El Polideportivo fue escenario de la Integratón Bruno Margaría en su decimotercera edición. Organizado por CRECER y el IPEM N°346, el encuentro reunió a instituciones, familias y jóvenes de toda la ciudad, en una jornada marcada por la inclusión, la participación y la emoción.
La Integratón Bruno Margaría celebró su 13ª edición con un polideportivo colmado de entusiasmo. Lo que comenzó en 2011 como una simbólica vuelta a la Plaza Solares se transformó en un clásico de Alta Gracia, consolidándose como un espacio de integración y convivencia.
Maricel Eizmendi, quien acompaña el evento desde sus inicios, destacó la evolución de la propuesta: “Nos asombra cómo ha perdurado en el tiempo. Cada año son más las instituciones que se suman, y eso muestra que juntos siempre es mejor”. Recordó en diálogo con AGNoticias además los primeros pasos: “En 2011 Bruno corrió con su papá. Al año siguiente, el encuentro ya llevó su nombre y desde entonces lo acompañamos siempre”.
Pepe Margaría subrayó el valor humano de la experiencia: “Los chicos vienen a participar, pero terminan llevándose más de lo que pensaban dar. A veces creemos que venimos a ayudarlos, pero son ellos los que nos ayudan a nosotros”.
Las organizadoras Andrea Rivero y Yanina remarcaron el compromiso creciente: “Al principio parecía imposible, arrancamos sin recursos. Hoy vemos este polideportivo colmado y nos llena de orgullo. Cada año se suman más escuelas secundarias y más chicos de instituciones que trabajan con discapacidad”.
El encuentro, organizado por CRECER y el IPEM N°346, convocó a jóvenes, familias e instituciones de toda la ciudad. Asimismo de la tradicional carrera y las actividades recreativas, este año se sumó una novedad que entusiasmó a todos: la presentación de “Tornado”, la flamante mascota oficial elegida en un concurso que involucró a las escuelas locales, con más de 20 propuestas participantes.
Con el apoyo de la Municipalidad y de diversas instituciones educativas y de salud, la Integratón Bruno Margaría volvió a demostrar que la inclusión se construye colectivamente y que, trece años después, sigue siendo una de las citas más esperadas del calendario local.
