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Economía

La multinacional Mondelez presentó un proceso preventivo de crisis y suspendería a 500 empleados

La firma encarga de la producción nacional de alimentos como Oreo, Mantecol, Terrabusi, Beldent, Tita, Tang y Cadbury, entre otros,  presentó un proceso preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo.

Desde la empresa informan que están atravesando una baja en las ventas debido a la caída en la demanda de alimentos por la crisis económica. Asimismo, amenaza con suspender a 500 trabajadores en las platas de Pacheco y Victoria para evitar despidos definitivos.

Quien denunció tal situación fue Lorena Gentile, dirigente sindical de la Agrupación Bordó en gremio de la alimentación y trabajadora de la planta que Kraft tiene en Pacheco, Buenos Aires.

Y agregó: «Kraft/Mondelez registró en 2018 una ganancia de 26.000 millones de dólares. Ahora amenaza en nuestro país con suspender a 400 trabajadores por seis meses y rebaja salarial, aduciendo una crisis absolutamente falsa que no pueden demostrar».

En su presentación a la cartera de Trabajo, la multinacional Mondelez detalla que como consecuencia de la crisis económica atraviesa una “caída no previsible en las ventas” que generó un “deterioro constante y creciente en la economía y las finanzas de la empresa”. También destacó que están trabajando por debajo de su punto de equilibrio.

Además advierten que el esquema de suspensiones propuesto es de “sobrevivencia”. Estan a la espera de una reactivación que permita recomponer su situación económica y financiera, pero que no incluye despidos.

La palabra del Director de la firma

Durante el primer semestre de 2019 la firma registró una mejora en las ganancias y su director de Ventas, Martín Stigliano, anunció una inversión de 32 millones de dólares.

En una entrevista con El Cronista, Stigliano detalló: «Tenemos marcas de alta penetración en hogares que resisten mejor la crisis; muchos clientes nos dicen que necesitan nuestras marcas porque son de prestigio y así elevan su ticket. Más allá de que después vendan también otras segundas marcas económicas o propias de las cadenas».

En los últimos meses, varias de las grandes empresas del sector alimenticio atraviesan una situación delicada. Arcor, por ejemplo, discontinuó su producción en una fábrica de chocolates en San Luis.La Campagnola (conservas de duraznos, cóctel de frutas y vegetales) en Mendoza, y de conservas de tomate en Choele Choel, de Río Negro. Por su parte, Unilever cerró una de sus plantas en La Rioja, donde se producían salsas y aderezos, y despidió a 120 empleados.

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