Aumentos desmedidos, faltantes en los negocios y hasta restricciones en la cantidad a comprar. Algunas de las situaciones que viven los fumadores en tiempos de cuarentena con respecto a los cigarrillos.
Tras decretarse la cuarentena, el mercado de los cigarrillos dejó de funcionar ya que no se consideraba una actividad esencial. Pero estos productos seguían consiguiéndose en los negocios ya que, de alguna forma u otra, los tabacaleros vendían el stock almacenado.
El problema se presentó luego de la última extensión de la cuarentena, ya que los comerciantes comenzaron a percibir faltantes del producto. Algo que provocó diferentes situaciones. En algunos lugares, los cigarrillos duplicaron y hasta triplicaron sus precios; se registraron colas para comprar; y hasta algunos locales, restringieron la cantidad para vender. Por ejemplo, las estaciones de servicio vendían un atado de 20 a $300, cuando hace algunos meses el producto costaba $180.
Al respecto, habló el titular del gremio de tabacaleros, Raúl Quiñónez, quien advirtió que las empresas del sector «ya se han consumido el stock». Por lo que pidió al Gobierno nacional la flexibilización de la actividad «en defensa de puestos de trabajos».»Desde el comienzo la cuarentena, ya se consumieron los 15 días de stock de cigarrillos que tenían las empresas y durante la semana faltará el producto en todo el país«, dijo Quiñónez.
En declaraciones a ‘El Destape Radio’, el dirigente informó que por medio de la producción tabacalera argentina se emplea a «más de 10.000 trabajadores en forma directa”. «Nobleza Picardo está importando de Chile y Masalín, de Brasil, algo que preocupa mucho porque lo que está en juego son las fuentes de trabajo, por lo que hay que flexibilizar la actividad”, agregó.
