AG Noticias
Lucha de Clases: otra clase de lucha

Lucha de Clases, otra clase de lucha. Hoy: «La realidad»

Lucha de Clases, otra clase de lucha. Hoy: "La realidad"
Por Taurino Atencio (taurencio5@yahoo.com.ar). Especial para AGNoticias

De qué manera un hecho penoso (caso Loan) viene a poner blanco sobre negro en lo que se refiere a las llamadas “FUERZAS DE SEGURIDAD”. Estas, dígase policías municipales, provinciales, nacionales, federales y gendarmería.

Las autoridades nacionales, principalmente la Ministra de Seguridad Bullrich) se dieron a la tarea de montar un monstruoso despliegue de propaganda. Según la misma, para luchar contra la denominada “delincuencia”. O sea, el alto porcentaje de personas marginadas. Y la cosa es sin límites de ninguna especie: aumentar el número de agentes de policía, pertrechos de toda índole, infraestructura, vehículos apropiados, armas de nueva generación –al decir del gobernador de Córdoba- no letales, etc..

OBJETIVOS:  eliminar la “inseguridad”. Todo con el mayor rigor. Con ese criterio y convicción, autorizar a la población a portar armas, para que, en el supuesto de defenderse, matar a una persona que se suponga asaltante.

Todo ello para disfrazar la realidad. El objetivo real es la REPRESIÓN de las manifestaciones de descontento, reclamo, petición y movilización popular.

Ahora bien. Con todo ese enorme aparato de película, no se dispone de las aptitudes suficientes como para investigar la desaparición de un niño. Tampoco para investigar la existencia de las vinculaciones delictivas entre funcionarios de gobierno y núcleos integrados, que por el poder que disponen, actúan detrás de las cortinas. ESO NO ESTÁ, no es de interés para la Ministra de Seguridad…

Pero veamos un hecho inconcebible, aunque el calificativo debiera ser deplorable, también ocurrido hace pocos días. La Ministra Bullrich viajó a El Salvador para reunirse con el presidente Bukele y ver personalmente en las cárceles los métodos de tortura a que están expuesto los detenidos. Y en consecuencia, aplicarlos acá.

Este proceder oscurantista se vincula directamente con el trámite de bajar a catorce años la edad de imputación.

Uno se pregunta, ante tal locura, ¿Qué harán con los niños que detengan?. Las cárceles están abarrotadas de presos.

Puede ser una exageración, pero estos hechos comentados nos llevan a pensar ¿Qué vendrá a continuación?. De estas mentes enfermizas y cavernícolas, se puede esperar lo peor. O sea, ante la falta de cárceles, montar un plan para cerrar los barrios considerados “peligrosos” con altas vallas metálicas o muros, de tal suerte que sus habitantes sean obligados a entrar o salir por un solo lado. Similar al método de los barrios privados, solo que acá se trataría de una prisión.

De allí que no debemos sorprendernos por el curso de la represión VIOLENTA. Ésta solo acarreará más violencia y deshumanización.

nakasone