puertos extranjeros durante casi 6 meses, de agosto del año pasado a enero de este año: puertos de Brasil, Uruguay, España, Portugal, Francia, Bélgica, Irlanda, EEUU; en octubre, en el Reino Unido, cumplió sus 28 años.

“Estudié 3 años de inglés antes de ingresar a la Armada y cumplir años en Londres fue hermoso e inolvidable. Todo el viaje fue muy especial, un orgullo y un sueño que tenía desde que había ingresado a la Armada”, enfatizó Tello. Por primera vez, una mujer conformaba la banda de a bordo y eso también la complació: abrir puertas y caminos a otras camaradas femeninas de su especialidad.

«Servir a la Patria es el orgullo más grande que siento»

 “Amo ser música y no dejaría nunca la Armada, pero mi otra pasión es la salud”, contó Tello. Estudió Radiología y se recibió en el 2017, hace trabajo ad honorem en distintos hospitales y piensa seguir el año que viene alguna licenciatura relacionada, como la de Bioimágenes.

En su tiempo libre le gusta la natación y va al gimnasio. Ahora en cuarentena por el COVID-19, ejercita en casa, extrañando sus días en la banda aunque realiza guardias y no para de pensar en seguir superando logros en su carrera. A Giggi le gusta todo tipo de música, y aunque el cuarteto le tira por su origen, escucha de todo.

Cuando vuelve a Córdoba, su casa está en Barrio Pueyrredón, donde se encuentra su abuela. Tello dice que no se decidió por ningún cuadro de fútbol cordobés, ya que su abuela es de Talleres, su abuelo fue de Racing, su mamá de Instituto, su primo-hermano de Belgrano y todos se disputaban de quién era ella, por lo que para no sumar divisiones familiares, simpatiza con Boca Juniors.

A Giggi le costó mucho irse de Córdoba. Lo que más extraña las reuniones de domingos en familia. Sin embargo, a pesar de no tener a nadie y no conocer nada de la Armada al principio, fue acostumbrándose y hoy se siente realmente feliz y orgullosa de pertenecer a la Institución.

Agradezco a la Armada Argentina porque me ayudó a ser lo que soy y a crecer. De la Armada me gusta vestir el uniforme, el respeto que genera, trabajar en equipo y el compañerismo; para mí es una segunda familia”.

«Servir a la Patria es el orgullo más grande que siento no sólo para mí sino también para mi familia; un servicio a la Nación para defenderla y una  vocación, la de dar siempre lo mejor de uno en el servicio”, concluyó la joven marina y música cordobesa.

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