Cuando la municipalidad -luego de tanto reclamo vecinal- instaló el semáforo en la intersección de Malvinas Argentinas y Ruta 5, el elemento de control de tránsito fue saludado por todos.
El semáforo fue una de los pedidos que más habían realizado los vecinos de los barrios cercanos. Residencial El Crucero, Parque San Juan, Lalahenes se ven beneficiados con su instalación en un cruce muy peligroso. Tanto que ese tramo de ruta se cobró varias vidas.
Pero contradiciendo al refrán, en este caso no hay bien que por mal no venga. ¿A qué se debe esto? Muy simple, lo que para muchos fue solución, para otros es oportunidad. Mientras para los peatones el semáforo es un paso adelante en la seguridad a la hora de movilizarse, para los amigos de lo ajeno es una oportunidad para poder delinquir.
Así lo han denunciado varios vecinos de nuestra ciudad, quienes han dado cuenta de intentos de robo ocurridos mientras los automovilistas esperan que la luz se ponga en verde. Esto habría ocurrido en horas de la noche.
«Quiero avisar que recién en el nuevo semáforo de Malvinas Argentinas intersección Ruta 5 dos hombres en dos motos le quisieron robar a mi marido que estaba esperando ya que estaba en rojo. Es muy larga la espera, y por ende, mucho el riesgo de que ocurra cualquier cosa. Quizás a partir de cierta hora debieran dejarlo en modo intermitente. Ese semáforo era para agilizar el tránsito, pero resulta que a cierta hora para los conductores nos es un obstáculo y para los motochorros una gran oportunidad para hacer de las suyas. Gracias», denunciaba Lucila, preocupada por la situación vivida.
No es ésta la única noticia que nos llega al respecto en nuestro buzón de reclamos. Tal vez reforzar la iluminación del sector, o la vigilancia en determinadas horas pudiera ser un principio de solución para el problema.
