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Despeñaderos: un pueblo, una historia, una vida por contar

Despeñaderos: un pueblo, una historia, una vida por contar

Cada 15 de febrero, Despeñaderos festeja su aniversario. ¿Por qué esa fecha? ¿Cuál fue el evento que dio pie a elegirla como punto de apoyo histórico?

La historia se remonta a tiempos de las estancias, y tiene unos cuantos capítulos que merecen ser contados. Hoy, citaremos solo algunos de ellos, gracias a los aportes de Patricia García, Secretaria de Educación y Cultura de la municipalidad de Despeñaderos.

Particular historia tiene Despeñaderos. Por empezar, su nombre actual lo adopta recién a mediados del siglo pasado, producto más de una denominación coloquial que de un acta fundacional.

En la zona hubo dos estancias primeras que luego fueron loteando y vendiendo. El pueblo no fue fundado propiamente dicho.

Antiguamente, la zona estaba dividida en pedanías, y el actual Despeñaderos pertenecía a la Pedanía San Antonio. Su nombre remite al primer antecedente que hubo en esta región, que era la Capilla de San Antonio, que era un oratorio perteneciente a la familia Vergara, y que data de mediados del 1800.

La capilla era, además de religioso, un centro social y político. Los primeros documentos de votaciones indican que se hacían en su atrio. Además, allí se celebraba la festividad de San Antonio. Es uno de los lugares más viejos.

Los primeros planos de este lugar tienen otros nombres, que se combinan en los viejos documentos. 

Una de las estancias fue la Estancia de la Concepción, cuya casona aún existe frente a la plaza del mismo nombre. Pertenecía a Don Mariano Maldonado, uno de los primeros pobladores de la región. En los planos figura como ubicada en “Pueblo Figueroa Alcorta”. La casa data de los últimos años de siglo XIX.

La otra estancia fue Betania. Estaba en la zona de Santa Rita, era de la familia Ferrer. La mayoría de sus terrenos son hoy el sector del Colegio 25 Mayo, Pio XII y el hospital. Ferrer en sus planos le puso “Pueblo San Rafael”.

Entonces, resumiendo, los nombres que llevó la zona fueron Pedanía San Antonio, Pueblo Figueroa Alcorta, Pueblo San Rafael; cuando llegó el tren, se le instituye el nombre de Estación Dr. Lucas A. de Olmos y recién por decreto en el año 1953 se le puso el nombre coloquial “Despeñaderos”.

Llega la educación

Don Mariano Maldonado trajo una maestra de apellido Leyría para que le diera clases a sus hijos. A ellos se sumaron los hijos de los peones. Daba clases en una habitación cedida por Maldonado y comenzó a llamarse “sala de tejas”. Esa institución de 1903 derivará después en lo que hoy es la escuela 25 de mayo.

Buscando los orígenes

Pero a la hora de buscar sus raíces, hay otro antecedente. En 1904, y ante hechos de robo de ganado, se pide que abran una subcomisaría.

Pero el hecho comunitario más importante se dio a partir de 1904. Ese año, y de acuerdo a un documento encontrado en los archivos provinciales, los vecinos, por nota, le solicitan al gobernador abrir un Registro Civil. Por ese entonces, los vecinos debían trasladarse o a Alta Gracia o a Cosme para todos sus trámites personales. Se les hacía muy difícil trasladarse y muchas veces no podían hacerlo. Firman la nota con nombre y apellido lo que permite hoy conocer a aquellos primeros pobladores. En la nota, dicen que en el lugar viven alrededor de 600 personas. 

El 15 de febrero de 1905, el gobernador autorizó la apertura del Registro Civil. Por eso el aniversario del pueblo se festeja ese día, tomando ese momento como iniciático. “Y no es caprichoso. Ese hecho se marca como el primer gesto de una comunidad movilizada por el bien común”, afirma Patricia García. “Además, por el registro civil pasan todos (el que nace, el que muere, el que se casa”

Por iniciativa popular, se tomó el 15 de febrero como el aniversario del pueblo.

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