Marcos Bottaro recibió la pena máxima por asesinar a golpes a la jubilada de 72 años. Vecinos habían alertado el calvario que atravesaba la víctima que murió luego de ser internada en el hospital local.
Las señales de alarma se habían encendido hacía tiempo pero nadie llegó a impedir el lamentable desenlace para Olga Bernardi, la jubilada que a comienzos de año murió por los golpes recibidos de su hijo, Marcos Bottaro (39), quien este martes fue condenado a prisión perpetua en Córdoba.
El crimen ocurrió en el mes de enero. El viernes 5 de ese mes la mujer de 72 años falleció en el Hospital Arturo Illia debido a las lesiones padecidas. Tres días antes la Policía la había retirado de su domicilio en barrio Villa Oviedo donde advirtieron distintos signos de violencia.
La fiscalía inició una investigación de oficio y ordenó la detención del hijo al que imputaron de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar un contexto de género.
Bottaro confesó su responsabilidad en el hecho y diez meses después la Cámara Séptima del Crimen lo condenó en un juicio abreviado. Previo al veredicto dijo estar “muy arrepentido” y expresó: “Mi condena no pasa por estar encerrado, a este dolor lo voy a llevar siempre”.
Según se conoció en enero, Bernardi sufría reiterados actos de violencia por parte de su hijo pero nunca lo denunció. Los vecinos fueron quienes alertaron sobre los maltratos y dieron lugar a la intervención de la Justicia. En ese momento las autoridades dispusieron la asistencia médica para la jubilada que murió durante la internación.
Fuente: El Doce
