En un hito para la preservación ambiental, el Concejo Deliberante de Villa General Belgrano aprobó una ordenanza pionera que busca proteger la oscuridad natural de sus cielos serranos, consolidando a esta localidad cordobesa como referente en la lucha contra la contaminación lumínica en Argentina.
La iniciativa, impulsada por el Partido Humanista de Villa General Belgrano, establece regulaciones estrictas para el alumbrado exterior en la zona paralela a la Ruta 5, con el objetivo de equilibrar la iluminación urbana y la conservación del medio ambiente nocturno. Esta medida no solo beneficia a la biodiversidad local, sino que también impulsa las actividades de observación astronómica, cada vez más afectadas por el exceso de luz artificial.
Regulaciones claras para un paisaje estelar
La nueva norma es precisa: todas las instalaciones de alumbrado exterior, públicas o privadas, deberán dirigir la luz exclusivamente hacia el suelo, prohibiendo su emisión hacia el cielo o las fachadas de edificios. Solo se permiten excepciones en balcones o galerías de planta alta destinadas a circulación, siempre que la iluminación sea rasante al suelo.
Además, los dispositivos lumínicos deben ocultarse tras aleros o elementos arquitectónicos, según el código de edificación, para no ser visibles desde la vía pública. La ordenanza también exige el uso de luces cálidas y prohíbe cañones de luz o láseres, limitando la altura de los haces lumínicos a un máximo de 2,50 metros. Estas medidas aseguran una iluminación funcional, pero respetuosa con el entorno.
Un plazo para adaptarse y un compromiso con el futuro
Los propietarios e instituciones en la zona Este de la Ruta 5 tendrán 60 días desde la promulgación de la ordenanza para adecuar sus sistemas de iluminación. El incumplimiento será sancionado por el Juzgado de Faltas municipal, garantizando el cumplimiento de esta normativa que marca un antes y un después en la región.
Un faro de esperanza para el patrimonio natural
Con esta decisión, Villa General Belgrano se posiciona a la vanguardia en la protección de los cielos nocturnos, reafirmando su compromiso con la belleza natural y la identidad serrana. Esta ordenanza no solo preserva la magia de las noches estrelladas, sino que también protege a las especies nocturnas y fomenta un turismo sostenible ligado a la astronomía.
Fuente: El Tablero Digital



