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Fuga en París

Fuga en París
Por Germán Tinti (especial para Crónicas al Voleo)

A las 10.27 del lunes 26 de mayo de 1986 un helicóptero despegó del helipuerto del aeródromo de Saint-Cyr-l’Ecole, a unos 30 kilómetros del centro de París. La pilota, Nadine Bourgain, había obtenido su licencia para operar este tipo de aeronaves en el breve lapso de un mes y mientras tanto había desarrollado un minucioso y arriesgado plan que dejaría asombrada a toda Francia.

París. A lo largo de ese mes, Nadine se mostró como una estudiante aplicada y ejemplar y se recibió con honores. Guy Coissard, director de la escuela de pilotos, no ocultaba su satisfacción y orgullo cuando los medios de prensa fueron a buscarlo. «La chica consiguió 58 puntos sobre 60 en el examen oficial, algo que está muy cerca de la perfección» declaró, no sin algo de vanidad, ante el micrófono de cada periodista que se le ponía por delante.

Amantes fuera de la ley

Nadine, hija de un cerrajero y una empleada de comercio, conoció a Michel Vaujour a mediados de la década de 1970. Para ese entonces Michel era un delincuente cuya foto estaba siempre bien a la vista en las oficinas de la ​Sûreté y era conocido por los guardiacárceles de diversas prisiones parisinas; tenía un respetable historial de fugas, llegando a sumar seis en menos de diez años. La relación entre los amantes fue tan apasionada como accidentada, siempre huyendo por media Francia, y aprovechando las pequeñas interrupciones en las que Michel lograba, de uno u otro modo, estar fuera de la cárcel. En 1979 ella quedó embarazada y decidieron casarse: la boda tuvo lugar en la cárcel porque la policía acababa de poner fin a una de las correrías del novio.

Michel Vaujour fue protagonista de una infancia complicada, sus padres lo entregaron a su tía Germaine cuando tenía cuatro años, pero su tutora murió de cáncer cuando cumplió ocho. Volvió a vivir con sus padres y allí sufrió la violencia que le dispensaba su progenitor cuando naufragaba en licor, que era casi siempre. A los 18 entró por primera vez en un calabozo y desde entonces fue un constante ir y venir de un lado a otro de las rejas.

Poemas desde el calabozo

Para 1986 Michel se encontraba cumpliendo 18 años de condena por robo y tentativa de homicidio. Si bien confesó el intento de robo, negó enfáticamente haber disparado y herido a un policía, pero no logró convencer al jurado. «He conocido en la cárcel a hombres que llevaban 20 años detenidos, y les aseguro que prefiero estar muerto» le gritó al juez luego de que el magistrado pronunciara la sentencia. «No te preocupes, yo voy a sacarte» le dijo Nadine cuando los guardias se lo llevaban.

A pesar de su fama de hombre duro, Michel le escribía desde la cárcel extensos poemas de amor a su esposa, que diariamente le enviaba cartas dándole ánimo y, más crípticamente, detallando su plan.

La prisión era una verdadera tortura para Vaujour, «Mi cliente explicaría Antoine Deguoines, su abogado–  es un hombre inestable e impulsivo, dotado de una gran inteligencia. Es también un hombre apasionado que no puede soportar la prisión».

Nadine levanta vuelo

Una vez que obtuvo su licencia en tiempo récord, Nadine concurrió cada 10 o 15 días, durante unos cinco meses, al aeródromo de Saint-Cyr-l’Ecole donde alquilaba un helicóptero por una hora, a un costo de 1.300 francos (unos 325 euracos). La idea era adquirir la destreza necesaria para llevar adelante el ambicioso plan, pero también convertirse en alguien conocido en el lugar, para no levantar sospechas.

Aquella primaveral mañana del 26 de mayo, Nadine despegó con normalidad y recorrió los cerca de 30 kilómetros que la separaban de la prisión de La Santé, casi en el centro de la ciudad luz. Voló por el límpido cielo parisino con tranquilidad y decisión, dejó atrás el imponente Palacio de Versailles y enfiló para el lado de Montparnasse aunque un poco hacia el este, como quien va a la Plaza de Italia.

Un viejo presidio en el centro de París

La Prisión de la Santé, un edificio inaugurado en 1867, es uno de los tres presidios más grandes del área de París y el único que actualmente se encuentra dentro del casco urbano, en el XIV Distrito. Las otras dos, Fleury-Mérogis (la cárcel más grande de Europa) y Fresnes, se encuentran en suburbios del sur. El poeta Guillaume Apollinaire, el dictador panameño Manuel Noriega, el empresario y expresidente del Olympique de Marsella Bernad Tapie y el mismísimo Fantomas, el personaje creado por Marcel Allain y Pierre Souvestre, fueron algunos de sus huéspedes más famosos

En uno de los patios del penal esperaban unas 50 mujeres para ingresar a visitar a maridos, hijos o parientes. La espontánea ovación advirtió a los guardias que, atónitos, observaron como un helicóptero sobrevolaba uno de los tejados del complejo carcelario y dos hombres acercándose. Habían llegado hasta allí abriéndose paso a fuerza de amenazar hacer volar todo con granadas. Uno de ellos, Michel Vaujour, se aferró a uno de los patines de la aeronave que inmediatamente recobró altura y se perdió hacia el sur. El otro hombre era un interno llamado Régis Hernández. Algunas versiones dicen que no llegó a subirse, otras afirman que para lo único que estaba ahí era para ayudar al fugitivo. El operativo duró tres minutos. La Santé era un presidio de máxima seguridad y Vaujour había sido enviado allí por su frondoso historial de fugas. Se ve que a las decisiones las tomaba el Inspector Jacques Clouseau.

Perdidos en Francia

El helicóptero apareció, poco después, en una de las canchas de fútbol de la ciudad universitaria, a pocos metros del presidio. De acuerdo a lo informado por testigos, el fugado y la piloto se subieron a un auto que los esperaba y se marcharon. La policía no los alcanzó. Un rato después llegó al lugar el dueño de la agencia que alquiló el helicóptero y desveló la identidad de la piloto.

A la pareja la buscaron por toda Francia sin resultados. Michel y Nadine habían desaparecido y parecía que se habían vuelto invisibles. Sus rostros estaban en todos los diarios, revistas, televisoras y afiches callejeros. En el pueblo francés empezó a gestarse el épico mito de los amantes fugitivos, los Bonnie & Clyde galos, Romeo y Julieta de armas tomar.

Pero Michael era moquerazo y cuatro meses después intentó robar un banco en París. Del enfrentamiento con la policía salió con un plomo en el cráneo que lo tuvo en coma algunos meses. Despertó pero quedó confinado a una silla de ruedas. Nadine se entregó sin resistencia cuando fue rodeada por los polis. Fue condenada a 14 meses de prisión, pero fue liberada poco después, cuando dio a luz a su tercer hijo con Michel. Se recibió de abogada y se separó de Vaujour para siempre. Tanto amor y tanta adrenalina no parecen ser complementarios.

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