Dos mujeres policía, operadoras del 101 le salvaron la vida a un bebé que se había ahogado. El niño luego fue trasladado al Hospital Illia. Conocé los nombres de estas heroínas de temple de acero.
No eran ni las ocho de la noche de ayer cuando la Central de Comunicaciones (101) recibió el mensaje de una mujer desesperada. Entre llantos y un ataque de nervios, la joven voz del otro lado de línea daba cuenta que su niño, de tan solo 1 mes de vida, se había ahogado con leche. Y que no respiraba.
El llamado fue receptado por la operadora Sargento Silvia Carolina Figueroa. Ella, sin perder la calma, y junto a la Agente Lorena Soledad González, tomaron el mando de las acciones. Le solicitaron a la mujer que se calmara para poder ayudarla.
Mientras tanto, ni lerdas ni perezosas comisionaron un móvil al domicilio donde estaba la mamá con su bebé que seguía sin respirar. En tanto llegaba el móvil, las operadoras fueron instruyendo a la mamá para realizar las maniobras conocidas como HEIMLICH (de compresión abdominal); un procedimiento que busca desobstruir el conducto respiratorio que estaba bloqueado.
A los pocos minutos, la mujer del otro lado del teléfono manifestó que su bebé había devuelto la leche y que había comenzado a respirar nuevamente. El alivio se entremezcló con la satisfacción y la alegría de las tres mujeres que durante un buen rato lucharon por salvar la vida del pequeño bebé.
El personal policial, una vez llegado al domicilio, trasladó al niño y a su madre hasta el Hospital Illia para que fuera controlado. Por fortuna, lo encontraron estable.
