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Las claves del Brexit: cronología de un divorcio

El brexit ya es un hecho. La partida entre Londres y Bruselas llega hoy a su fin después de tres años y medio de negociaciones y prórrogas que dejaban en el aire la culminación de un proceso que arrancó con el histórico referéndum del 23 de junio de 2016.

Lágrimas y lamentos acompañaron la sesión del pasado miércoles, en la que el Parlamento Europeo aprobó, a la primera y por una amplia mayoría –621 a favor, 49 en contra y 13 abstenciones–, el acuerdo para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. También conocida popularmente como Brexit: palabra combinada de las palabras inglesas Britain y exit, ‘Gran Bretaña’​ y ‘salida’. Superado ese último trámite legal, el Reino Unido abandona oficialmente el club de los 28

El acuerdo alcanzado garantiza los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido y  el de los británicos en suelo europeo.

2016: el inicio de la salida

20 de febrero. El primer ministro David Cameron anuncia la fecha del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea para junio de ese año. Sin embargo, la caja de Pandora ya llevaba años abierta. En 2013, el entonces candidato a primer ministro del Partido Conservador anunció que, si salía victorioso en las elecciones generales de 2015 convocaría la consulta antes de 2018. «Ha llegado el momento de que los británicos hablen», sentenció entonces.

En mayo, los tories ganaron con mayoría absoluta y comenzaron a elaborar una propuesta de ley que autorizaría la celebración del referéndum. Como él mismo explicaría años después en su libro For the record, la decisión nació como una respuesta a los euroescépticos de su propio partido y a los miembros del partido del UKIP (Partido por la Independencia del Reino Unido) que defendían el derecho de los británicos a pronunciarse sobre la permanencia en el bloque comunitario.

«Recupera el control: vota salir»

15 de abril. Empieza la campaña oficial para el referéndum. Take back control. Vote leave («Recupera el control: vota salir») y Britain stronger in Europe. Stay in («Reino Unido fuerte en Europa. Quédate») fueron los eslóganes escogidos por los partidarios de cada opción. Los controles de migración y fronteras se convirtieron en uno de los elementos clave en ambas campañas. Mientras los partidarios de permanecer en la UE defendían la libertad de circulación de trabajadores, mercancías y servicios, los detractores argumentaban que esas garantías suponían un riesgo para el desarrollo del empleo y la seguridad de los ciudadanos.

23 de junio. Reino Unido celebra el referéndum sobre la permanencia a la Unión EuropeaCon el 51,9% de los votos frente el 48,1%, se confirmó una mayoría a favor de abandonar el bloque comunitario en una consulta que registró una participación ciudadana del 72,16%. En contra del abandono, 16.141.241 papeletas. A favor, 17.410.742. Horas después de que se diesen a conocer los ajustados resultados, David Cameron, que había liderado la campaña por la permanencia, renunció al cargo.

13 de julio. La antigua ministra de Interior, Theresa May, pasa a ser primer ministra y designa al euroescéptico David Davis como secretario de Estado para la ruptura con el bloque europeo. May y su gabinete se convierten así en encargados de liderar las negociaciones para la salida y llegar a un acuerdo con los 27 países miembros y también, con los diputados de Westminster.

2017: empiezan los movimientos

29 de marzo. Se inician las negociaciones entre Bruselas y Londres. May activa el Artículo 50 del Tratado de Lisboa que contempla la posibilidad de que un estado miembro abandone voluntariamente la Unión Europea. El documento estipula dos años desde la notificación de la salida como plazo máximo para alcanzar un pacto entre las partes. Al mismo tiempo que se inicia la cuenta atrás, Escocia –donde había vencido el rechazo al brexit con un 62% de los votos en el referéndum– aprueba negociar con Londres una nueva consulta de independencia y augura (o confirma) una posible fractura social.

9 de diciembre. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anuncia el primer preacuerdo sobre las condiciones que guiarán la ruptura. El Gobierno británico se compromete a pagar la fractura del brexit, a alcanzar un pacto sobre la frontera irlandesa y a garantizar los derechos de los ciudadanos europeos que viven en Reino Unido.

2018: tensión y calma

8 junio. El negociador europeo responsable del proceso de salida del Reino Unido, Michel Barnier, rechaza la salvaguarda (en inglés, backstop) planteada por el Gobierno de May para evitar que exista una frontera rígida entre Irlanda del Norte (territorio británico) y la República de Irlanda (perteneciente a la UE). Esta medida política, que ha sido uno de los principales escollos para alcanzar un acuerdo sobre el brexit, es una especie de mecanismo de seguridad que garantiza que, en caso de que se lleve a cabo la ruptura, Irlanda del Norte abandonará la Unión Europea pero se mantendrá dentro del Mercado Único y la Unión Aduanera hasta conseguir un nuevo sistema comercial entre las dos Irlandas. La propuesta inicial de May contemplaba que fuese todo el Reino Unido el que se mantuviese ligado a la Unión hasta 2021.

