Un posteo de facebook dejó al desnudo cuestiones simples de organización para ver el partido final de la Copa del Mundo este domingo al mediodía.
Los dilemas de la final. No se tratará de ver cómo llegar a fin de mes, qué hacer con el resumen de la tarjeta o de esos temas tan importantes que nos acosan en la diaria. Pero para nosotros los argentinos, la pasión por el fútbol es prioritaria a la hora de los sentimientos. Y por eso, hay muchas preguntas a resolver de manera urgente…
El partido es a las 12. ¿Vas a hacer una previa? ¿Qué sería lo más conveniente?. Arrancamos tempranito con un aperitivo para llegar entonados a la hora de la verdad?. ¿O esperamos el partido con mate y luego «aceleramos»?. Y a la hora de almorzar… ¿Asado o algo más livianito?. ¿O pasamos el almuerzo para luego del partido?
Si hago asado, en el quincho no tengo tele (algunos si, y asunto solucionado). ¿Compro una picada?. Que sea suculenta porque si no, entre los nervios y el apetito de la hora, no alcanza… ¿Y si mejor voy a verlo a un bar?…
¿Solo, con amigos o en familia? El domingo es de por sí familiar, pero… ¿y si rompo la cábala de ver los partidos solo, no será peligroso?. Mejor lo veo como siempre, en sillón de la sala. Eso sí, la mesa va a quedar lejos y a esa hora y con esa ansiedad…
¡No vaya a ser cosa que justo a esa hora caiga gente a casa!. ¿Habrá alguien en este bendito país que el domingo al mediodía no esté frente a un televisor? Y… hay de todo en la viña del Señor. «Amor… ¡Que la tía Bruna se quede en su casa!, si querés, invitala a tomar mate a la tarde…»
Lo cierto es que los argentinos, acostumbrados a resolver dudas mucho más importantes que estas, nos enfrentamos a dilemas que deberemos dilucidar antes del domingo. Lo demás… lo demás lo resolverán los muchachos de la Scaloneta allá en Qatar.
