Este miércoles, el narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán fue condenado a cadena perpetua por un Juez neoyorquino, quien también lo sentenció de manera simbólica a 30 años adicionales de presión.
El capo narco recibió la pena por ocho cargos de narcotráfico y crimen organizado, 30 años de cárcel por tenencia de armas y otros 20 años de prisión por blanqueo de capitales.
El veredicto de culpabilidad tras un juicio de 11 semanas conlleva lo que el gobierno describe como una sentencia muy justificada de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Los abogados del “Chapo” anunciaron que apelarán inmediatamente la condena. La defensa alegó que Guzmán era víctima de un montaje de otros traficantes, que se convirtieron en testigos del gobierno para conseguir sentencias más suaves en sus juicios.
Probablemente, el narcotraficante mexicano terminará en la prisión «Supermax» del gobierno federal en Florence, Colorado, conocida como la «Alcatraz de las Rocallosas».
La prisión, ubicada en el medio del desierto, fue construida para convictos de nivel denominado ‘Supermax’, es decir ‘super-maximum security’, el más alto grado de seguridad que existe en el sistema penitenciario estadounidense.
