Muchas veces, el idioma futbolero ha sido utilizado para graficar cuestiones que sin dudas exceden los alcances y la importancia de un deporte, pero la pasión que éste significa termina siendo excelente para definir situaciones, por ejemplo, políticas.
Hace ya un par de sesiones, el concejal radical Roberto Brunengo ha señalado a su par de Unión por Córdoba Roberto Urreta con una frase que sigue haciendo eco en el recinto de deliberaciones: «Urreta hace fulbito para la prensa».
Ya lo había expresado cuando el rebelde edil peronista se presentara ante Tribunales a radicar una denuncia contra algunos pares boinablanca (Brunengo y Rodríguez), paradójicamente por no haber éstos, denunciado lo que consideraban era una falta a la ley.
Para quienes vienen arribando a la información, el tema central fueron los convenios firmados por el intendente y rubricados por el Concejo Deliberante con empresas telefónicas. El radicalismo advirtió mediáticamente sobre una denuncia penal hacia los funcionarios, hecho que hasta ahora no ocurrió.
Pero volvamos a la cancha. El miércoles, nuevamente Brunengo fue quien habló del «fulbito para la prensa» por parte de Urreta cuando éste presentó el proyecto de creación de una Guardia Ambiental.
Pocas hora pasaron para que desde la fiscalía de Peralta Ottonello se conociera la resolución de archivar la denuncia que había efectuado Urreta en contra de sus pares.
«Brunengo 1 – Urreta 0», dicen que rezaba el corto y contundente mensaje que recibió el edil peronista en su celular. Ante ésto, Urreta no dudó en seguir empleando el lenguaje futbolero: «Es cierto que voy perdiendo 1 a 0, pero el partido recién empieza», dijo en diálogo con AGNoticias.
Lo concreto es que mientras Urreta argumenta, con bastante de sorna e ironía: «Fui a la Justicia a pedir que se investigue si habíamos cometido un delito o no. Si al aprobar el convenio con Telecom habíamos violado algún artículo de la Constitución provincial», desde la bancada radical siguen asegurando (como desde hace largo tiempo) que harán la denuncia en ámbitos tribunalicios. Eso sí, ninguno se arriesga a decir cuándo ni en qué términos.
Mientras tanto, pareciera que ambos sectores, tiran la pelota afuera, hacen tiempo, las faltas las cometen en mitad de cancha, los pases se los dan lejos de las áreas, de tanto en tanto miran de reojo el reloj y «tribunean»… todos «tribunean» midiendo al rival en tiempos electorales.
