La pandemia del coronavirus obligó tanto a padres y madres como a hijos e hijas a quedarse dentro de sus casas. Sin embargo, preocupa el maltrato y la violencia que pueden estar sufriendo niños, niñas y adolescentes (NNyA) durante la cuarentena.
Un estudio de Unicef demuestra que cerca del 70% de los abusos y maltrato contra la niñez ocurre en los hogares y sus abusadores son sus propios familiares. Cerca de 300 millones de niños de 2 a 4 años en todo el mundo son víctimas de algún tipo de disciplina violenta. Mientras que 9 de cada 10 adolescentes que fueron forzadas y forzados a mantener relaciones sexuales conocían a su agresor.
En el contexto actual de aislamiento, la imposibilidad de salir de casa empeora la situación de esos niños y niñas para quienes el hogar no es un lugar seguro.
Desde AG Noticias dialogamos con Alicia Zamarbide, trabajadora social y Coordinadora del Programa de Maltrato Infantil del Hospital de Niños de Córdoba quien afirmó que “hubo un aumento de casos de violencia muy complejos y graves hacia los niños, niñas y adolescentes”.
“El aislamiento promueve la violencia y los abusos hacia los NNyA ya que están confinados en sus casas con los presuntos agresores. Actualmente, y por la cuarentena, no hay otros adultos que puedan detectar el maltrato infantil» explica la profesional.
Durante los meses de aislamiento aumentó el maltrato físico, psicológicos y el abuso sexual. Actualmente, el Hospital de niños atiende 3 casos de violencia por semana.
El maltrato no discrimina y el abuso es igual en todos lados: “la violencia infantil no es específica de un sector social determinado. Es muy heterogéneo y se da en todos los estratos sociales” explica Zamarbide.
El rol de la Justicia
El juzgado de NNyA, violencia familiar y de género, estimó que hasta el 30 de abril recibieron 2 mil denuncias; de las cuales, el 70% fueron por violencia familiar. Sin embargo, «no existe una dato preciso que diferencie cuantas de estas denuncias corresponden a maltrato o abuso infantil» explica Francisco González Segura, abogado especializado en familia.
El letrado coincide con Zamarbide y sostiene que «los mayores hechos de violencia intrafamiliar, donde la víctima es un menor, ocurren dentro del hogar». Este flagelo se incrementó y agravó por consecuencia del aislamiento: «aunque todavía no hay datos más precisos», explicó.
«La violencia contra estas niñas y niños se detecta cuando van a la escuela o en una consulta médica. Pero como actualmente no asisten a los establecimientos educativos, clubes, o centros médicos, nadie puede detectar los indicios de maltrato infantil» sostiene el Dr. González Segura.
La ley provincial N°9944 de Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes establece que cualquier persona puede realizar una denuncia por violencia infantil: «cuando la Justicia toma conocimiento sobre un caso de violencia y/o abuso infantil, tiene la obligación de actuar de manera inmediata para preservar la integridad del NNyA«
«La Justicia busca priorizar el derecho de los niños y niñas de vivir dentro de un núcleo familiar. Por tal motivo, siempre y cuando no vulnere la seguridad de los menores, van a trabajar para que el niño regrese a su hogar y crezca dentro del seno familiar» sostiene el profesional.
Muchas veces la intervención de la Justicia es cuestionada por la sociedad y más cuando involucra temas tan sensible como la violencia infantil: «considero que el procedimiento de la Justicia no es el problema, lo que faltan son recursos para la intervención dentro del campo. Faltan más trabajadores sociales, psicológicos y psicopedagogos que intervengan» afirma el letrado.
Línea gratuita para denunciar casos de violencia infantil
El 102 es un servicio telefónico gratuito de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, para orientar a los NNyA y a los ciudadanos en general; sobre protección y restitución de derechos de niñas y niños con derechos amenazados o vulnerados.
Además de asesorar, también recepta llamadas que alertan sobre situaciones donde los derechos de los NNyA se encuentran en riesgo o han sido lastimados. La llamada puede realizarse de manera anónima.
Pueden comunicarse:
- Niñas, niños y adolescentes
- Familiares o referentes (conocidos, vecinos, etc.)