En tiempos en que muchos apuntan con dedos acusatorios a una adolescencia a que nada le importa», gestos como el vivido ayer en el Ensag, nos alientan a seguir creyendo.
A veces, las noticias no tienen que ser necesariamente oscuras o trágicas. A veces, las noticias hay que rescatarlas de gestos diarios, cotidianos, emotivos. Tal vez no tan estridentes, pero con un valor humano tremendo. Y de eso se trata esta nota.
Lo sucedido lo armaron, organizaron y protagonizaron los chicos y chicas del 3º C turno mañana de la Escuela Normal Superior de Alta Gracia. Muchos de ellos ni siquiera tenían que concurrir a clases ayer viernes, e igual fueron porque querían ser parte de la idea.
Resulta que este grupo de adolescentes han tenido la fortuna de tener como preceptora a Virginia Musso. Desde que ingresaron, bien pichones a Primer Año, ella los cobijó con enorme profesionalismo y con inmenso calor humano. Tanto que los pibes terminaron encontrando en ella no a la «prece» que te reta, sino a a la persona que te acompaña y ayuda. Y esto, en estas edades, es muy importante.



Pues bien, a partir de Cuarto Año, «la Virgi», como le llaman los chicos, ya no seguirá con ellos. Ella continuará con los primeros cursos y los pibes seguirán sus orientaciones dentro del colegio. Por eso, lo de ayer fue una despedida muy emotiva. «La mejor de todas las despedidas» tituló una de las alumnas en sus redes, donde subió la foto de todo el grupo junto a la preceptora.
Fiesta sorpresa y regalito
Pero… ¿cómo organizarlo para que fuera una sorpresa?. Los chicos contaron con la complicidad de una profe y de otro preceptor. Mediante una mentirita blanca hicieron que Virginia fuera al aula, donde la esperaban, a puro grito, globos y festejos, sus alumnos.


Fotos, videos, el regalo de una remera con la firma de todos y la huella de cada uno de los chicos… en fin. Un momento altamente emotivo y merecido.
En los tiempos que se viven, que en las instituciones haya personas como Virginia Musso es un soplo de aire fresco. Y que existan alumnos que lo sepan valorar, ni hablar.


Nada, nos pareció que fue un gesto maravilloso. Uno más de esta querida educación pública tan vapuleada por momentos, pero que sigue dando muestras de humanidad a cada paso.
MIRÁ EL VIDEO DEL MOMENTO EN QUE LOS CHICOS SORPRENDIERON A SU PRECEPTORA:






