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Economía

Pobreza en la gestión Macri: más de 14 millones de personas tienen problemas de alimentación y acceso a la salud

De acuerdo con el último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), al terminar su gobierno, Mauricio Macri se fue con los índices de pobreza por ingresos más elevados de la década. Un tercio de la población del país sufrió problemas de alimentación y acceso a la salud en el último año

El Observatorio de la Deuda Social de la UCA elabora anualmente un relevamiento de las condiciones de vida de la población en seis aspectos distintos, para determinar cuál es el nivel de pobreza multidimensional. Este se diferencia así del punto de vista estrictamente monetario como suele medir el Indec. Esos aspectos son la Alimentación y SaludServicios Básicos, Vivienda DignaMedio AmbienteAccesos Educativos, y Empleo y Seguridad Social.

Con esos criterios, la UCA concluyó que en la Argentina casi el 70% de los habitantes –31 millones– sufrieron al menos una carencia entre esos déficits relevados. El 46,3% de la población tuvo al menos dos faltantes y un 28,5% sufrieron tres carencias.

Inseguridad alimentaria y hacinamiento

El informe de la UCA mostró que uno de los indicadores de pobreza que más empeoró fue el de inseguridad alimentaria y acceso a la salud. Los mismos explican por un lado la reducción por cuestiones económicas de la frecuencia en la comida -o la experimentación de sensación de hambre-. Por otro lado explica la cobertura de salud y la posibilidad de comprar medicamentos.

Para el Observatorio de la Deuda Social, el 32,2% de la población, poco más de 14 millones de personas, registró carencias en este aspecto. Medido en porcentaje de hogares, el 7,4% -850.000 familias- experimentó «inseguridad alimentaria severa». Casi el 19% de los hogares no pudo acceder a medicamentos, mientras que el 21,1% no pudo hacerse atender en centros médicos.

El 32,2% que registró la UCA hacia el tercer trimestre de 2019 representa la cifra más alta en los diez años que abarca esa medición multidimensional. En comparación con la cifra de 2015 -23,2%- tras fin del gobierno de Cristina Kirchner y el comienzo del de Mauricio Macriel índice escaló 9 puntos porcentuales como consecuencia del aumento de la pobreza monetaria y la caída del poder de compra del salario.

Otro de las dimensiones que mide la Universidad Católica es la de vivienda digna. El 27,5% de la población relevada en el estudio tiene alguna carencia en este sentido, ya sea por hacinamiento, por vivir en un hogar con condiciones materiales deficientes, o con déficit en el servicio sanitario. En los últimos diez años, no obstante, hubo una tendencia de mejora en este aspecto: en 2010 era de 34,9% y tuvo un retroceso casi sin interrupciones.

Por tal motivo, el 33,5% de la población tiene problemas para acceder a conexiones de servicios públicos como cloacas, agua corriente y energía eléctrica. En los últimos años hubo una mejora en ese aspecto. En 2016 el indicador afectaba al 40,2% de los habitantes.

Contaminación del ambiente, educación y trabajo

El 28% de los hogares registró algún tipo de problema en términos de contaminación en el ambiente, que toma en consideración la presencia de basurales en las cercanías de la vivienda, fábricas contaminantes en los alrededores o lagos, arroyo o ríos contaminados.

Este indicador mejoró en los últimos años desde 31,6% de las familias en 2017 hasta 28%, según la última cifra. Entre las tres problemáticas incluidas, la más común es la de basurales en las inmediaciones al hogar.

Respecto a la asistencia a instituciones educativas y ausencia de rezago educativo, que mide si los chicos de entre 4 y 17 años van a la escuela, y si la población entre 19 y 36 terminó los estudios medios en tiempo y forma, el índice presenta un agravamiento de la situación. El 12,5% de la población presenta algún déficit en este aspecto.

La inasistencia de niños de entre 4 y 17 años a la escuela cayó considerablemente (de 8% del total a 4,1% en diez años), pero el rezago de los habitantes de entre 19 y 36 años (a la educación media) y de 37 en adelante (a la educación primaria), aumentó de 23,6% en 2010 a 27,3% en 2019 y de 9,3% a 9,7%, respectivamente.

Por último, la dimensión de acceso al empleo y a la seguridad social, determina si los integrantes de un hogar tienen algún tipo de afiliación al sistema de seguridad social, mostró un empeoramiento, de la mano de la crisis económica y la pérdida de puestos de trabajo registrados de los últimos años. Así, en 2019 esa cifra se ubicó en el 33% mientras cuatro años antes era de 29,1%.

Fuente: Todo Noticias

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