Por Belén Montoya – Platea preferencial es una columna pensada para hablar de cine. Saliendo del lado formal de AGNoticias, la columna se propone recomendar películas, comentar films y brindar «datos color» de actrices y actores pertenecientes a Hollywood, el cine argentino y el cine independiente. En esta ocasión, hablaremos de Nahir, la película que narra el juicio mediático de Nahir Galarza.
Primer punto clave: la trama
Explicar la trama de esta película puede parecer redundante. Desde su estreno, ha ocupado el primer puesto en Amazon Prime. «Nahir» es una película argentina de suspenso policial y drama, dirigida por Hernán Guerschuny y escrita por Sofía Wilhelmi. El elenco está encabezado por Valentina Zenere y Simón Hempe, con actuaciones de César Bordón, Mónica Antonópulos y Nacho Gadano en roles secundarios. La trama se basa en un suceso real, el Caso Nahir Galarza, que tuvo lugar en 2017 en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, Argentina. En este caso, Nahir Galarza, una joven de 19 años, fue condenada a cadena perpetua por el homicidio agravado de su pareja, Fernando Pastorizzo, de 20 años. Aunque podría parecer una copia fiel de los hechos reales, la película se toma varias licencias creativas y toma algunas decisiones bastante polémicas. Por eso, veamos en detalle de qué trata este film argentino.

La narrativa de la peli. Puntualmente ¿De qué va la historia?
Bien, ya repasamos el argumento de la película. Supuestamente, decir de qué va la historia debería ser sencillo, pero no lo es debido a las decisiones que tomaron desde la producción. Creo que ese es el principal problema con «Nahir»: no tiene un mensaje sólido. Es muy complicado entender qué nos quiere contar esta historia, porque genuinamente no se entiende. Las hipótesis del juicio, los recuerdos de Galarza, las tomas en la cárcel, la fiesta de 15 años de Nahir… Todo va dentro de una licuadora y va tirando escenas que, como mínimo, son confusas entre sí. ¿El agravante de esto? Simple, los saltos temporales. Hacen que el espectador se pierda con facilidad.

Otra prueba de que el morbo vende
Como siempre aclaro, no soy muy habilidosa destacando elementos técnicos. Esta vez me aventuro a decir que el guion es bastante desordenado. Además, no hay planos o ángulos significativos. Visualmente está correcta, pero nada del otro mundo. Entonces, ¿por qué, si la película está recibiendo múltiples críticas negativas, sigue en el podio de lo más visto de Amazon Prime desde el 22 de mayo hasta hoy? Simple, el morbo vende. Me incluyo plenamente al decir que el público siempre espera saber más, que una película atraviese la cuarta pared. En este caso, el emblemático juicio de Nahir Galarza es motivo más que suficiente para despertar la curiosidad en los espectadores. A eso se le agrega un poco de sensacionalismo y es una fórmula segura. Creo que eso es lo que pasó con esta película. Por eso no importan tanto los aspectos técnicos o las actuaciones —que están correctas pero no se destacan debido al guion—, sino captar el interés mediático y sensacionalista de la gente.

La opinión de la gente
Algo que no se puede negar es que esta película está dando mucho de qué hablar. Al ser el largometraje del momento, todos están dando su opinión. Como era de esperarse, la gente no recibió muy bien a Nahir. Entre algunas de las críticas, destacan la falta de decisiones artísticas, los falsos acentos de los actores, la línea cronológica mal construida, pero sobre todo, el intento de lavar la imagen de Nahir Galarza. Este es un punto en el que recae constantemente la trama, ya que presentan a la asesina como una víctima todo el tiempo. El problema es que no logran que el espectador empatice, por lo que todo gira en torno a ideas inconclusas.

¿Vale la pena ver Nahir? – Por Belén Montoya
La respuesta corta es no, pero va más allá de eso. Nahir tiene grandes problemas argumentales, sobre todo en la representación de Galarza. ¿Intentan que la audiencia empatice con ella? ¿Intentan lavar su imagen? ¿Tratan de contarnos más sobre su vida? No se sabe, porque la película ni siquiera es clara en estos aspectos básicos. Durante una hora y cuarenta minutos, vemos fragmentos de una historia que ya conocemos. Es como un viaje en el tiempo que va de acá para allá, confuso y sin sentido. Hay escenas que no aportan nada a la historia; las idas y vueltas entre el pasado y el presente son desprolijas. Ni hablar de la parte creativa, donde la música se convierte en una antagonista más, quitándole mucha seriedad a la historia. Las actuaciones no son malas, pero el guion no acompaña en lo más mínimo. Por último, no sé si decir que la película es una falta de respeto hacia la familia Pastorizzo, pero sí me pareció un tanto irreverente. Dejar como victimaria a una víctima de asesinato, que no tiene ni siquiera la posibilidad de defenderse, es un golpe bajo innecesario. Había formas de contar la historia, pero lamentablemente los escritores y el equipo de producción cayeron en el sensacionalismo. Era una buena oportunidad que fue desaprovechada. Nobleza obliga, los números del film no están mal, así que por ese lado les funcionó. Pero desde la narrativa… Humildemente, les propongo ver otra cosa del cine nacional, que hay muchas y mejores opciones. La película tiene una duración de 107 minutos.