25 de noviembre. Tras meses de negociaciones e idas y venidas entre Bruselas y Londres, la Unión Europea da el visto bueno al plan propuesto por Theresa May. En las condiciones se recoge una salvaguarda temporal pero indefinida que abarca únicamente a Irlanda del Norte. «Este es el mejor y el único acuerdo posible», declaró entonces Juncker. Sin embargo, entre los asientos de Westminster emerge el temor de que esa condición excepcional aduanera acabe por enquistarse de manera permanente.

2019: comienzan las prórrogas

15, 16 y 17 de enero. La Cámara de los Comunes, por 432 votos en contra, frente a 202 votos, rechaza el acuerdo que la premier birtánica había pactado con la Unión Europea. Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, presenta un moción de censura contra May. La mandataria logra superarla con solo una diferencia de 19 votos (325 a favor y 306 en contra) y presenta días después un plan alternativo que vuelve a ser denegado por los diputados.

14 de marzo. El Parlamento británico rechaza, por votación, la posibilidad de que haya una salida sin acuerdo. Para evitar un ‘brexit duro’, Theresa May se ve obligada a pedir una prórroga del Artículo 50 del Tratado que la UE concede y fija para el 12 de abril.

11 de abril. En vísperas de que se agote el plazo, Reino Unido y la UE acuerdan un nuevo retraso hasta el 31 de octubre. En ese tiempo, May presenta un tercer plan ante los diputados, de nuevo, sin éxito.

25 de mayo. Tras tres años al frente del Gobierno británico, Theresa May anuncia su dimisión como líder conservadora. «Lo intenté tres veces, pero no puede lograrlo», declaró, emocionada, durante su discurso de despedida. Si bien consiguió que la UE aprobara un plan de salida, la líder del partido conservador fracasó en tres ocasiones ante Westminster.

24 de julio. El periodista, diputado, ex alcalde de Londres y ferviente defensor del Brexit, Boris Johnson, se convierte en el nuevo primer ministro británico. ¿Su objetivo? Conseguir la salida de la UE el 31 de octubre. Cueste lo que cueste y haya o no acuerdo. En agosto, Johnson solicita a la reina que suspenda el Parlamento para evitar que la «rebeldía» de los diputados retrase aún más el proceso y solicita otro aplazamiento. Días después, el Tribunal Supremo declara ilegal la medida y la anula.

«Una propuesta totalmente inaceptable»

4 de octubre. La Unión Europea rechaza la propuesta presentada por Boris Johnson por ser, en palabras de Juncker, «totalmente inaceptable». Pese al ‘no’ rotundo del Parlamento Europeo, el club de los 27 abre la puerta a nuevas negociaciones para superar el principal obstáculo: la gestión de las fronteras entre las dos Irlandas que, hace apenas 20 años pusieron punto final a un sangriento enfrentamiento que duró más de tres décadas.

28 y 29 de octubre. Ante la amenaza de Boris Jhonson de efectuar un ‘brexit exprés’ para el 31 de octubre, la UE da una nueva prórroga de tres meses a Reino Unido. A su vez, el Parlamento británico aprueba la celebración de elecciones generales anticipadas para el 12 de diciembre, dando lugar a los terceros comicios que el país celebra en menos de cinco años.

31 de octubre. Iba a ser el gran día. El día en que los millones de partidarios del brexit esperaban ver cómo su voluntad de abandonar la Unión Europea se hacía realidad después de más de tres años de incertidumbre. Sin embargo, llegada la fecha límite para la salida fijada tras una segunda prórroga, el brexit no se hizo efectivo. Tampoco lo hizo en los días siguientes. La ruptura volvió a posponerse y confirmó una realidad entonces constatada: no había algoritmo capaz de adivinar cuál sería la fórmula final que defina el brexit.

12 de diciembre. El líder conservador Boris Johnson consigue la mayoría absoluta en las elecciones generales (365 escaños de 650), lo que le deja la puerta abierta para cumplir con su promesa de culminar el brexit el 31 de enero de 2020. Por su parte, el candidato laborista Jeremy Corbyn lleva a su partido a una derrota no vista desde hacía ocho años. Otro de los grandes vencedores de la jornada fue el Partido Nacional Escocés, liderado por Nicola Sturgeon, que consiguió 48 de los 59 escaños de Escocia. Se refuerza así la determinación de los nacionalistas escoceses de repetir el referéndum de 2014 y celebrar una segunda votación sobre la independencia de Escocia.

Fuente: Ethic.es

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