Ojalá se tratara de un premio. Pero la cosa no da para reírse porque cuando se habla de salud, el asunto siempre será serio.
¿De qué premio estamos hablando? No, amigo lector, no se confunda. Pero la verdad es que en un concurso de bobos (nótese que sutiles somos para evitar decir «palabras»), estos muchachos seguro que salían segundos… por bobos.
Hablamos de las siete personas que esta mañana temprano fueron hisopadas en el Hospital Regional de nuestra ciudad por ser contactos estrechos con un caso positivo. «Los hemos hispados y de acá se me van derecho a casa, a guardar aislamiento obligatorio», uno imagina que les dijeron en el nosocomio.
Pero no. Ellos, de puro vivos que se creían… decidieron, antes de ir a sus casas, darse una vueltita por Arquestrato en la zona de El Alto. A desayunar, claro, que todavía era temprano en la mañana.
Así de simple y así de irresponsables estos muchachos que no sólo incumplieron leyes y reglamentos, sino que con su actitud pusieron en peligro la salud de otras personas.
¿Cómo terminó la historia? Con la policía presentándose en el restobar a raíz de una denuncia y con los muchachitos aprehendidos y trasladados a la Unidad Judicial. Allí, fueron imputados como responsables de los delitos previstos en los art. 205 y 239 del C.P.
Inmediatamente recuperaron su libertad a los fines de cumplir efectivamente con el aislamiento obligatorio en sus domicilios.
¡Qué alguien nos diga, por favor, que no se merecen el premio a los bobos del año!
