Las principales empresas suben el precio de sus productos para la venta al público, en promedio, un diez por ciento. YPF picó en punta.
En materia de combustibles, había que esperar “que pasen las elecciones generales”. Esa parecía ser la cuestión y, finalmente, así fue. A modo de acuerdo, las empresas “respetaron” el período electoral. Pero cumplidos los comicios, el panorama es otro.
En las primeras horas de este lunes, las principales empresas expendedoras de combustible resolvieron llevar adelante la suba de tarifas.
En el caso de la nafta, la Súper se vende desde hoy a $ 24,27, mientras que la «Infinia» (recargada) a casi $ 27. El gasoil, en tanto, cuesta $ 20 y el de mayor octanaje a $ 22.50.
El secretario de la Federación de Expendedores de Combustible, Pablo Bornoroni, expresó que «El aumento va de un diez a un doce por ciento, según la empresa. Creo que este sería el último aumento».
Bornoroni agregó: «No creíamos que fuera a ser tan rápido el aumento. Fue apenas cerraron la elección. Los estacioneros hacemos casi un pasamano. Nosotros tenemos comisiones por volúmenes de venta. Pero cuanto más aumento, menos vendemos. La verdad es que no nos conviene».
Apenas llevada adelante la novedad, de parte del Ministerio de Energía y Minería de Juan José Aranguren, ya las ventas a clientes mayoristas habían sufrido aumentos.
Las empresas de transporte y grandes clientes ya hace algunas semanas, habían sufrido una suba cercana al diez por ciento. Ahora, les toca a todos.
