En esta edición estreno de la nueva columna de AG Noticias, «Pasión por las plantas», les presentamos a la ortiga y sus propiedades.
Por Jessica Chávez
Los trastornos de salud más comunes pueden tratarse con terapias seguras como las plantas medicinales. Una de ellas es la ortiga. La «urtica dioica«, mayormente conocida como ortiga, es una planta arbustiva que tanto sus hojas como su raíz proporcionan una amplia variedad de nutrientes, incluyendo:
-Vitamina A, C, y K, así como varias vitaminas del grupo B.
-Minerales: calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y sodio.
-Grasas.
-Aminoácidos: contiene todos los aminoácidos esenciales.
Esta planta, consumida en infusión, ayuda a regular y reducir los niveles de azúcar en sangre. Esta aplicación es muy beneficiosa, sobre todo para la gente que padece diabetes. Tomarse una infusión de esta hierba, y sentir que te están sanando por dentro es algo realmente estupendo. Pero, ¿cómo me tomo un té de esta planta? Es muy fácil: hervir 25 gramos de raíces en un litro de agua, dejar reposar de 3 a 5 minutos, y a disfrutar. El té es útil para eliminar virus e infecciones bacteriales.
La ortiga es una de las plantas que más aplicaciones medicinales posee. Tiene acción descongestiva y astringente, ya que cuenta con propiedades que ayudan a mejorar el sistema respiratorio y la salud en situaciones de bronquitis, asma o neumonía.
Además, entre otras tantas propiedades que posee, es desintoxicante, antiinflamatoria y antialérgica (especial para esta época del año).
Es importante educar sobre las hierbas y plantas medicinales para una mejor calidad de vida. Cada una tiene propiedades que ayudan a fortalecer el sistema inmune y aminorar los sistemas de algunas enfermedades.
Conocer sus beneficios es valor histórico, cultural y medicinal de todos los tiempos. Esta planta trabaja a nivel celular, es decir, lucha contra el envejecimiento, eliminando los radicales libres en los umbrales celulares. Es utilizado en la industria cosmética para productos de belleza antiage, por lo que es conocida como «la planta de la juventud».
Y así podríamos estar horas y horas hablando de esta planta que, sin dudarlo, nos apasiona por sus múltiples beneficios, pero les dejo una pregunta para reflexionar: ¿Cuándo educamos a la población, y principalmente a los jóvenes, en esta opción ancestral? ¿Cuándo le enseñamos a la población la importancia de aumentar las defensas?
Los invito a entrar a la web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y leer los medicamentos herbarios tradicionales. Espero les haya gustado mi primera columna y que sigamos informándonos cada Domingo. Comenten sus experiencias, pregunten las dudas, y compartan a sus conocidos.
¡Buen domingo de pasión por las plantas a todos!
